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Jacintos, un bulbo fácil


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Los Jacintos son unas esplendidas flores para cultivar y tener dentro de casa en invierno.

A partir de que los brotes alcancen unos 5 cm de altura, deben colocarse en un lugar bien iluminado y fresco para un perfecto desarrollo de las hojas y las flores.

Para cultivar los Jacintos en agua existe unos recipientes especiales, denominados jacinteros.

Se trata de un contenedor de cristal estrecho más abultado en el cuello, de manera que una vez colocado el bulbo, sólo entra en contacto con el agua la parte inferior del mismo y se puede ir viendo cómo poco a poco van brotando las raíces.

Además, este método ofrece la posibilidad de asegurarse de cuando es exactamente el momento en el que se debe trasplantar el ejemplar a tierra.

Conviene disponer dentro del jacintero un pequeño trozo de carbón vegetal.

En lugar de estos jacinteros, también pueden cumplir esta misma función otros receptáculos como: pequeños floreros, vasos u otros recipientes similares.

la clave está en que el bulbo quede encajado en el cuello del recipiente. Es el sistema de cultivo más fácil ya que no hace falta regar.

Cuando se plantan varios ejemplares juntos en un mismo recipiente, no hay que dejar espacio entre los bulbos, para ello es una buena idea rellenar los huecos con musgo; además de mejorar su apariencia, favorecerá la retención de humedad.

Esta es una magnífica forma para mejorar su efecto decorativo, ya que oculta la parte superior de los bulbos.

Por su porte erguido, los Jacintos se cultivan mejor si están un poco apretados, en una maceta más bien pequeña y no demasiado profunda.

En este caso se puede utilizar un recipiente decorativo, como una cesta de mimbre forrado con plástico.

Al tratarse de una planta de cultivo temporal, no importa que no tenga agujeros de drenaje para que escurra el agua sobrante.

Las flores se deben cortar con su tallo a ras de tierra a medida que se desluzcan pero, las hojas hay que dejar que amarilleen y se marchiten.

Es entonces cuando se cortan, de esta forma el bulbo tiene tiempo de tomar reservas y almacenarlas para volver a dar flor en la siguiente temporada.

Lo ideal es mantener el abonado hasta el momento de cortar las hojas y sacar el bulbo.

Cuando esto suceda no hay que seguir regando y se debe esperar a que la tierra esté totalmente seca.

Los bulbos se pueden dejar enterrados en la maceta pero sin regar en absoluto, aunque es preferible sacarlos y dejarlos guardados. Se han de conservar en un lugar seco y fresco, hasta la llegada del otoño y plantarlos de nuevo entre septiembre y octubre.





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Plantas para rincones difíciles


Especies resistentes a la falta de luz

En todas los hogares existen rincones que a veces queremos llenar de vida y vemos que resulta casi imposible acomodar una planta porque no reúne las mejores condiciones para su cultivo.

Para esos lugares que no disfrutan de una intensa iluminación, existen plantas que resisten sin demasiados problemas la escasez de luz, y además, no necesitan de grandes cuidados.

Lógicamente, no podemos pretender situar en una zona sombría un ejemplar que requiere de una buena claridad, como por ejemplo: una Dieffenbachia.

Pero sí podemos hallar otras muchas variedades de plantas que se encontrarán muy a gusto en emplazamientos dentro de casa algo difíciles pero donde sobrevivirán de maravilla.

Cuanto más desarrollada está la planta mayor poder de resistencia tendrá ante los descuidos.

No hay que olvidar la humedad ambiental que todas necesitan, a excepción de la Sansevieria, las demás requieren pulverizaciones periódicas con agua no excesivamente fría.

Tampoco hay que ubicarlas entre corrientes de aire, cosa que detestan todas las plantas denominadas de interior, otro requisito importante es el mantenerles las hojas limpias.

Con estos simples requisitos tan básicos se encontrarán perfectamente,aunque nunca está demás observar que el ejemplar no se desluce porque el lugar no es el más apropiado.

Si la ubicación es demasiado expuesta al frío o a temperaturas rigurosas alguna puede negarse a crecer, incluso perder parte de sus hojas.

Pero cualquier contratiempo no pasará de ahí si se les se les preste una mínima atención y se analiza bien el emplazamiento idóneo.


Si la planta comienza a dar síntomas de deterioro es evidente que demanda una ubicación más favorable, será suficiente con cambiarla a un lugar más favorable.

No sólo hay que alabar la gran simplicidad del cultivo de todas estas plantas que se muestran a continuación.

Son sin duda algunas de las plantas más resistentes para condiciones adversas en interior.

Además de la belleza que evidencian a la hora de decorar, son también sencillas de cuidar y propagar, bien sea dividiendo la mata o haciendo arraigar sus esquejes.




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Plectranthus coleoides "marginatus"


Planta del incienso - Plectranto

Es una planta herbácea perenne que crece en forma de matas bajas, con un follaje denso muy atractivo.

Originaria de la India, forma parte de la familia de las Labiáceas.

De crecimiento erguido, a medida que va creciendo se vuelve colgante, cuando los tallos alcanzan unos 20 cm.

En caso que se cultive en suelo y si se deja crecer libremente, acabará por formar una masa alfombrada de hojas.

Si se la deja crecer colgando libremente, llega a conseguir una buena longitud y volumen.

Por su alegre follaje y el modo de crecimiento el Plectranto es idónea para colocar en una cestilla colgante, sobre un estante alto o bien en jardineras.

En esta planta sobresale su compacto follaje, compuesto de hojas opuestas, de 5 a 10 cm de largo, ovales o redondas, abultadas.

Los márgenes festoneados, de coloración central verde intenso, mientras que los bordes destacan por ser irregularmente blancos o de color crema.

A menudo la parte central tiene dos tonos verdosos, por una parte uno suele ser verde oscuro y otro en tonalidad verde grisácea.

Es algo natural que con el tiempo los tallos se vayan tornando con una coloración rojiza. Las hojas desprenden un ligero perfume que recuerda al incienso cuando son aplastadas.

Puede resultar una espléndida planta de interior si se la dispone próxima a una ventana para que reciba una buena dosis de luz.

Necesita una iluminación muy intensa, aunque no tolera la luz solar directa, pero para que sobreviva en los meses de invierno.

Se le puede situar en esta época en zonas ligeramente soleadas. También quedará de manera destacada en una terraza con galería.

La temperatura ideal durante el periodo invernal está entre los 13 y 16 ºC.

En verano aparece la floración, ésta se produce sobre espigas erguidas que dan lugar a pequeñísimas flores de color blanco o lila pálido.

Realmente resultan poco vistosas, por lo que es mejor eliminarlas y dejar esa energía para el desarrollo del follaje.

Agradece los riegos frecuentes y abundantes en verano y más escasamente en invierno.
En cuanto a la humedad ambiental no presenta necesidades específicas, aunque la planta se mostrará más espléndida en una atmósfera húmeda.

Lo más importante es una buena ventilación, evitando el aire viciado.

Desde abril hasta octubre, se añade al agua de riego un fertilizante líquido para plantas verdes cada dos semanas.


Se debe respetar el periodo invernal de reposo, disminuyendo los riegos; en regiones de clima cálido puede seguir desarrollando hojas, pero éstas serán más pequeñas y más distanciadas una de otra.

Conviene renovar la planta cada dos o tres años, ya que con el tiempo tiende a perder hojas por la base y se hace excesivamente largas y desordenadas, por lo que es aconsejable tomar esquejes por lo menos una vez al año.

La Planta del incienso goza de una propagación sumamente fácil por esquejes, que puede realizarse a lo largo de todo el año siempre que se la coloque en un lugar no excesivamente frío.

En primavera lo hará aún con mayor rapidez. Los esquejes también enraízan en agua, si hay calor y luz abundante. Puede ser atacada por plagas como el mildiu o la cochinilla algodonosa.





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Pernettya mucronata


Chaura - Pernetia

Este género de plantas son oriundas de Centroamérica y América del Sur, donde se las conoce con el nombre de Chaura.

Pertenecen a la familia Ericaceae, grupo compuesto de numerosas especies que comprende desde árboles a pequeñas matas..

La Pernetia forma un arbusto frondoso, de reducido tamaño ya que alcanza poco más del metro de altura, aunque existen variedades enanas muy ornamentales, que no superan los 30cm de alto.

Tiene un crecimiento tapizante, con una evolución y desarrollo intenso de hojas.

Estas son de pequeño tamaño, de textura sólida y puntiagudas, de color verde oscuro y brillante, que aparecen sobre tallos cortos de coloración rojiza.

En ocasiones las hojas de la mata adquieren una tonalidad rojiza durante el invierno, por influencia del frío.

La floración se produce durante la primavera, originando unas inflorescencias de color blanco cremoso.

Luego de las flores les sigue unos frutos esféricos, brillantes, muy decorativos, de unos 2 cm, achatados por el ápice.

Los frutos aparecen en otoño y suelen permanecer en la planta hasta la siguiente primavera.

Es una planta adecuada para borduras, pero tambien para formar grupos o para cultivo en macetas.

Existen diferentes variedades con los frutos en tonalidades rojas, rosáceas o blancas, todas con un gran valor ornamental.

Gracias a su dilatada permanencia en la mata los vistosos frutos ofrecen un bello colorido durante todo el periodo invernal.

Es en sus frutos donde se encuentra el atractivo de esta planta para destinarla a la decoración.

Para conseguir que las plantas logren producir los coloridos frutos es imprescindible poseer plantas de ambos sexos.



A esta planta, le gusta tener el sustrato siempre lo suficiente húmedo durante prácticamente todo el año.

Para conservar una elevada cantidad de humedad , los riegos han de ser generosos, sobre todo en verano.

El emplazamiento para que se desarrolle de modo adecuado es a pleno sol, todo el año, aunque puede tolerar la semi-sombra.

Tiene una magnífica resistencia ante las bajas temperaturas, y pueden aguantar temporadas largas de heladas aunque los frutos pueden caer de forma prematura durante el invierno.

Hay que añadir fertilizante líquido para plantas verdes al agua de riego, en época de máximo crecimiento.



Generalmente los ejemplares de la Pernetia requieren de una poda de formación sobre las ramas que crezcan de manera desordenada y así, mantengan una buena forma.

La mejor época para propagarla es a mediados del verano, se debe elegir unos cuantos esquejes de unos 12 cm de longitud de tallos semi-leñosos.

Los esquejes hay que colocarlos en un sustrato ligeramente ácido para que enraícen sin problemas.

También es posible mediante semillas, que necesitan un remojo previo en agua tibia durante al menos 48 horas.

Otra opción para propagarla que resulta bien sencilla es mediante la división de la planta.





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Ardisia crenata


Ardisia


Arbusto de tamaño pequeño que pertenece a la familia de las Myrsinaceae. Posee un porte extendido con escasa producción de ramas.

La Ardisia tiene un comportamiento perenne y se puede utilizar indistintamente en interior o exterior dado su excelente facilidad para el cultivo. Procede del Sudeste asiático.

Generalmente su cultivo se realiza en macetas por su moderado tamaño, ya que es raro que exceda de 1'20 de altura.

Nos encontramos ante una planta que goza de una importante consideración gracias al enorme atractivo que le concede sus coloridas bayas, de gran valor decorativo.

Es también muy valorado el que las bayas se mantengan en la mata durante un prolongado periodo, que puede superar el par de meses. Este excepcional hecho, coincide afortunadamente con la época navideña.

Es por ello que en la actualidad, es una de las plantas más adquiridas para la ornamentación del hogar en Navidad.

Las hojas son de color verde muy oscuro por el haz y algo más claras por el envés, coriáceas, con los bordes suavemente aserradas, muy brillantes, lanceoladas, de 7 a 10 cm de largo.

El follaje muestra una característica llamativa, en los filos de las hojas aparecen pequeños abultamientos que contienen colonias de bacterias.

Esto resulta de singular importancia para la planta, ya que forman una relación simbiótica (Relación recíproca entre dos seres de diferente especie).

La floración tiene ocasión en el mes de junio, pero no suma interés a la planta dado su escaso tamaño.

Su principal atractivo son sus bayas, que unido al verde intenso del follaje, le confiere un hermoso contraste.

Las flores de pequeño tamaño, surgen en racimos en las axilas de las hojas, tienen forma de estrella y son de color blanco con un suave viso rosáceo.

Las bayas van apareciendo hacia finales del verano, cuelgan en rebosantes racimos de bayas del tamaño de guisantes.

A medida que maduran van tornándose de tonos coralinos hasta alcanzar el rojo escarlata que las hace tan llamativas.


Las bayas son de muy larga duración y suelen permanecer en la planta durante todo el invierno, ocasionalmente hasta la floración siguiente.

La Ardisia puede ser un magnífico ejemplar para interior, la ubicación idónea es cerca de una ventana, donde reciba una iluminación intensa, sin exponerla al sol directo durante el verano.

No reacciona bien si está dispuesta frente a las corrientes de aire.


En el exterior, hay que protegerla del fuerte viento, debemos tener la cautela de no ubicarla en las zonas que exista esta posibilidad.

El riego debe ser copioso durante su crecimiento, sin que el cepellón permanezca empapado; en invierno, se riega de forma moderada.

Mientras dure el tiempo de calor se debe pulverizar la planta con frecuencia, principalmente antes de la floración.

Para un buen desarrollo de la Ardisia, hay que procurarle lugares frescos, no conviene que la temperatura exceda de los 20ºC.

Se multiplica por las semillas extraídas de las bayas, al final del invierno.

De la misma forma se puede reproducir mediante esquejes tomados entre la primavera y el verano, pero esta fórmula resulta algo más dificultosa y lenta.






Plantas para rincones difíciles - Cuidados cotidianos - Cada una en su sitio -









Mantener las plantas limpias


Cuidados cotidianos para las plantas de interior

Para que una planta de interior muestre toda su belleza, es importante dedicarle algún tiempo a mantenerla limpia del polvo que se va depositando con el tiempo sobre sus hojas.

Esto en su hábitat natural sería la lluvia y el viento los encargados de realizar esta tarea; razón por la cual en su ambiente, las plantas aparecen limpias y lustrosas.

En nuestros hogares la falta de higiene en las plantas puede ser su principal enemigo, ya que impide sus funciones vitales y favorece la aparición de plagas y enfermedades.




Consejos para mantener las plantas de interior limpias y sanas


Agua caliza: si es este el tipo de agua que tenemos en la zona donde vivimos, debemos antes de utilizarla debemos dejarla reposar unas 24 horas o hervirla y dejar que temple antes de usarla.

Secar: después de limpiar las hojas con agua es adecuado secarlas con un paño suave, para evitar la aparición de manchas blancas por la acumulación de cal, sobre todo en las zonas con agua demasiado dura.

Hojas vellosas: son muy delicadas y encima retienen mucho polvo debido a su fina pelusilla. La mejor forma de quitárselo es pasarles un pincel seco, repasando bien las zonas donde se forma el tallo y la hoja. Una vez a la semana será lo apropiado.
Hay que recordar que no se deben mojar ni siquiera al regar.

Hojas grandes: se llenan de polvo con más facilidad que el resto, por eso hay que limpiarlas más a menudo, la suciedad obstruye los poros por los que transpira la planta y disminuye su capacidad de absorber el agua y la luz solar.

Hojas pequeñas: en este caso lo mejor es pulverizar. Además de aumentar la humedad, se evitará la aparición de plagas. Si el ejemplar es demasiado grande, es más práctico meterlo en la bañera y rociarlo con agua templada de la ducha a baja presión.

La mejor agua: el agua desmineralizada es especialmente la más beneficiosa que se puede utilizar para limpiarlas.
Este agua no dejará cercos ni manchas al secarse. Las plantas nos lo agradecerán mostrándose lozanas y brillantes.

Hojas dañadas: es esencial quitar las hojas dañadas o en mal estado.
Si se mantienen en la planta estimulan la aparición de plagas y restan vitalidad a las partes sanas. El peciolo se corta lo más cerca posible de la base.

Flores marchitas: debemos quitarlas en cuanto aparezcan los primeros síntomas de secamiento, para que la planta no tenga mal aspecto y no le reste fuerzas.

Puntas marrones: la falta de humedad y las altas temperaturas secan las puntas de las hojas y las vuelven marrones.
Las partes secas se han de cortar lo más cerca posible de la parte verde y sana de la hoja. Si la hoja está muy afectada es mejor eliminarla.

Gel de baño: diluir una cucharadita de gel en un litro de agua templada y pulverizar a continuación por las dos caras de las hojas, ayudará a que la planta recupere el brillo y mantendrá algunas plagas alejadas.

Agua de lluvia: es la mejor para el riego, siempre que sea recogida y templada antes de su utilización, sacar las plantas de interior bajo la lluvia puede ser más perjudicial que beneficioso, tanto si el agua está muy fría o cae con excesiva fuerza que pueda quebrar algún tallo.

Cerveza: un magnífico método para limpiar y abrillantar las hojas grandes.
En un bol se añade medio vaso de cerveza por cada litro de agua templada, se humedece una esponja suave y se pasa por las hojas, secándolas a continuación.
Lo adecuado es realizar este tipo de limpieza una vez al mes.

Vinagre: muy eficaz para las manchas blancas producidas por el agua que tiene un exceso de cal.
Para evitar este problema, hay que utilizar una mezcla de agua y vinagre, añadiendo un chorrito de vinagre por cada 2 litros de agua de riego.

Abrillantadores de hojas: se deben utilizar siempre con cautela, generalmente su abuso termina por taponar los poros de las hojas impidiéndoles respirar.
Las hojas con brillo propio natural lo mantendrán siempre, si se conservan limpias.
El exceso de brillo que confiere algunos aerosoles abrillantadores a las hojas, las hace poco naturales.





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Nemesia denticulata


Nemesia rosada

Este género de plantas incluye cerca de unas 70 especies, compuestas de plantas anuales o perennes que están catalogadas dentro de la familia Scrophulariaceae.

La Nemesia denticulata es una planta herbácea, de crecimiento compacto, con hojas de condición perenne y que consigue obtener entre los 30 y como máximo 40 cm de altura.

Disfruta de una naturaleza con un desarrollo bastante veloz, y su cultivo puede decirse que no suele presentar apenas dificultades.

En jardinería estas plantas son muy estimadas debido a que ofrece un largo y abundante periodo de floración, que comienza al inicio del verano y puede llegar en flor hasta bien entrado el otoño.

Las flores brotan agrupadas en racimos en el extremo del tallo, son muy vistosas y tienen una agradable fragancia dulce.

Además, las flores cuentan con el aliciente de tener una magnífica condición para el corte, con las que se puede confeccionar ramos de flores frescas.

Para animar a la floración de la planta a que se prolongue durante mucho más tiempo y mayor abundancia, es indispensable ir retirarle las flores marchitas a medida que estas se van secando.

En la parte central de la flor nos encontramos con una especie de pequeña garganta ligeramente abultada de color amarillo penetrante.

Esto es característico en todas los diferentes colores que existen de estas flores.

Los colores de la floración que podemos encontrar varían entre el rosa, blanco, lila o el azul pálido.

Sus hojas son estrechas de forma lanceoladas, de unos 3 cm de longitud, ligeramente gruesas y de color verde penetrante.



Cuenta con unas idénticas condiciones de crecimiento aun en circunstancias distintas, tanto si es ubicada a pleno sol, como situada en emplazamientos de sombra parcial.

Aunque tiene una buena resistencia a las etapas de calor, es en este momento cuando necesitará de riegos generosos.

Una vez la planta esté establecida, tiene cierta tolerancia a pequeños periodos de sequía, así como resistir temperaturas de 0ºC durante periodos cortos de tiempo.

A la Nemesia conviene proveerla de suelos ricos y nutritivos, que estén bien drenados y mantengan cierta humedad constante pero sin llegar a retener el agua.


Abonar cada diez días en época de floración. Se propagan a través de semillas al principio de la primavera.





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Asclepias curassavica


Flor de sangre - Platanillo

Este pequeño semi arbusto mantiene sus hojas de forma perenne, y aunque esta planta es originaria de las regiones tropicales de Sudamérica, se la puede localizar también en diferentes zonas tropicales del mundo.

Es una especie que se encuentra incluida dentro de la familia Asclepiadaceae.

De reducidas dimensiones, posee un porte erguido que alcanza poco más de 70cm de altura, lo que la hace perfecta para cultivar en maceta, aunque generalmente se cultiva en suelo como planta ornamental de jardín.

se acomoda de manera excelente cuando se la emplaza en interior, simplemente se tendrá que ubicar en zonas que la planta pueda gozar de una buena e intensa iluminación.

Lo ideal es lo más cerca posible de una ventana. En exterior acepta bien tanto el pleno sol como la sombra parcial.

Tiene hojas estrechas, largamente lanceoladas de hasta 15 cm de largo, crecimiento opuesto y de color verde vivo.

Las vistosas flores surgen en cimas terminales con aproximadamente unas 20 flores cada una.

Las corolas pueden ser de color púrpura o rojo y los lóbulos de la corona amarillos o naranja formada por cinco segmentos. Existen cultivares con la flor enteramente amarilla.

Florece casi de manera continua, principalmente en lugares con climas templados. Esta planta no tolera bien las temperaturas demasiado bajas.

A las abejas y las mariposas esta planta les resultan enormemente atrayente como fuente de alimento, por lo que es natural, verlas rodeadas de una gran cantidad de estos insectos.

Produce unos frutos espinosos llamados folículos que contienen varias semillas, son de configuración ovalados y de una tonalidad oscura, con un tamaño de unos 6mm de longitud.

Las semillas poseen pelos sedosos que les permiten flotar en el momento que los folículos se abren y existe corrientes de aire, entonces son lanzadas para que puedan alejarse y germinar.



La flor de sangre contiene una savia lechosa que fluye con cada corte o rotura que se le efectúe a la planta, circunstancia que sucede con la mayoría de los miembros de este género.

Necesita de riegos generosos durante los periodos más calurosos de la estación veraniega, el resto de estaciones, algo más moderado.

Los suelos han de ser porosos para que drenen bien. Mientras se encuentre en periodo de máximo desarrollo se debe abonar cada diez o quince días.

Se reproduce de forma sencilla a partir de semillas, o bien por estacas que enraízan también con bastante facilidad.





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Mahonia x media


Mahonia - Maonia

Este es un arbusto híbrido obtenido entre las especies Mahonia japonica y Mahonia lomariifolia.

Presenta un hábito de crecimiento erguido, capaz de alcanzar más de los 3 metros de altura cuando se establece en tierra de jardín, aunque siempre será algo menor, cuando es cultivado en maceta.

El género fue denominado así en honor del horticultor de Philadelphia, Bernard M'Mahon.

Entre todos los componentes se conocen unas 70 especies repartidas por países asiáticos y americanos. Todos ellos están integrados dentro de la familia Berberidaceae.

Las Mahonias se utilizan sobre todo para cubrir el suelo, y por lo general se plantan delante de plantas más altas.

Son poco exigentes, de fácil cultivo, y se adaptan correctamente a ubicaciones con sol directo o lugares algo más sombreados.

Las hojas de la M. x media tienen un carácter perenne, miden unos 10 cm de longitud, son coriáceas y brillantes, están compuestas de 5 a 10 foliolos ovalados, salpicadas de dientes espinosos en los bordes, con un color verde profundo.

Las flores están dispuestas en largas espigas de naturaleza erguida, cada vara del tallo floral puede llegar a tener hasta 50 cm de longitud y están formados por densas agrupaciones de las que emergen una enorme concentración de pequeñas flores de color amarillo intenso o amarillo dorado.


Su periodo de floración se extiende desde el mes de noviembre hasta el mes de marzo.

Estos arbustos en general tienen una buena tolerancia al frío y aguantan temperaturas por debajo de cero grados, sin embargo, pueden llegar a perder las hojas por el exceso de calor en periodos muy prolongados.

Es necesario para su cultivo que se le ayude abasteciéndola de suelos ricos y fértiles, que disponga de un buen drenaje, pero el sustrato pueda mantener una cierta humedad.

Aunque prospera bien en cualquier tipo de suelos no suele tener una buena respuesta ante los suelos demasiado ácidos.

Produce unas bayas globulosas de coloración azuladas o negruzcas, que contienen las semillas.


Las podas se efectúan de manera ocasional para vigorizar a la planta, resulta posible mantenerla con una altura razonable, pues soporta perfectamente la poda, que se debe realizar inmediatamente después de la floración.

Hay que mantener cierto cuidado con los tallos ya que están cubiertos de pinchos, las hojas también pueden causar daño.

Estos arbustos se multiplican mediante siembra de semillas, por esquejes o por división de la mata; en jardín también se utiliza para su propagación el acodado.





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Heuchera micrantha


Campanas de coral

Esta planta herbácea pertenece a la familia Saxifragaceae. Es natural de Norteamérica y se trata de una planta que cuenta con un follaje de carácter perenne.

Disfruta de un alto interés decorativo que le confiere sus coloridas hojas, con una gran diversidad de color que abarca todos los matices en sus múltiples híbridos.

Existe un importante número de estas elegantes plantas, pero prácticamente en todas, su cultivo se realiza principalmente por el cromatismo de sus hojas tremendamente decorativas.

En el jardín forma un espléndido contraste con ejemplares de follaje verde, además, es idónea para acoplar en la formación de grupos o conjuntos decorativos con otras plantas que estén en flor.

Se cultiva con los mismos espléndidos resultados, tanto en suelo como en macetas.

Posee grandes hojas palmeadas y lobuladas que se desarrollan sobre un largo peciolo, según las diferentes variedades los bordes de las hojas pueden ser ondulados o incluso bastante rizados.

Forma una mata densamente poblada de hojas con una apariencia y aspecto redondeado, no suele alcanzar demasiada altura, en general, no excede de los 40 cm de alto.

La ubicación donde mejor se encontrará la Heuchera es en una posición semi-soleada, en la que reciba al menos unas cuantas horas de sol al día.

En regiones con veranos demasiado calurosos es preferible disponerla en zonas sombreadas, que ofrezcan una luz suavemente matizada.

Necesita disfrutar de una humedad constante, y nunca se debe permitir que el sustrato se seque por completo. Los suelos hay que procurar que sean ricos y fértiles.

Un buen regado por encima de sus hojas de tanto mantiene la planta fresca y le resulta muy beneficioso.

Produce entre finales de la primavera y mediados del verano unos grupos de pequeñas inflorescencias formando racimos.

Las flores son de color blanco rosado, y crecen sobre finos y largos tallos de color rojizo que sobresalen notablemente en altura del follaje.



Esta Heuchera y como sucede en la inmensa mayoría del género, la floración no añade en absoluto más belleza a la planta, en todo caso un toque interesante, sin más.

Por este motivo se puede eliminar los tallos florales en cuanto comiencen a aparecer y dejar que toda la energía la dedique a lo que verdaderamente hace atractiva esta planta, sus tierno y colorido follaje.

El método más sencillo para conseguir nuevas plantas es mediante la división de la mata, se toman diversos fragmentos y se plantan de forma individual.

El momento más adecuado para llevar a cabo la reproducción es durante la primavera.





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