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Trucos y consejos fáciles


Sencillos trucos de jardinería


En general las plantas de interior se aclimatan bien al ambiente de nuestras casas, si bien siempre que le proporcionemos unos cuidados mínimos, esto es, luz, humedad y calor.

Si conocemos las necesidades del nuevo ejemplar que hemos comprado estaremos a medio camino del éxito y será más fácil cuidarlo, aunque no dispongamos de demasiado tiempo, ni tan siquiera de excesiva experiencia.

Esta es una pequeña lista de algunos trucos muy sencillos de cumplir para mantener nuestras plantas tan bonitas y resplandecientes como cuando las adquirimos.

De manera genérica todas las sugerencias del siguiente apartado sirven para todas las plantas ornamentales de interior.

Las plantas de los puestos ambulantes pasan por situaciones poco favorables de certeza de garantía.

Por eso es importante adquirir las plantas en establecimientos acreditados, viveros, floristerías, puestos de plantas o mercados.



Consejos sencillos para cultivar plantas de interior:



1 - NO MOVER LAS PLANTAS Elije bien el lugar, sitúalas donde les llegue la cantidad de luz que necesitan, y no las muevas, o procura moverlas lo menos posible, porque los cambios continuados les provocan un gran estrés.

Las más sensibles son las plantas en flor, así que no la utilices como centro de mesa si vas a tener que estar moviéndolas de sitio.

2 - MEJOR EN GRUPO Agrupa las plantas. Mantenerlas juntas les permite disfrutar de una mayor humedad ambiental, algo que beneficia a todos los ejemplares, incluso a las más tolerantes con la sequedad como los cactus.

La humedad compensa el exceso de calor y la falta de ventilación que inevitablemente se produce dentro de nuestras casas.

3 - ANTES DE REGAR Las plantas se mueren más por el exceso de riego que por falta de agua. .
Para no equivocarte, toca la tierra antes de volver a regar, si está húmeda y se queda pegada a los dedos, no añadas más agua, ni siquiera a las plantas de flor.

Durante el invierno, deja que el sustrato se seque un poco entre riego y riego. Más vale quedarse corto que pasarse.

4 - NO DEJAR AGUA EN EL PLATILLO En interior, todas las plantas deben descansar sobre un platillo que recoja el exceso de agua, pero nunca deben quedar en él restos de agua porque pudren las raíces.

Utiliza un truco que te evitará estar vaciándolo y beneficia a la planta: rellena el plato con piedrecitas y llénalo de agua, pero sin que toque la base de la maceta, así la planta tendrá suficiente humedad.

5 - ABLANDAR EL AGUA La calidad del agua de riego es fundamental y una de las primeras causas directas del fracaso de algunos ejemplares.

Elimina el exceso de cal del agua de grifo hirviéndola y dejándola enfriar antes de regar, la cal se depositará en el fondo del recipiente y el cloro se evaporará.

Recoge agua de lluvia siempre que puedas; las azaleas, hortensias y orquídeas te lo agradecerán especialmente.

6 - RIEGOS FRECUENTES Y LIGEROS Las plantas ya desarrolladas prefieren riegos abundantes y espaciados para que puedan llegar hasta las raíces.
En cambio, las plantas recién plantadas y pequeñas, como los esquejes, les favorece los riegos frecuentes y ligeros.

7 - CALOR Y HUMEDAD Los esquejes necesitan más calor y humedad que este mismo ejemplar ya establecido.
Tápalo las primeras semanas con una bolsa de plástico transparente, pero retira la protección unas horas al día para que se ventilen.

8 - ABONAR SIEMPRE UN POCO MENOS Siempre es mejor quedarse cortos y abonar con más frecuencia pero en menor cantidad. Un exceso de fertilizante es difícil de rectificar, siempre será más fácil añadir un poco más si notas que la planta no crece. Además, cuando abones añade al agua de riego algo menos de la cantidad que indique la etiqueta.

9 - ABONO NATURAL Si tienes por costumbre añadir a las plantas los posos del té o del café (por supuesto fríos), las cáscaras de huevo machacadas o el agua de cocerlos, el agua de cocer verduras, etc. todos ellos son excelentes abonos naturales, rebaja aún más la dosis de abono químico.
Prueba a alternar los dos tipos de abono, cada uno una semana.

10 - REGAR ANTES DE ABONAR Si una planta recibe abono sobre el cepellón seco, podrían quemarse las raíces.

De modo que moja bien el sustrato primero y a continuación riegas con el agua en la que hayas disuelto el fertilizante.
Además no abones nunca las plantas enfermas, El fertilizante es alimento, no una medicina.

11 - NO UTILIZAR TIERRA DE JARDÍN Se debe comprar una buena tierra para las plantas; si la coges del jardín o del campo puede transmitir enfermedades a tus plantas de interior o contener semillas de malas hierbas.

Los sustratos que venden en los viveros y centros de jardinería contienen los nutrientes que necesitan las plantas.
Sin olvidar que algunas especies necesitan una tierra específica, como las azaleas, hortensias y cactus.

12 - AIREAR LA TIERRA Con un gesto tan sencillo como airear la tierra consigues prevenir la aparición de plagas y mantener a salvo las raíces de pudriciones.

Remueve la capa superior del sustrato con tenedor con mucho cuidado para no dañar las raíces.
El agua y el aire llegarán mejor a las raíces y la planta podrá absorber mejor el alimento.

13 - PODAR Y MEJORAR LA FORMA Se debe podar o pinzar una planta si crece en altura y no ensancha en la misma proporción, o si una trepadora tiene pocos tallos o éstos son delgados y sin brotes laterales.

Intenta mantener la forma y estructura natural de la planta: la mejor poda es aquella que apenas se nota.
Procura mantener el equilibrio entre las raíces y la parte aérea.

14 - MANTENER LIMPIAS LAS HOJAS El polvo tapa los poros de las hojas e impiden que puedan respirar.
Por ello hay que mantenerlas siempre limpias.
Pasa un paño humedecido en agua tibia sobre las hojas grandes.

Las plantas de hojas pequeñas es mejor pulverizarlas o darles una ligera ducha con agua tibia y siempre que la planta lo admita.

Las hojas con pelillos o pelusilla no conviene mojarlas, bastará con que les pases un pincel suave sobre ellas.

15 - EL ESTRÉS DEL TRASPLANTE El cambio de maceta y de tierra provoca estrés en una planta, sobre todo si se hace en una época en la que hace mucho calor.

Para que la planta sufra lo menos posible, moja bien el cepellón antes del cambio.

16 - SEPARAR UNA PLANTA ENFERMA Si una de tus plantas empieza a mostrar algún síntoma de enfermedad, lo mejor es separarla del resto o podrían enfermar también.
Las flores y hojas secas son un foco de plagas y enfermedades, retíralas en cuanto las veas.

17 - REPOSO VEGETATIVO La mayoría de las plantas necesitan un periodo de reposo durante el cual retardan o detienen su crecimiento.

Es indispensable que respetes este periodo que corresponde a los días invernales. Reduce los riegos y suprime la fertilización.





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