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Hojas que amarillean


Remedios y cuidados en las plantas


El amarilleo de las hojas en las plantas de interior es el síntoma más evidente de que algo no va bien.

Las causas más frecuentes suelen ser: el calor, la luz, los humos, el abono, la sequedad, situación de la planta... aunque puede ocurrir que sea una combinación de algunas de las causas o a todas ellas.

La cuestión adquiere cierta complicación cuando son otros los factores, como plagas, que también pueden hacer amarillear las hojas.

Hay que tener en cuenta que el amarilleo puede ser debido a que ese es el color natural total o parcial de las hojas: como sucede con el Croton.

También puede suceder que en un ejemplar aparezcan de forma esporádica unas cuantas hojas amarillas, esto es normal si ya han acabado su ciclo ordinario de vida.
En numerosas plantas ocurre que si durante el verano se ha regado mucho, la tierra queda "lavada" y puede empobrecerse si no se abona con regularidad con un fertilizante rico en nitrógeno.

El exceso de cal en el sustrato o en el agua de riego es asimismo el causante de clorosis férrica.

En este caso, el amarilleamiento suele ir acompañado de una manchas amarronadas que surgen en los márgenes y se van extendiendo por toda la hoja.

Es frecuente encontrarlo entre otras plantas: en las hortensias o azaleas , y en alguna variedades de helechos que son susceptibles de padecer este síntoma si no se riegan con aguas blandas.

Por todo esto: es primordial para no cometer errores, indagar antes de aplicar cualquier solución y averiguar cual puede ser la causa, antes de tomar medidas radicales. Cuando se haya analizado el ejemplar y quede descartado las posibles causas que he reseñado más arriba, es entonces el momento de sospechar que la causa puede ser clorosis.

La insuficiencia de hierro en el sustrato es una de las causas más comunes de la clorosis (esto significa que la planta tiene una falta de clorofila lo que causa una pigmentación amarillenta en las hojas y tallos).
Pese a que la carencia de manganeso es similar a la falta de hierro, si bien es menos común, en ese caso las hojas están más manchadas.

Para corregir la carencia de hierro en las plantas de hojas verdes, es necesario utilizar fertilizantes ricos en nitrógeno.

Existe una amplia variedad de productos reverdecientes para plantas en forma de quelatos que facilitan su absorción de manera muy efectiva y rápida.

Siempre hay que seguir rigurosamente las recomendaciones del fabricante del producto, nunca hay que estar tentado de añadir un poco más, un exceso de fertilizantes perjudicará mucho más a la planta que su falta.

Con la dosis justa las plantas de interior crecerán muy exuberantes y con un color verde intenso.

La antigua receta casera que aconseja agregar clavos oxidados en la tierra, carece de fundamento: el hierro debe ser fácilmente soluble, en forma de quelatos.





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