Camasia - Camassia -
Se trata de una hermosa planta de gran valor ornamental, perteneciente a un género compuesto por sólo unas cuantas especies.
Puede exponerse en el jardín a modo de frontera, arriates, en agrupaciones, o para formar parte de una rocalla.
Cualquier suelo de tipo común va bien para su cultivo, sólo hay que controlar que no le falte humedad.
Los tiestos son otro medio impecable para el desarrollo de esta planta.
Con anterioridad, estaba integrado botánicamente en la familia de las Liliaceae pero se rectifico para pasar a ser miembro del grupo formado por las Asparagaceae.
Esta es una bulbosa de alegre floración, para organizar grupos en solitario en el jardín o combinar con otras plantas bulbosas o no de floración primaveral.
Su área natural de procedencia se encuentra en una amplia zona del norte y oeste de Estados Unidos.
Las hojas nacen del centro de la planta, son de color verde azulado, estrechas, planas y muy largas, alcanzando hasta 60 cm.
En la longitud de las hojas está también su fragilidad, ya que es muy frecuente encontrárselas abatidas sobre el suelo a causa del viento, la lluvia o por su propio peso.
Los tallos florales de constitución erguida y firmes, sobrepasan el metro de altura y carecen de hojas. El racimo de flores comienza a crecer de abajo arriba sobre la densa y larga espiga.
Están organizadas por seis pétalos estrechos y forma de estrella abierta, nacen de manera muy numerosas, copando una buena parte del largo tallo.
El color de las flores es azul pálido, pero existen variedades de floraciones en color azul más intenso o blancas. Lo ideal es hacer una mezcla conjuntada de todas ellas.
Le gusta los entornos donde pueda gozar de un suelo húmedo de forma permanente, esto se puede entender dado que en su entorno natural se desarrolla en zonas de humedad acostumbrada.
Para que ofrezca un desarrollo sin contrariedades y brinde floraciones abundantes hay que cultivarla a pleno sol y no dejar que le falte humedad nunca en el sustrato.
A la hora de regar es principal hacerlo de manera generosa y regular. Por lo general si los cuidados son los adecuados se mostrará libre de plagas.
Las tribus que comparten el mismo entorno, han utilizado desde antiguo los bulbos de esta planta como alimento.
Desaparecida la floración dejar que el follaje sucumba poco a poco, mientras, seguir regando con regularidad para que los bulbos se fortalezcan.
En octubre se plantan los bulbos en grupos a unos 10 cm de profundidad, separándolos la misma distancia unos de otros.
Los bulbos se pueden dejar en el mismo lugar durante años sin necesidad de arrancarlos, o bien sacarlos de la tierra en julio y almacenándolos en un lugar seco hasta la plantación.
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