Campanula carpatica

Campanillas - Campanula enana


Farolillo de los Cárpatos

Esta es una maravillosa planta herbácea vivaz, muy ramificada, de tallos cortos y luminosa floración, propia para instalar en macizos bajos o borduras.

Forma grupos compactos, con una altura de no más de 25 cm y porte redondeado.

Pertenece a la familia Campanulaceae y su lugar de origen se encuentra en los Montes Cárpatos, lo que que quiere decir que abarca numerosos países europeos.

Exhibe una floración con un periodo admirablemente largo, comienza su actividad floral en el mes de junio y continua haciéndolo hasta el mes de septiembre o en el momento que comienze el frío.

No obstante la producción principal o el periodo de mayor auge se produce hacia mediados del verano.

Las pequeñas hojas verdes con los bordes aserrados, quedan totalmente cubiertas por la desbordante floración de las Campanillas.

Así es como se la conoce a estas flores por su forma acampanada, compuesta de cinco pétalos unidos y orientadas hacia arriba.

La floración se puede encotrar en color blanco y el azul violeta.

Al tener una evolución muy ágil, es beneficioso abonarla cada 10 o 15 días en el periodo de máximo rendimiento con un buen fertilizante líquido para plantas de flor, que colabore a mantener la gran cantidad de floración que ocasiona.

Recortar las flores marchitas y pasadas ampara a la planta de enfermedades y a continuar con una floración pletórica.

Resulta conveniente que en el momento que se inicia el crecimiento de la mata realzarle pinzados sobre los brotes para mejorar e incentivar su ramificación.

Hasta que comiencen a asomar sus flores y en días de calor le ayuda los riegos regulares sobre todo el follaje, ya que le gusta disfrutar de un entorno fresco.

Los riegos han de ser generosos para que mantengan el sustrato con cierta humedad constante, sin permitir en ningún momento que llegue a secarse.

Se obtienen muy buenos resultados tanto si se la cultiva en macetas como en suelo, pero siempre en un emplazamiento de pleno sol, en el periodo que éste sea excesivo, es preferible facilitarle un cierto grado de sombra.

Es importante que durante el invierno permanezca en un estado de reposo, en el que la planta apenas evolucionará hasta que llegue la temporada de crecimiento, en ese tiempo de descanso hay que regarla escasamente.

Tiene una gran resistencia ante el frío, por lo que sólo requerirá de un lugar abrigado si se sospecha que se avecina una helada tenaz.

Tras la floración hay que efectuar una poda y limpieza de hojas y tallos en mal estado, dejándola preparada para la temporada siguiente.

De la poda se puede seleccionar los tallos mejores para hacer con ellos nuevas plantas. Igualmente cabe propagarla de manera fácil a partir de semillas en el mes de abril y que germinarán rápidamente.

Si no se ha tenido la oportunidad de hacerse acopio de semillas de la planta, resulta fácil encontrarlas en el mercado.

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