Tutsan - Androsemo - Sanalotodo
Existen alrededor de 400 especies de Hypericum, diseminadas desde las zonas tropicales hasta los países fríos del hemisferio norte.
Este grupo con anterioridad disfrutaban botánicamente de una denominación de familia propia.
Son plantas muy apreciadas por su larga floración.
Todos los miembros del género se conocen como "Hierbas de San Juan" o "Hipéricos"; algunas especies que se usan como plantas ornamentales tienen flores grandes y vistosas.
En el caso de este arbusto su nombre más común es el de Tutsan.
Tiene una naturaleza perenne y alcanza entre 1,5 a 2 m de altura.
Cuenta con la peculiaridad de crecer de forma espontánea en muchas zonas de bosques húmedos y frescos de la Europa meridional.
Siempre se la puede hallar cerca de humedales, por lo que requiere de riegos generosos y regulares, sobre todo en época estival.
No obstante, la saturación del sustrato puede acabar con la pudrición de las raíces.
Precisa de un clima cálido donde no existan o sean poco frecuentes las heladas, ya que esta planta presenta una baja tolerancia al frío.
Sus flores son grandes, se reúnen en los extremos de los tallos, tienen forma de estrella y son de color amarillo dorado, están dispuestas sobre brácteas y desprenden un agradable aroma.
El cáliz está formado por cinco sépalos de diferentes tamaños y la corola tiene cinco pétalos. Los estambres son muy abundantes y más altos que la corola.
Las hojas nacen enfrentadas sobre largos y delgados tallos de color rojizo, son anchamente ovadas o elípticas, de color verde esmeralda.
Con la llegada del frío las hojas suelen adquirir una coloración granate que se va acentuando y permaneciendo durante todo el invierno, dando a la planta una imagen muy atractiva.
La mejor ubicación se encuentra a pleno sol o con algo de sombra parcial, un exceso de sombra merma su producción de flores. Demanda suelos húmedos pero bien drenados.
Los frutos tienen forma esférica de color verde que se va transformando rojo para terminar siendo negruzco. En su interior contienen varias semillas.
Entre los efectos terapéuticos del Hypericum se enumeran diversas utilizaciones para mejorar algunas enfermedades, atribuyéndosele una mejora sobre un numeroso tipos de afecciones.
Aunque no está del todo comprobado y tales efectos medicinales parece que son escasos; hoy en día no se aconseja su uso por ser de alivio muy limitado.
Se propaga mediante esquejes de madera blanda tomados a mediados o finales de la primavera.
También puede hacerse a través de semillas que se deben sembrar en otoño. La mata puede ser dividida en primavera para obtener nuevas plantas.
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