Planta cigarro - Flor del tabaco
Cuphea micropetala ➤ Cuphea hyssopifolia ➤
Se tata de un sub-arbusto de crecimiento ágil, ramaje extendido y cuyo crecimiento no excede del metro de altura.
Su moderado porte la hace interesante tanto para cultivar en una maceta como para suelo de jardines soleados.
Necesita temperaturas ligeramente altas ya que procede de lugares cálidos, principalmente de México. Botánicamente esta planta se encuentra encuadrada dentro de la familia de las Lythraceae.
Lo más significativo de esta planta es que florece una buena parte del año, aunque su etapa más abundante se localiza durante el periodo estival.
Las flores son muy llamativas, no tanto por su apariencia sino por la intensidad de su coloración que conforma un contraste muy atractivo con el verde follaje.
Éstas son tubulares, de color naranja intenso o rojo luminoso, al final del largo tubo posee un fino borde con puntas teñidas de color blanco y púrpura, con numerosos filamentos que sobresalen por el orificio.
La analogía de las flores con un cigarrillo encendido ha motivado que se la conozca popularmente como planta cigarro
Los tallos jóvenes son frágiles y de color rojizo, todo el ramaje se cubre densamente de hojas pequeñas, elípticas, de color verde brillante que puede adquirir cierta tonalidad rojiza con el frío.
Tanto si está emplazada en una terraza, patio o jardín es necesario que reciba una cantidad suficiente de sol directo, todo el género agradece las exposiciones soleadas y los suelos moderadamente fértiles.
A lo largo de la temporada de crecimiento se puede abonar con un fertilizante equilibrado en dosis discretas.
Los riegos en la etapa de calor deben ser generosos sin saturar el sustrato, las plantas bien establecidas son capaces de soportar ciertos descuidos.
En climas fríos cuando comienzan los días desapacibles es preferible buscarle un lugar resguardado, o bien colocarla en algún rincón del interior de casa que sea luminoso.
No soporta los sitios con mala ventilación y sin aire fresco, por eso el mejor lugar para que pase el periodo invernal es en una terraza acristalada, una galería, o un porche cerrado.
Las delgadas ramas crecen rápidamente y en ocasiones de forma desproporcionada, por eso es recomendable realizarle una poda severa cuando se encuentre sin flores.
Hay que reducir gran parte de su volumen, siempre adecuado al tamaño del ejemplar, pero en todo caso agradecerá la poda.
La poda hará que la planta rejuvenezca y en la siguiente temporada produzca un frondoso follaje y una colmada floración.
Los tallos en buen estado que son desechados de la poda se pueden utilizar como esquejes para propagarla, si se utiliza gel o polvo de hormonas facilitará el enraizado.
También se emplean semillas que se siembran en primavera.
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