Anemopaema - Trompeta amarilla - Bignonia amarilla
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Es una vigorosa planta trepadora que escala con gran velocidad gracias a sus zarcillos que usa para sujetarse a cualquier superficie.
Posee hojas de naturaleza permanente que puede perder en su totalidad o en parte a causa del frío, disfruta de un rápido crecimiento y denso follaje.
Su lugar de nacimiento está muy distribuido entre diferentes países sudamericanos, se encuentra en amplias regiones de Brasil, Paraguay, Colombia y Bolivia donde crece en bosques abiertos.
Es perfecta para balcones o terrazas abiertas, sin embargo no es idónea para mantenerla en interior.
Está integrada dentro del grupo familiar de las Bignoniaceae, que acoge un gran número de géneros y especies cuyos miembros se distribuyen ampliamente por zonas templadas de gran parte del mundo.
Las ramas crecen extensamente de forma abierta y colgante, logran obtener hasta los 3 m de altura cuando se cultiva en suelo.
Es conveniente que se le ofrezca algún método de soporte al que los zarcillos de sus tallos puedan ir aferrándose a medida que van creciendo.
En las plantas maduras se va formando un tronco delgado pero muy robusto, de corteza rugosa y color castaño oscuro.
Las hojas tienen un carácter permanente, son grandes, coriáceas y lanceoladas, de color verde oscuro, con el nervio central y secundarios muy marcados, los márgenes suavemente ondulados.
Le gusta los climas templados donde pueda disfrutar de inviernos cálidos, en zonas donde la estación invernal es demasiado fría.
Será más apropiado cultivarla en maceta para poder trasladarla durante ese periodo a un lugar más cálido.
Lógicamente se dejará en un contenedor mientras la planta tenga un tamaño manejable.
De manera ocasional puede tolerar una helada moderada y de corta duración.
Las bonitas flores de coloración amarillo claro emergen jalonando finos tallos colgantes, tienen forma de embudo de largo cuello, más estrecho en la base, la abertura está dividida en cinco pétalos cortos de color amarillo más pálido.
La floración desprende una encantadora fragancia, surgen al final de la primavera y continúan a lo largo de todo el verano abarcando una buena parte del otoño hasta la aparición del fuerte frío.
Es necesario proporcionarle exposiciones de pleno sol para que manifieste una abundante floración, si bien con una sombra parcial durante los meses de verano.
En cuanto a los aspectos básicos del suelo requiere que sea fértil y bien drenado de forma que absorba bien el agua pero que no lo retenga.
Hay que regarla libremente durante el verano, reduciendo la frecuencia durante los meses de otoño e invierno, hasta que el crecimiento se reinicie al comenzar la primavera.
Cada quince días es beneficioso practicar una abonado añadiendo al agua de riego un fertilizante líquido para plantas de flor.
Al acabar la floración conviene podarla hasta la mitad las ramas más largas, es bueno que mantenga una silueta compacta.
La multiplicación puede hacerse en primavera mediante esquejes de unos 10 cm de largo, a los que se les puede tratar en el extremo cortado con hormonas de enraizar para que facilite la propagación.
2 comentarios:
Carmen es muy hermosa y me encanta sobretodo por su forma y color, gracias por compartir, un abrazo.
¡Qué planta tan bonita!, me gustan esos racimos colgantes.
Un abrazo, guapa.