Oreja de león - Cola de león
Es un semi-arbusto caducifolio de porte esbelto y erguido, muy ramificado que se cultiva por su follaje aromático y curiosa floración.
Es de fácil cuidados y llega a medir 1´5 m de alto o incluso más según la situación de cultivo, pero es bueno mantenerla con un crecimiento comedido.
Este género de plantas pertenece a la familia Lamiaceae y son oriundas de Sudáfrica.
Sus fascinantes tallos poseen una disposición natural a abarcar un buen espacio; por ello es perfecta para colocarla en un rincón amplio a ella sola.
Son plantas de climas cálidos que no soportan las temperaturas demasiado bajas de forma prolongada, pueden cultivarse en zonas cubiertas en regiones con heladas.
Se puede disfrutar de su espectacular floración desde finales de la primavera hasta comienzos del otoño; resulta algo común verlas aún en flor durante todo el mes de noviembre si la climatología es moderada.
Produce penachos de peculiares flores tubulares, pilosas, que crecen y se organizan compactamente alrededor de los tallos.
Se puede encontrar en tonalidades melocotón, en anaranjado profundo o también en blanco.
Las hojas son largamente lanceoladas con los márgenes suavemente aserrados, de unos 10 cm aproximadamente de largo y de tacto áspero.
Es imprescindible para que produzca una intensa floración, situarla en posiciones a pleno sol y protegida del fuerte viento ya que los tallos son un tanto quebradizos y se parten con facilidad.
Agradece los riegos abundantes durante el periodo de crecimiento y que se la abone alrededor de cada 20 días. No necesita mucha agua en los meses de invierno, resiste bien etapas de sequía.
Para favorecer la ramificación es positivo despuntar los vástagos jóvenes. Conviene efectuarle una limpieza periódica de ramas viejas en otoño, en los climas cálidos después de la floración, o podas más severas en primavera.
Para las regiones con inviernos muy fríos es mejor cortar todos los tallos a unos 15 o 20 cm del suelo; se puede utilizar este mismo sistema para renovar la plantas que estén muy descuidadas o desaliñadas.
La Oreja de León se propaga a partir de semillas o cortes de esquejes de madera blanda en primavera.
Se utiliza notablemente en la medicina tradicional para el tratamiento de fiebres, dolores de cabeza, tos y en otras variadas manifestaciones.
Es de fácil cuidados y llega a medir 1´5 m de alto o incluso más según la situación de cultivo, pero es bueno mantenerla con un crecimiento comedido.
Este género de plantas pertenece a la familia Lamiaceae y son oriundas de Sudáfrica.
Sus fascinantes tallos poseen una disposición natural a abarcar un buen espacio; por ello es perfecta para colocarla en un rincón amplio a ella sola.
Son plantas de climas cálidos que no soportan las temperaturas demasiado bajas de forma prolongada, pueden cultivarse en zonas cubiertas en regiones con heladas.
Se puede disfrutar de su espectacular floración desde finales de la primavera hasta comienzos del otoño; resulta algo común verlas aún en flor durante todo el mes de noviembre si la climatología es moderada.
Produce penachos de peculiares flores tubulares, pilosas, que crecen y se organizan compactamente alrededor de los tallos.
Se puede encontrar en tonalidades melocotón, en anaranjado profundo o también en blanco.
Las hojas son largamente lanceoladas con los márgenes suavemente aserrados, de unos 10 cm aproximadamente de largo y de tacto áspero.
Es imprescindible para que produzca una intensa floración, situarla en posiciones a pleno sol y protegida del fuerte viento ya que los tallos son un tanto quebradizos y se parten con facilidad.
Agradece los riegos abundantes durante el periodo de crecimiento y que se la abone alrededor de cada 20 días. No necesita mucha agua en los meses de invierno, resiste bien etapas de sequía.
Para favorecer la ramificación es positivo despuntar los vástagos jóvenes. Conviene efectuarle una limpieza periódica de ramas viejas en otoño, en los climas cálidos después de la floración, o podas más severas en primavera.
Para las regiones con inviernos muy fríos es mejor cortar todos los tallos a unos 15 o 20 cm del suelo; se puede utilizar este mismo sistema para renovar la plantas que estén muy descuidadas o desaliñadas.
La Oreja de León se propaga a partir de semillas o cortes de esquejes de madera blanda en primavera.
Se utiliza notablemente en la medicina tradicional para el tratamiento de fiebres, dolores de cabeza, tos y en otras variadas manifestaciones.