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Eustoma grandiflorum


Sinonimia:  Eustoma  russellianum - Lisianthus

Lisianto - Campanillas de Texas - Rosa japonesa



La Eustoma pese a ser una planta de reducidas dimensiones, conforma un conjunto muy hermoso de coloridas flores y un interesante follaje, que la hace altamente decorativa.

De naturaleza perenne, por lo general se la trata como una planta de temporada, por ello, una vez finaliza su floración se la desecha.

Puede florecer otro año más, sólo que es frecuente que las flores sean más escasas y más pequeñas.

La Eustoma  russellianum, era conocida con anterioridad como Eustoma grandiflorum. No obstante, de manera común se la denomina Lisianthus.

El género  que acoge esta planta pertenece a la familia de las Gentianaceae y está compuesto por un pequeñísimo número de plantas herbáceas distribuidas en zonas húmedas del sur de Estados Unidos hasta Venezuela.

La planta tiene en su aspecto la peculiaridad de exhibir en los tallos y hojas una cierta tonalidad verde azulada, con un leve toque grisáceo, que la hace muy interesante.

Además, todo el conjunto del follaje está recubierto por una especie de revestimiento ceroso, muy suave al tacto.

Conforma una roseta de hojas alargadas que en su conjunto cuando mucho, no excede de lo 40 cm de altura.

Por eso es perfecta para decorar el interior de una estancia luminosa.

Las hermosas flores aparecen en verano y surgen de manera individual al final de los tallos, tienen forma acampanada, con los pétalos ligeramente curvos y superpuestos.

Según la variedad, las flores pueden ser simples o dobles y se encuentran en color blanco, azul violeta, azul potente, rosa, o con pétalos salpicados de colores más intensos.

Gracias a su comedido tamaño se puede disponer encima de una mesa o sobre un estante donde pueda lucir sus hermosas flores y vistoso follaje.

Para disponerla en el exterior hay que localizar una zona de sombra luminosa, alejada del sol de la tarde.

Resulta muy atractiva cuando se la combina en un centro ornamental con otras plantas de flor, lo ideal es que posean semejante tamaño para que quede un grupo armonioso.

Un acierto decorativo se puede obtener si se combina varios ejemplares de esta especie en diferentes tonalidades florales.

Una cesta de mimbre o cualquier otro soporte vistoso para disponer las macetas será perfecto.


Se debe regar el sustrato sin esperar a que se seque del todo, lo ideal es que permanezca siempre con una cierta humedad, sin encharcar, un exceso de agua puede ocasionar que sufra el ataque de algún hongo.

No es bueno regar ni el follaje ni las flores, por eso no hay que exponerla tampoco a la lluvia.

El agua de lluvia sobre las flores las daña y les da un aspecto mustio.

Si la planta recibe una buena dosis de claridad y el calor reinante no es excesivo, unido a un riego adecuado y un abonado periódico, se puede disfrutar de ella durante meses.

Cada quince días se abona con un fertilizante para plantas de flor.

No requiere de podas ni recortes, ya que acabada la floración se descarta el ejemplar.

Hacerse con nuevos ejemplares mediante el semillado no es excesivamente sencillo para noveles.

En su caso, es mejor hacerse con ejemplares ya plantados aunque sea en macetas de pequeño porte.





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