Nidulario
Estas atractivas plantas forman parte de la familia de las Bromelias, más conocidas como plantas "urna".
Todo el que ha tenido una planta perteneciente a este género sabe que son fáciles de cuidar y muy decorativas.
La Nidularium es quizás dentro del grupo una de las especies más populares.
Al igual que la mayoría de las Bromelias, está formada por una roseta de hojas arqueadas que en el centro forma una especie de copa, donde acumula agua.
La roseta puede llegar a medir en algunos casos hasta 45 cm de diámetro y cada una de las hojas brillantes y puntiagudas está bordeada de una hilera de espinas muy cortas y grisáceas.
Lo más atractivo de esta planta es su magnífica cabezuela de flores, que crece desde el centro de la roseta, hasta sobrepasar la altura de las hojas. Por lo general florece en verano.
El tallo de flores está recubierto por brácteas triangulares de color castaño rojizo, muy puntiagudas, que envuelven las pequeñas florecillas blancas.
Algunas variedades tienen unas hermosas brácteas amarillas en el centro, otras variedades también muy populares.
Tienen brácteas internas de colores alrededor de la "copa" central, las cuales, por lo general, avivan su color en el periodo de la floración.
Hay que mantenerla en un lugar fresco, donde no le llegue los rayos directos del sol.
La copa central se riega de forma más abundante que el sustrato ya que éste se debe conservar apenas húmedo.
Si es posible hay que utilizar agua de lluvia o previamente hervida, en especial para la cavidad central, manteniéndola prácticamente llena hasta el borde.
Agradece que se le alimente con un fertilizante para hojas, que se debe añadir al agua que se utilice para llenar la copa central, cada dos o tres semanas.
Es recomendable cambiar el agua de la copa aproximadamente una vez al mes y se vuelve a llenar con agua fresca.
Durante la temporada de crecimiento la temperatura ideal es de alrededor de 24ºC. Disfruta con una atmósfera húmeda; así que hay que rociar las hojas con agua regularmente.
Su cultivo no presenta demasiados problemas, la mayor parte de ellos están relacionados con la falta de agua y la humedad. Las hojas pierden brillo y comienzan a marchitarse prematuramente.
Las bajas temperaturas combinadas sobre todo con el exceso de agua, pueden provocar que la base de las hojas centrales de la roseta se pudran.
Las rosetas del Nidularium tienen corta vida, ya que florecen una vez y luego mueren lentamente.
Pero esto no supone ningún inconveniente, porque produce retoños, pero éstos florecen con la temporada siguiente o al siguiente verano, depende de lo desarrollados que estén.
La roseta vieja, que ya ha florecido, se corta en primavera, en abril o marzo, a unos 5 cm de la base de la planta, teniendo mucho cuidado de no dañar los retoños.
Las pequeñas rosetas se trasplantan a una maceta de una medida mayor, utilizando una buena mezcla de sustrato que podemos encontrar en centros especializados.
Cultivar Nidulariums mediante semillas no es una labor excesivamente difícil y permite lograr un buen número de ejemplares.
Se prepara una bandeja para semillas o en una maceta se rellena con partes iguales de turba y de arena gruesa, bien humedecida.
Las semillas se distribuyen sobre la superficie del compost y se coloca el recipiente en un lugar bien cálido.
Una vez las semillas hayan germinado, a las cuatro semanas aproximadamente, las plántulas de descubren, manteniendo la temperatura pero incrementando la luz.
Cuando tengan un tamaño oportuno se plantan de manera individual a una maceta mayor. A los tres años, florecerán.