Pachistachis
La Pachystachys lutea es un arbusto pequeño, de tallos leñosos que puede alcanzar como mucho los 2 m. de altura cuando es cultivada en exterior.
También se la puede cultivar en maceta para la decoración de interior, pero tendrá un tamaño mucho menor ya que no superará los 60 cm de alto.
Originaria de las regiones tropicales de América del Sur y Central, requiere lugares cálidos y con mucha luz.
En invierno puede colocarse en sitios algo soleados y en verano siempre en semi-sombra, tanto si se cultiva en tierra de jardín como en interior.
Hay que aportarle humedad a su alrededor humedeciendo las hojas, pero sin llegar a mojar las flores.
Los riegos en periodos de crecimiento y floración se han de hacer de forma generosa y más pobre el resto del tiempo.
Necesita de reposo invernal en el que sólo se debe humedecer muy ligeramente el compost y no abonarla. De marzo a agosto se abona con una solución de fertilizante completo.
Florece a finales de la primavera o comienzos de verano (aunque en su hábitat natural, lo hace gran parte del año).
Las flores aparecen en espigas terminales en forma de conos, están protegidas por brácteas de color amarillo vivo o anaranjado y es de donde surgen las flores de color blanco crema.
Esta inflorescencia es muy vistos y goza de larga vida en interior.Una excesiva sequedad en el ambiente provoca la caída de las hojas en las ramas de la base.
Esta planta no soporta el frío, por lo que habrá que resguardarla a mediados del otoño o en cuanto aparezcan los primeros fríos y situarla en un lugar lo más cálido posible.
Es aconsejable un tratamiento preventivo con un insecticida de amplio espectro y sistémico para prevenir el ataque de áfidos y el desarrollo de enfermedades causadas por hongos, a menudo favorecidas por un clima fresco y húmedo.
Se multiplica en primavera por medio de esquejes apicales de renuevos, lo mejor es impregnarlos en hormonas de enraizamiento y plantárlos en una mezcla de turba y arena a partes iguales.
En esta misma época conviene asimismo podar las ramas para provocar su ramificación y un crecimiento compacto, que de paso a una floración abundante.
También se la puede cultivar en maceta para la decoración de interior, pero tendrá un tamaño mucho menor ya que no superará los 60 cm de alto.
Originaria de las regiones tropicales de América del Sur y Central, requiere lugares cálidos y con mucha luz.
En invierno puede colocarse en sitios algo soleados y en verano siempre en semi-sombra, tanto si se cultiva en tierra de jardín como en interior.
Hay que aportarle humedad a su alrededor humedeciendo las hojas, pero sin llegar a mojar las flores.
Los riegos en periodos de crecimiento y floración se han de hacer de forma generosa y más pobre el resto del tiempo.
Necesita de reposo invernal en el que sólo se debe humedecer muy ligeramente el compost y no abonarla. De marzo a agosto se abona con una solución de fertilizante completo.
Florece a finales de la primavera o comienzos de verano (aunque en su hábitat natural, lo hace gran parte del año).
Las flores aparecen en espigas terminales en forma de conos, están protegidas por brácteas de color amarillo vivo o anaranjado y es de donde surgen las flores de color blanco crema.
Esta inflorescencia es muy vistos y goza de larga vida en interior.Una excesiva sequedad en el ambiente provoca la caída de las hojas en las ramas de la base.
Esta planta no soporta el frío, por lo que habrá que resguardarla a mediados del otoño o en cuanto aparezcan los primeros fríos y situarla en un lugar lo más cálido posible.
Es aconsejable un tratamiento preventivo con un insecticida de amplio espectro y sistémico para prevenir el ataque de áfidos y el desarrollo de enfermedades causadas por hongos, a menudo favorecidas por un clima fresco y húmedo.
Se multiplica en primavera por medio de esquejes apicales de renuevos, lo mejor es impregnarlos en hormonas de enraizamiento y plantárlos en una mezcla de turba y arena a partes iguales.
En esta misma época conviene asimismo podar las ramas para provocar su ramificación y un crecimiento compacto, que de paso a una floración abundante.