Crisotemis pulchella
Es una planta herbácea, de pequeño tamaño y de raíces tuberosas, con un carácter perenne. Es una especie tropical procedente de diversos países de Sudamérica.
Está integrada dentro la familia de las Gesneriaceae, lo que le hace pariente muy cercana de la Violeta africana.
Es una valiosa planta que sin embargo es algo rara de encontrar en muchos viveros. Entre el periodo que abarca mediados de la primavera y el verano se reviste de una vistosa e interesante floración.
Ocasiona gruesos tallos en actitud erguida y condición suculenta que están densamente cubiertos de grandes hojas enfrentadas.
Las fascinantes hojas poseen un peciolo corto, son de apariencia rugosas, lanceoladas, con los márgenes aserrados, brillantes, de color verde cobrizo con destellos metálicos y los nervios centrales verdosos.
Las flores son pequeñas, tubulares, de color amarillo intenso, toda la parte externa de la flor está cubierta de finos pelillos.
El cáliz tiene un formato acampanado, con un tinte rojo potente y algo anaranjado.
Pese a que a corola de la flor es de corta duración ya que apenas pervive un par de días, el cáliz es mucho más duradero y persiste largo tiempo en la mata, siendo una de las razones que la hace ser muy decorativa.
Esta es una planta que resulta excelente para su cultivo en interior, es ciertamente muy estética y ornamental por su inmejorable contraste que le proporciona la singular tonalidad del follaje y las flores.
Una cuestión importante a tener en cuenta en su cultivo es que demanda pocas atenciones en su mantenimiento.
El mejor emplazamiento en interior es un lugar con abundante luz y sin corrientes de aire.
Las puntas de las hojas secas o los bordes, es un síntoma evidente de la falta de humedad o que la planta está recibiendo una cantidad excesiva o intensa de sol.
Esta es una planta que necesita de un sustrato que permanezca húmedo en periodos cálidos, facilitados mediante riegos regulares y copiosos en las fases de calor.
Durante el verano es muy eficaz proporcionarle una humedad extra, utilizando un pulverizador con agua para humidificar su entorno.
Cuando se humedezca la planta hay que procurar no mojar las flores, ni que quede agua estancada en la rugosidades de las hojas.
Es susceptible de padecer pudrición si se le impone riegos demasiado abundantes sobre suelos que no drenen bien, por ello, es conveniente facilitarle un sustrato que sea suelto, aireado y con un buen drenaje.
Tiene un tamaño y volumen muy aceptable, que la hace ideal para realizar conjuntos decorativos, incorporada con otras plantas de interior de follaje verde.
Para obtener un desarrollo destacado en el jardín se le debe situar en zonas donde no de el sol con intensidad, prefiere ubicaciones en semi-sombra o con luz intensa pero algo filtrada.
En periodo de crecimiento y de floración se debe abonar cada dos semanas con un fertilizante líquido y suave, añadido al agua de riego.
Cultiva en el exterior, puede perder toda la parte aérea durante el invierno si las temperaturas bajas en exceso, pero retoma su crecimiento al final del mismo.
En zonas de probables heladas invernales es preferible mantenerla en contenedores para facilitar la labor de trasladarla al interior o a un espacio bien abrigado.
A la hora de propagarla es bastante sencillo, se consigue mediante la división de los tubérculos, o bien por esquejes de tallo.
Puede ser cultivada en un recipiente poco profundo, ya que no tiene unas raíces demasiado profundas.