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Lewisia cotyledon


Levisia - Lewisia -


Durante mucho tiempo la Levisia ha sido una planta de rocalla poco común, pero afortunadamente en la actualidad se utiliza con mucha frecuencia en jardines rocosos.

Principalmente es entre las grietas de las rocas donde se desarrolla y asienta  en su hábitat natural de las Montañas Rocosas de Norteamérica.

Es un género de plantas suculentas de gruesas raíces rojas, que pertenecen a la familia de las Portulacaceae.

Comprende algo más de una veintena de especies persistentes, la mayor parte de ellas son bastante fáciles de cultivar.

Si se tienen en cuenta sus particulares exigencias, esto es, climas cálidos y atención al riego.

Aunque es perfecta para cultivar en contenedores, es en suelos pedregosos, o entre las fisuras de las grandes piedras de una rocalla donde quedará perfecta y resaltará mejor su atractivo.

Esta Lewisia es una especie de porte pequeño y gran belleza, que necesita para su desarrollo un suelo provisto de un buen drenaje y de una posición adecuadamente soleada.

Presenta unas rosetas de angostas hojas gruesas, lisas, carnosas, de 3 a 15 cm de largo, de color verde claro, con el limbo foliar que se ensancha en el extremo, siendo éste redondeado, los bordes generalmente están ondulados.

En ocasiones, los bordes de las hojas jóvenes están suavemente dentados.

Las flores se agrupan en largas panículas, que surgen generalmente entre los meses de mayo y finales de junio, pero pueden florecer varias veces en un mismo año en los climas cálidos.

Cada flor puede tener hasta 15 pétalos anaranjados o melocotón, incluso de color blanco, sin embargo, por lo general, son de color rosa pálido adornados con bandas estriadas y coloreadas, que se oscurecen a continuación.

Es una especie con una gran facilidad para la hibridación, lo que explica la variedad de colores.

Hay que protegerla ante todo de una excesiva humedad del suelo de cultivo y tratar de proporcionarle el mejor drenaje posible para que el agua sobrante no tenga problemas en fluir.


Es en el cuello de la planta donde reside su sensibilidad a la humedad ante los excesos de agua y que presenta el principal problema de cultivo.

Es en invierno cuando se debe tener especial atención de que el sustrato no se sature de agua.

Es preferible que padezca un periodo de escasez de agua que una demasía.

Prefiere disfrutar de situaciones de pleno sol durante todo el año, preferentemente cuando está en periodo de floración.

Aunque crece en cualquier tipo de suelos, le gusta que sean ligeramente ácidos y que estén bien drenados y sean algo arenosos.

Puede presentar ciertos inconvenientes si se la cultiva en jardines de zonas lluviosas, dado que el exceso de agua pudre las raíces y acaba con la planta.

La Lewisia posee largas raíces carnosas, por lo que puede ser algo dificultoso su trasplante si se encuentra en el suelo y se pretende disponerla en una maceta.

El fruto es una pequeña cápsula con semillas finas. Cada ejemplar suele producir las semillas necesarias para formar un interesante número de nuevas plantas.

Se multiplica con facilidad por medio de semillas, se siembran cuando alcanzan la madurez y germinan con celeridad.





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Guzmania lingulata


Guzmania


Este género se llama así, en honor de Anastasio Guzmán, naturista español del siglo XVIII.

Es un llamativo grupo de plantas exóticas y tropicales originario de una zona muy extensa de las selvas de las Antillas y de las zonas noroccidentales de Sudamérica.

Aunque son plantas epífitas son tratadas generalmente como si se desarrollasen en el suelo.

Como todas las Bromelias, las hojas de la Guzmania crecen en forma de roseta sin tallo; las bases de las hojas están curvadas hacia dentro y se superponen unas sobre otras, formando una cavidad que conserva el agua en el centro de la planta.

Afortunadamente la Guzmania es una planta muy fácil de cuidar y, siempre que se riegue adecuadamente no sufrirá complicaciones.

Esta planta herbácea, perenne se cultiva por su follaje decorativo y sus inflorescencias de colores claros, con brácteas que crecen en el centro de los rosetones de hojas lineales, de color verde satinado y con forma de espada.

La inflorescencia surge en verano y está compuesta a base de brácteas rojas que se abren a modo de grandes pétalos, mientras que las centrales es de donde emergen las pequeñas flores blancas con las puntas amarillas.

Las flores son realmente efímeras y es difícil que florezca en el exterior de un invernadero.
Requiere una luz abundante para conservar los colores de las brácteas intactos durante todo el tiempo que se pueda.

El alimento que necesita se le puede proporcionar cada cuatro semanas, añadiendo unas cuantas gotas de fertilizante muy suave al agua de regar el receptáculo central, que se debe mantener siempre lleno de agua, cambiándola de vez en cuando para mantenerla limpia y fresca.

El receptáculo o urna es lo que interesa que tenga continuamente algo de agua, sin embargo, el sustrato sólo se debe regar de forma muy esporádica y moderadamente; un sustrato demasiado mojado pudrirá con rapidez la planta.

El agua es conveniente que esté libre de cal y no esté demasiado fría. Prefiere una posición sombreada.


Tolera las temperaturas altas, pero si bien agradece el calor, necesitará una dosis elevada de humedad ambiental humedeciendo las hojas con frecuencia.

Las Guzmanias florecen sólo una vez, pero producen vástagos que pueden florecer al año siguiente.

Las rosetas que han florecido han de cortarse, ya que ello provocará el crecimiento de los vástagos.

A finales del otoño, después de la floración, el follaje de la planta comenzará a marchitarse y a perder color; es el momento de cortar la roseta marchita a 5 cm de la base de la planta, cuidando de no dañar los vástagos.

Luego se sigue cuidando hasta la llegada de la primavera, que habrá que quitar los vástagos con cuidado y plantarlos individualmente en macetas pequeñas, usando un sustrato con base de turba y mezclado con una cantidad igual de arena gruesa.

Las nuevas plantas precisan una posición ligeramente umbría y libre de corrientes de aire. La planta madre se puede tirar, ya que no volverá a florecer.

A la hora de comprar una Guzmania hay que buscar una planta con una cabeza de flor fresca y llamativa.

Hay que buscar también cualquier signo de vástagos que se estén formando en la base de la planta; cuantos más hay, mayor número de plantas se tendrán al año siguiente.

Es posible encontrar en centros especializados, otras variedades con inflorescencias bastante dispares, tales como la Guzmania conifera.





Guzmania conifera
De esta Bromelia podemos encontrar diversas variedades bien sean naturales o hibridadas de floraciones diferentes, de color, tamaño y forma.
La roseta que genera tiene un buen tamaño ya que alcanza los 90 cm de altura.
Las hojas son rígidas en forma de lengua y ligeramente arquedas.
Sus cabezas de flores, que aparecen al final del verano, son largas y en forma de cono. Compuestas de brácteas de color rojo brillante con los extremos naranja que rodean las pequeñas flores.
Los cuidados en general son los mismos que se efectúa con el resto de bromeláceas





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Aspidistra elatior


Pilistra - Apilistra - Hojas de salón

Aspidistra elatior

Ninguna planta de interior es tan bien conocida como la Aspidistra.

Es una hermosa planta ornamental que si se la trata bien puede permanecer con nosotros durante muchos años, es más, puede pasar de una generación a otra dado su longevidad; se conocen ejemplares que superan de los 100 años de vida.

Por el contrario, está su lentitud para convertirse en un ejemplar voluminoso, en general, produce en torno a unas 5 ó 6 hojas al año.

Esta dilación en su desarrollo hace de la Aspidistra una planta con un coste elevado, y eso, en las ocasiones que se logra encontrar en los centros de jardinería, cosa no muy común.

Pertenece a la familia Liliaceae y proviene del extremo oriente, principalmente de las selvas de China.

Se trata de una planta herbácea, de condición perenne, con raíces rizomatosas y tallos subterráneos.

Es un elemento básico para un jardín con sombra y perfecta para acomodarla en patios, terrazas y jardines en las zonas de inviernos cálidos.

Las exigencias de la Pilistra son realmente muy básicas, y crece incluso en los lugares con peores condiciones.

Pese a su fama de ser tolerante a situaciones de sombra tenaz, no crecen bien, crecerá mejor con una posición luminosa y generosa humedad ambiental.

Es una planta de follaje duro y coriáceo, cuyas hojas crecen individualmente y presentan un largo peciolo.

Son largamente lanceoladas, de color verde vivo que se van oscureciendo con el tiempo y que alcanzan una longitud de más de 50cm.

A veces, en verano, produce pequeñas flores de un rosa encarnado y en forma de estrellas que se ocultan en la misma base de los tallos.

Es muy probable que se las pase por alto si no se mira detenidamente.

Se halla también la variedad veteada con hojas rayadas en vivos colores verdes y blancos.

Es ligeramente más exigente que la variedad ordinaria, ya que necesita mucha más luz para conservar las manchas jaspeadas de sus hojas.

Existen otros tipos variados de Aspidistras: con amplias franjas de color crema, otras con hojas verdes, estrechas y acintadas, además de con puntos amarillentos o copiosos lunares blancos, y también con pequeñas hojas de color negruzco y moteadas.

En tiempo caluroso hay que regarla regularmente, pero sin llegar a saturar el compost.

En periodo de crecimiento se abona una vez al mes con un fertilizante muy suave o con la mitad de lo recomendado en la etiqueta.

El exceso de abono causa que las hojas se partan o agrieten, mejor siempre quedarse cortos.

Aspidistra elatior de "Hoja jaspeada"

Las hojas agradecen una limpieza periódica por ambas caras, con un paño o esponja humedecida en agua algo jabonosa y secadas a continuación.

Es adecuado proporcionarle a la Pilistra temperaturas en torno a los 13-15ºC, y luz brillante e indirecta.

No es preciso un cambio de maceta hasta que las raíces hayan colmado por completo el contenedor.

Las plantas grandes y maduras se les puede retirar la capa superficial del sustrato y reemplazarlo por uno fresco.

Durante los meses invernales hay que dejarla de abonar por completo hasta la llegada de los días cálidos primaverales, reduciendo asimismo la cantidad de agua.

Las plagas no suelen ser un contratiempo, sólo si la planta está abandonada y demasiado seca puede ser atacada por cochinillas debajo de las hojas y los tallos.

Para propagarla se dividen las raíces en primavera, cortando con un cuchillo bien afilado y cuidadosamente una pequeña sección de raíz carnosa con cuatro o cinco hojas sujetas a ella.

Se planta firmemente, manteniéndola un poco húmeda y a una temperatura cálida, hasta que se establezca bien, lo que comportará algunos meses.




Curiosidades de esta planta:

La Aspidistra es sin duda imprescindible en los patios típicos andaluces. Es una planta que no falta nunca.

Antiguamente se cultivaban en cubos de hierro de donde la planta tomaba ese importante nutriente tan necesario.

También se solía añadir a la tierra unos cuantos clavos de hierro para obtener el mismo efecto.

Desde siempre se acostumbraba a que cuando se dividía alguna Pilistra se regalaban algunos fragmentos entre parientes y amigos.





Proteger las plantas en otoño 1 -    Proteger las plantas en otoño 2 -

Las plantas en otoño - Colores del otoño -



Aechmea fasciata


Piñuela - Achemea


Su hábitat natural es la zona tropical de Brasil. Es con razón una planta muy popular por su fácil cultivo y su valor altamente decorativo.

Otra de las razones que hace que la Piñuela sea una magnífica planta de interior es ser poco susceptible al ataque de plagas.

En la naturaleza estas plantas son epífitas, pero en cultivo siempre son tratadas como terrestres.

Las hojas están colocadas en un rosetón muy imbricado hasta formar una espiral con un hueco redondo o tubular en la parte central, del que nace la única inflorescencia que produce; esta es una característica prácticamente común de los géneros de esta familia.

Esta especie tiene las hojas rígidas y arqueadas, de alrededor de 10 cm o algo más y 45 ó 50 de largo, con pequeñísimas púas a lo largo de los bordes.

Éstas son de color verde grisáceo con rayas horizontales de color gris plateado.

La inflorescencia que a veces alcanza una altura de 40 cm consta de un gran número de brácteas rosas y espinosas que pueden durar como mucho 6 meses, mientras que las pequeñas flores azules son de corta vida.

Las florecillas surgen entre el cono de brácteas, son de color azul brillante que luego se tornan rojizas y mueren. Cada roseta produce una espiga cuando madura.

La Piñuela se compra generalmente en flor, en este caso sólo necesita una luz moderada para desarrollarse. Es poco probable que florezcan las plantas en condiciones normales de interior, ya que necesitan de una fuerte luz intensa y una atmósfera muy húmeda.


La copa central actúa como un depósito de reserva y nunca debería secarse, pero conviene vaciarla periódicamente y volverla a rellenar para que el agua no se corrompa.

En verano es necesario practicarle un riego regular, pero no demasiado frecuente en invierno.

Conviene tener presente que al igual que la mayoría de las Bromeliáceas, tanto sin son epífitas como terrestres, son propensas a la putrefacción del cuello si la tierra del alrededor está siempre demasiado mojada.

Esto significa que estas plantas no toleran la doble dosis de humedad, una interna y otra externa.

La clave para este tipo de plantas está en la humedad ambiental y en el riego.

Hay que regarla y pulverizarla con agua templada no calcárea.

Es preciso procurarle un ambiente cálido, bien aireado y siempre fuera de las corrientes de aire.

Usar tiestos pequeños, y cuanto más poroso sea el sustrato mejor, con una buena y profunda capa de drenaje, que cumpla además con la función de otorgar estabilidad a la planta, dado que un ejemplar acabará teniendo un volumen y peso importante que tendrá que soportar el contenedor.


En regiones de clima tropical se puede cultivar en el exterior sin problemas, en cambio en regiones con inviernos fríos se debe situar en el interior.

Es importante respetar su descanso invernal reduciendo los riegos y la temperatura.

Desde el mes de abril hasta septiembre se abona con un fertilizante líquido para hojas añadido al agua de regar la copa central, cada dos semanas aproximadamente.

Como otros miembros de la familia, una vez que el rosetón de hojas ha florecido, se marchita y muere lentamente.

Pero será reemplazada por los nuevos hijuelos que formará a su alrededor la mata.

Mientras tantos los retoños se habrán desarrollado alrededor de la base y pueden ser separados y usados para reproducir nuevas plantas. Lo mejor es esperar a que hayan formado algunas raíces.





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Nidularium billbergioides


Nidulario


Estas atractivas plantas forman parte de la familia de las Bromelias, más conocidas como plantas "urna".

Todo el que ha tenido una planta perteneciente a este género sabe que son fáciles de cuidar y muy decorativas.

La Nidularium es quizás dentro del grupo una de las especies más populares.

Al igual que la mayoría de las Bromelias, está formada por una roseta de hojas arqueadas que en el centro forma una especie de copa, donde acumula agua.

La roseta puede llegar a medir en algunos casos hasta 45 cm de diámetro y cada una de las hojas brillantes y puntiagudas está bordeada de una hilera de espinas muy cortas y grisáceas.

Lo más atractivo de esta planta es su magnífica cabezuela de flores, que crece desde el centro de la roseta, hasta sobrepasar la altura de las hojas. Por lo general florece en verano.

El tallo de flores está recubierto por brácteas triangulares de color castaño rojizo, muy puntiagudas, que envuelven las pequeñas florecillas blancas.

Algunas variedades tienen unas hermosas brácteas amarillas en el centro, otras variedades también muy populares.

Tienen brácteas internas de colores alrededor de la "copa" central, las cuales, por lo general, avivan su color en el periodo de la floración.

Hay que mantenerla en un lugar fresco, donde no le llegue los rayos directos del sol.

La copa central se riega de forma más abundante que el sustrato ya que éste se debe conservar apenas húmedo.


Si es posible hay que utilizar agua de lluvia o previamente hervida, en especial para la cavidad central, manteniéndola prácticamente llena hasta el borde.

Agradece que se le alimente con un fertilizante para hojas, que se debe añadir al agua que se utilice para llenar la copa central, cada dos o tres semanas.

Es recomendable cambiar el agua de la copa aproximadamente una vez al mes y se vuelve a llenar con agua fresca.

Durante la temporada de crecimiento la temperatura ideal es de alrededor de 24ºC. Disfruta con una atmósfera húmeda; así que hay que rociar las hojas con agua regularmente.

Su cultivo no presenta demasiados problemas, la mayor parte de ellos están relacionados con la falta de agua y la humedad. Las hojas pierden brillo y comienzan a marchitarse prematuramente.

Las bajas temperaturas combinadas sobre todo con el exceso de agua, pueden provocar que la base de las hojas centrales de la roseta se pudran.

Las rosetas del Nidularium tienen corta vida, ya que florecen una vez y luego mueren lentamente.

Pero esto no supone ningún inconveniente, porque produce retoños, pero éstos florecen con la temporada siguiente o al siguiente verano, depende de lo desarrollados que estén.

La roseta vieja, que ya ha florecido, se corta en primavera, en abril o marzo, a unos 5 cm de la base de la planta, teniendo mucho cuidado de no dañar los retoños.


Las pequeñas rosetas se trasplantan a una maceta de una medida mayor, utilizando una buena mezcla de sustrato que podemos encontrar en centros especializados.

Cultivar Nidulariums mediante semillas no es una labor excesivamente difícil y permite lograr un buen número de ejemplares.

Se prepara una bandeja para semillas o en una maceta se rellena con partes iguales de turba y de arena gruesa, bien humedecida.

Las semillas se distribuyen sobre la superficie del compost y se coloca el recipiente en un lugar bien cálido.

Una vez las semillas hayan germinado, a las cuatro semanas aproximadamente, las plántulas de descubren, manteniendo la temperatura pero incrementando la luz.

Cuando tengan un tamaño oportuno se plantan de manera individual a una maceta mayor. A los tres años, florecerán.





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Weigela florida 'Variegata'


Veigela jaspeada - Veigela variegada

Weigela florida 'hoja verde' ➤



Es uno de los arbustos con flores más hermosos de nuestros jardines y con un crecimiento realmente ágil.

Proviene de China septentrional y conforma un arbusto compacto de tallos leñoso y hojas caducas, que puede alcanzar sin problema de 2 a 3 metros de altura y casi lo mismo en anchura.

Es además un arbusto muy ramificado, perfecto para tapizar estructuras metálicas o el recubrimiento de muros de mediano tamaño.

Para terrazas se puede cultivar en grandes macetones, o mantenerla con un tamaño más limitado en jardines reducidos; de todas las formas.

Resulta impresionante ver a la Weigela cubierta totalmente por la floración, llega a ser tal en número de flores que la cubre que incluso es difícil ver el follaje.

Sus hojas son ovaladas de color verde oscuro jaspeado en el centro y blanco cremoso hacia el borde; las orillas de las hojas están finamente dentadas y perfiladas con una delgada línea de color rojizo.

Pese a que también podemos encontrar este arbusto con las hojas totalmente verdes (Weigela florida), es sin duda esta variedad de colores variegados la más llamativa y atractiva, aun cuando no está en flor, dado lo ornamental de sus hojas.

Las flores surgen de manera solitaria o en ramilletes axilares formado un gran número, tienen forma de embudo de unos 3 cm de largo, con 5 pétalos unidos por la base; se encuentran en color rosa, rojo o blanco, el interior de la garganta goza de un color rosa más intenso.

Su rica floración aparece de mayo a junio y algunas flores solitarias nacen incluso después de este periodo. Las flores les resultan atrayentes para las mariposas y los colibríes.

Prospera en emplazamientos a pleno sol, pero tolera una sombra ligera. Las ubicaciones menos soleadas serán preferibles en zonas con veranos largos y ardientes, ya que las hojas pueden llegar a quemarse por efecto del intenso sol.


Es poco exigente en lo referente a los suelos, ya que se adapta y tolera diversas condiciones ligeros, porosos, bastante nutritivos, ni con excesos de agua ni demasiado secos.

Está especialmente bien adaptado para soportar las condiciones de frío que se presenta en invierno, pero no así resistirá situaciones de heladas.

En estos casos, toda la parte aérea se perderá si se hiela durante los inviernos rigurosos, pero el arbusto se recupera habitualmente con la llegada de la primavera.

Para las zonas de inviernos rigurosos conviene protegerla cubriéndola con plásticos u otro material que la aisle del frío, pero que le permita llegar la luz del sol.

Las podas se deben acometer cada año si la planta se está convirtiendo en una mata desgarbada y poco atractiva.

Una poda suave puede hacer que la sucesiva floración sea más fecunda, esta se debe realizar justamente una vez acabada la floración.

No resulta difícil propagarla, una labor que se puede realizar prácticamente durante casi todo el año, aunque los meses cálidos se produce de manera más cómoda. Para ello hay que tomar de la planta estacas jóvenes o semi-maduras.





    Otras especies de Tillandsias -     Bromelias -    Weigela florida 'hoja verde' -





Erica gracilis


Erica gracilis y Erica carnea

Brezo - Erica


Erica gracilis

Este género posee varias especies de plantas cuyo interés ornamental reside principalmente en su colorista floración. Ver Erica hiemalis ➤

El color de las flores depende de la variedad de la especie, pero siempre resulta muy llamativa. Se presenta con la forma de un arbusto relativamente robusto, denso, que alcanza unos 60 cm de altura.

Existen numerosos cultivares con flores en tonos rosáceos. En general el cultivo y cuidado de la Erica es el mismo que el resto de las especies de Brezos donde se incluye la Calluna.

Necesitan que la humedad sea elevada manteniendo el sustrato siempre ligeramente húmedo, la mayoría de las veces el fracaso en su cultivo está relacionado con la falta de agua y el regarla con agua que contiene cal.

El suelo apropiado es aquel que sea especialmente ácido, aunque hay variedades que toleran suelos neutros. Se deben situar siempre a pleno sol.

En interior su cultivo suele malograrse por la falta de ventilación, el exceso de calor y lógicamente la falta de sol, por ese motivo es mejor ubicarlas en terrazas donde gocen de una situación soleada al menos unas cuantas horas al día.

A estas plantas les encanta las temperaturas frescas, es más, soportan mucho mejor el frío intenso que el fuerte calor.

Los Brezos apenas necesitan ser abonados, cuando se utilice algún fetilizante debe ser especial para plantas ácidas y empleando dosis comedidas.

Deben podarse anualmente para que los ejemplares crezcan compactos, incluso practicar algún recorte sobre los extremos de los tallos durante su desarrollo. lo mejor es realizar una poda ligera en primavera después de la floración.


Erica carnea

Las Callunas y Ericas se han convertido en unas plantas muy populares, ampliamente utilizadas para la decoración navideña.

Por este motivo muchas variedades de Brezos se pueden encontrar prácticamente durante todo el invierno, gracias a la floración forzada, practica muy habitual realizada por los viveristas.

Las especies de floración invernal requieren un terreno suelto y poroso. No hay que olvidar que prefieren un suelo ácido o en su defecto con una buena porción de turba añadida.

La falta de agua en el sustrato provocará la caída de las hojas y el exceso pudrirá las raíces.

Se propagan mediante esquejes plantados en turba pura húmeda. El proceso de enraizado es bastante largo y no siempre acaba con éxito cuando se hace de manera doméstica.





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Ficus


Ficus de interior - Página 2


Luz: en general los Ficus precisan de buena iluminación, incluso algunos como el Ficus lyrata o el Ficus elastica, éstos se encuentran muy a gusto a pleno sol cuando son ejemplares adultos.

En regiones de clima frío pueden estar sometidos a la luz solar todo el día, de hecho, lo agradecen. Así, según la especie o variedad, la luz necesaria puede variar ligeramente.

En el caso del Ficus pumila y algunos cultivares que son utilizados como plantas de interior no se deben exponer nunca al sol.

Sustrato: para estas plantas es importante disponer de un sustrato suelto, poroso y que contenga gran cantidad de materia orgánica.

Riego: les perjudica el exceso de agua, esto puede dar lugar a la caída de las hojas inferiores. Por este motivo es conveniente regarlas de forma moderada.

Al principio, hasta que las plantas estén prendidas en su nuevo medio, se deben regar con mucha moderación. En verano los riegos deben ser abundantes. Un rociado regular sobre las hojas es muy beneficioso.

Flores: En interior no se presentan nunca. Son muy pequeñas y sólo aparecen en las plantas viejas, además no representan ningún valor ornamental.

Los frutos son grandes, en forma de pera y se conocen con el nombre de higos, comestible en muchos casos.

Multiplicación: aunque los Ficus pueden propagarse por semillas, el método más empleado es a través de esquejes terminales o por acodo. Necesitan siempre una temperatura alta para enraizar.

Longevidad: se trata de plantas que si se mantienen bien cuidadas pueden llegar a conservarse perfectamente durante muchos años en nuestro hogar. Una vez adquieran un tamaño que se haga dificultoso su manipulación o sobrepasen el lugar que se les ha destinado, se pueden emplazar en el exterior.

Característica: algo típico en las plantas de este género, es la secreción lechosa llamada látex que segregan al cortar cualquier parte de la planta.



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Ficus elastica
Ficus elastica variegata
Ficus lyrata
Ficus microcarpa
Ficus pumila
Ficus pumila variegata
Ficus umbellata
Ficus melany
Ficus montana






     






Helechos

Helechos - Página 3 -

Cultivar Helechos ➤
Trucos y consejos fáciles ➤





Nephrolepis exaltata (Helecho espada - Helecho rizado) Es sin duda el más popular y elegante de todos los Helechos que se utilizan para la decoración de interiores.
Muy ornamental y apropiado como planta colgante, admite también su cultivo directamente en tierra si se trata de jardines sombreados.
Forma una gran roseta de amplios frondes verdes pinnados, con foliolos de gran diversidad de formas, y que pueden llegar hasta 1´2m de longitud. Los frondes nacen verticales y se arquean ligeramente al crecer.
Situar en zonas con luz abundante, pero sin sol directo. En verano se debe regar regularmente con agua no calcárea levemente templada y pulverizar con frecuencia las hojas.






Pellaea rotundifolia
(Helecho botón) Estas pequeñas plantas rizomatosas crecen silvestres en distintas partes del mundo.
Su apariencia no es la de un típico Helecho; las oscuras hojuelas verdes son redondeadas y de bordes levemente dentados. No obstante, sus frondas como la mayoría de los Helechos, forman una roseta espesa y arqueadas; esta característica la hace ideal para cestas colgantes.
Se riega de forma abundante, de manera que el compost se mantenga siempre húmedo; es de vital importancia que el sustrato no se seque nunca por completo, aunque tampoco dejar que permanezca empapado.
En climas cálidos estas plantas pueden seguir creciendo en los meses invernales, en vez de tener un periodo de descanso.
Es fácil de cultivar y no exige demasiados cuidados, pero no le agrada que le quede agua fría sobre sus hojas.   Ver ficha  ►






Platycerium bifurcatum
(Cuerno de alce) Los miembros de este pequeño grupo de Helechos son de los más bonitos y extraordinarios de toda la familia.
Son plantas epifitas y originarias de diversos países tropicales.
Poseen una pelusilla natural que recubre sus hojas, que no se debe tratar de quitar.
El Platycerium tiene frondas fértiles de unos 90cm de largo, con dos o tres lóbulos, de color verde grisáceo.
Se deben situar en lugares luminosos y bien ventilados, con una temperatura de entre 21 y 24ºC.
Son plantas de interior más resistentes que la gran mayoría de sus parientes los Helechos, capaces de tolerar temperaturas bajas, una atmósfera seca e incluso el olvido ocasional de riego.   Ver ficha






Pteris cretica
(Helecho orlado) Crece en las selvas húmedas tropicales y subtropicales de todo el mundo, y presenta diversas formas y cultivares.
Las gráciles frondas pinnadas tienen foliolos en forma de estrechas y largas cintas puntiagudas en ocasiones rizadas y en diversas gamas de verdes.
Otras variedades poseen las hojas veteadas en blanco cremoso o bandas centrales blancas.
Los largos peciolos tienden a arquearse por el peso de las hojas, lo que le da a la planta un aspecto muy bello y delicado.
La elegancia y la gran diversidad de la Pteris la hacen muy apropiada para la creación de centros decorativos, Especialmente resulta muy idóneo combinarla con otros ejemplares de necesidades similares. La humedad extra que le aporta estar cerca de otras plantas le será muy beneficioso.  Ver ficha






Aglaomorpha coronans
(Hoja de serpiente) En su follaje es donde se encuentra la originalidad de este Helecho, la superficie de sus hojas de color verde oscuro y brillante presenta un distintivo muy característico, unas marcas que se parecen a las que luce la piel de serpiente.
Las hojas van cambiando su aspecto a medida que la planta envejece, de forma que es normal que ejemplares en diferentes fases de crecimiento puedan presentar apariencias dispares.
En las plantas maduras se puede observar unos rizomas gruesos y lanudos en la base de la planta, estos rizomas están densamente cubiertos por largos pelos de color dorado y que acaban por desbordarse del contendor.   Ver ficha




   


Tillandsias


Tillandsias -     Plantas del aire - Página 2 -



En interior a las Tillandsias conviene situarlas cerca de una ventana. Si se cultivan en el exterior se debe tener mucho cuidado con los cambios bruscos de temperatura.

En posiciones de semi-sombra y al abrigo de otras plantas es donde se encontrarán mejor. Las Tillandsias de hojas grisáceas son las variedades que toleran bien las situaciones a pleno sol.

Para regar este tipo de plantas lo más apropiado es utilizar agua blanda o agua de lluvia recogida, si ello no es posible se debe ablandar el agua de casa agregando unas gotas de vinagre cada 5 litros.

El riego principal en el caso de determinadas Tillandsias se ha de realizar llenando (con agua blanda que se habrá entibiado previamente un poco) la copa o roseta formada por la unión de las hojas. En verano siempre ha de mantener agua en esta copa, renovándola cada cierto tiempo.

Necesitan pulverizaciones regulares de agua para mantener humedad alrededor de ellas, que se puede aprovechar además, para aportarles una vez al mes abono foliar diluido.

La manera más fácil para su reproducción es la separación de las pequeñas plántulas llamadas "hijuelos" que brotan del tallo de la planta madre, que llegan a tener su propio sistema de raíces y que arraigan con facilidad una vez separadas. Esto sucede por lo general después de la floración.

Una sola planta puede tener varios hijuelos que pueden ser separados con mucho cuidado y plantados en macetas pequeñas, utilizando un compost poroso, con base de turba.

También pueden ser cultivados estos retoños sobre trozos de pequeños troncos fijándolos con alambre recubierto de plástico.
En ambos casos la división se realiza entre junio y septiembre y se mantienen las nuevas plantitas en un lugar cálido y húmedo durante unas semanas.









Tillandsia 'Samantha'

La planta conforma una roseta grande y armoniosa de largas hojas brillantes de color verde pálido curvadas hacia dentro.
Del centro de la roseta surge erguido un tallo vigoroso con numerosas espigas florales, formadas de brácteas de una delicada coloración rosada que al abrirse muestran pequeñísimas flores amarillo pálido.
Las pequeñas flores son poco vistosas y tienen una duración efímera, pero las brácteas rosadas permanecen en la planta durante semanas. Ver ficha





Tillandsia tricolor var. melanocrater


Si se fija la planta a un armazón de madera rústica se encontrará cómoda y si se le ofrece un entorno húmedo mostrará toda su belleza exótica típica de las Tillandsias.
Las opciones decorativas con este tipo de plantas son infinitas.

Esto es posible gracias a su naturaleza epífita que le permiten prosperar en un entorno falto de sustrato.
Produce una espiga floral de brácteas de color rojizo que guardan las diminutas flores. Necesita de un entorno húmedo y una luz intensa sin exponerla al sol directo.





Tillandsia usneoides

Nombre común: Musgo español

Esta es una de las variedades de Tillandsias más curiosas, ya que desarrolla largos cordones rizados de color grisáceo que forman una especie de "barba" colgante de 1-2 m de longitud.

Puede cultivarse sobre un trozo de corteza o un pequeño tronco, esto le dará un atractivo aspecto. Se nutre por las hojas.

Posee una especie de raíces que en su ambiente natural le sirve para fijarse a un soporte, generalmente la rama de algún árbol.

Sus flores son muy pequeñas y raramente florece. Se propaga por fragmentos de tallos con relativa facilidad durante finales de la primavera y el inicio del verano.






Tillandsia xerographica

Resulta una excelente planta para interior que por lo general es poco susceptible al ataque de plagas.
Lo curioso de esta planta es que no requiere de sustrato ni de contenedores para su desarrollo, esto es común en las Tillandsias.
Forma una roseta grandes de hojas grises y duras, carentes de brillo y de tacto áspero.
Pese a que son plantas muy resistentes y se adaptan a casi todos los ambientes, no conviene que la temperatura en invierno descienda por debajo de los 10ºC.