Campanula portenschlagiana - Campanillas azules - Campanitas
Una de las mejores plantas de porte pequeño que podemos encontrar en esta época en flor es la llamada de modo común Campanillas debido a la forma de sus flores.
Se encuentra encuadrada dentro de la familia de las Campanulaceae.
El género comprende unas doscientas especies, de las que la mayoría son vivaces y un buen número están adaptadas para su cultivo en jardines de rocallas.
Esta planta de comportamiento perenne resulta perfecta para los que se inician en el mundo de la jardinería, porque tiene la particularidad de requerir de un cuidado y mantenimiento realmente fácil.
Se desarrolla de manera compacta y forma un denso matorral de hojas con cierta tendencia natural a desbordarse de la maceta, cosa que la hace muy atractiva.
La C. muralis forma matas muy apretadas compuestas de tallos densamente ramificados y cubiertos de hojas de color verde brillante, pequeñas, de apariencia acorazonada con los márgenes ampliamente dentadas de forma irregular.
No es de gran tamaño ya que no excede los 20cm de altura, por lo que se puede colocar en cualquier rincón de la casa que sea fresco y que tenga buena iluminación con algo de sol durante al menos un par de horas al día.
En una maceta o jardinera para una disponerla en una terraza prosperará de forma admirable, al igual que en el suelo de jardín de forma solitaria o formando conjunto con otras plantas de hoja o de colorida floración.
Es preciso a la hora de regar hacerlo de forma abundante en periodos de calor y mantener el suelo húmedo, sobre todo si está expuesta a pleno sol.
Puede prosperar en casi cualquier tipo de suelos pero le va mejor uno con drenaje suelto, rico y que goce de cierta frescura.
Frecuentemente produce tal cantidad de flores que llegan a cubrir casi por completo la mata y apenas puede verse algo del follaje.
Sin lugar a dudas, es de incomparable belleza contemplar la abundancia de pequeñas flores tan alegres que le proporciona su peculiar coloración azul o rosa azulado.
Cuando se encuentre en plena época de floración conviene abonarla cada tres semanas aproximadamente, con un fertilizante líquido para plantas de flor.
Si se la cultiva de forma correcta generalmente se puede garantizar una abundante y soberbia floración, además de que lo haga dos veces en la misma temporada.
Conviene tener una esmerada precaución cuando se cultiva en jardín ya que tiene una apetencia especial para las babosas.
Si existe este riesgo es mejor utilizar algún método para mantener a las babosas alejadas.
Requiere que se la proteja ante el frío intenso; si se cultiva en maceta lo ideal es situarla en un lugar abrigado durante el invierno.
Se suele multiplicar mediante fragmentos de tallos que arraigan con relativa rapidez; al igual que se puede reproducir por medio de la división de la planta.