Lobelia valida ► Lobelia x gerardii ►
Pequeña planta perenne cultivada como anual semirresistente; constituye formas espléndidas de larga floración.
La Lobelia pertenece al grupo familiar de las Lobeliaceae y toma su nombre del botánico flamenco Mathias de L'Obel.
Existen numerosas especies, propias de la zona templada de todos los continentes, a veces también de regiones tropicales, todas ellas de fácil cultivo.
En la naturaleza, algunas de estas especies son anuales, otras vivaces o semileñosas, aunque en los jardines se cultivan como anuales.
La especie más utilizada frecuentemente es la L. erinus ya que resulta muy adecuada para bordes de parterres, macizos independientes o para grandes macetones donde se obtiene un inmejorable impacto de color.
Causan un bello efecto acompañadas de otras especies de flor. Las variedades rastreras sirven para jardineras o para tapizar zonas determinadas del jardín.
Posee un hábito de crecimiento densamente agrupado, con tallos finos cubiertos de manera pobre por hojas estrechas y alargadas de color verde oscuro a menudo teñidas de tonalidades púrpura, escasamente ovaladas y dentadas.
Las plantas miden 15-20 cm de altura y comienzan a florecer aún en el semillero o inmediatamente después del trasplante.
La floración continua durante todo el verano en el que van apareciendo amplias masas de pequeñas flores, que según la variedad la encontramos en colores: blanco, malva, púrpura o carmín, aunque sobre todo en matices de azul.
La pequeña flor posee en el centro una mancha blanca y 5 lóbulos de los cuales los tres inferiores son algo más grandes.
En ocasiones dependiendo del clima su floración se puede prolongar hasta la llegada del frío.
Tiene una buena tolerancia a cualquier tipo de clima, pero se desarrolla mejor en climas húmedos.
Se debe situar en lugares soleados, en zonas con veranos demasiado calurosos se puede ubicar en zonas muy luminosas sin sol o con sombra parcial.
Los riegos han de ser generosos, principalmente en días muy cálidos, pero intentando no mojar las flores.
Necesita que el suelo esté suficientemente húmedo sin llegar a encharcarlo, sobre todo con altas temperaturas ya que corre el riesgo de deshidratarse.
Cuando se podan los brotes tras la floración, se les obliga a florecer de nuevo.
Es una de las pocas plantas de flor que admite bien el trasplante incluso durante su floración.
Resulta verdaderamente fácil su multiplicación mediante semillas.
Se siembran directamente en el lugar definitivo (maceta o suelo) si las temperaturas lo permiten, o bien en semillero protegido.
Algunas variedades de Lobelia tiene usos medicinales, desde hace mucho tiempo ya eran utilizadas por los aborígenes americanos, pero está declarada como una hierba tóxica.
La Lobelia pertenece al grupo familiar de las Lobeliaceae y toma su nombre del botánico flamenco Mathias de L'Obel.
Existen numerosas especies, propias de la zona templada de todos los continentes, a veces también de regiones tropicales, todas ellas de fácil cultivo.
En la naturaleza, algunas de estas especies son anuales, otras vivaces o semileñosas, aunque en los jardines se cultivan como anuales.
La especie más utilizada frecuentemente es la L. erinus ya que resulta muy adecuada para bordes de parterres, macizos independientes o para grandes macetones donde se obtiene un inmejorable impacto de color.
Causan un bello efecto acompañadas de otras especies de flor. Las variedades rastreras sirven para jardineras o para tapizar zonas determinadas del jardín.
Posee un hábito de crecimiento densamente agrupado, con tallos finos cubiertos de manera pobre por hojas estrechas y alargadas de color verde oscuro a menudo teñidas de tonalidades púrpura, escasamente ovaladas y dentadas.
Las plantas miden 15-20 cm de altura y comienzan a florecer aún en el semillero o inmediatamente después del trasplante.
La floración continua durante todo el verano en el que van apareciendo amplias masas de pequeñas flores, que según la variedad la encontramos en colores: blanco, malva, púrpura o carmín, aunque sobre todo en matices de azul.
La pequeña flor posee en el centro una mancha blanca y 5 lóbulos de los cuales los tres inferiores son algo más grandes.
En ocasiones dependiendo del clima su floración se puede prolongar hasta la llegada del frío.
Tiene una buena tolerancia a cualquier tipo de clima, pero se desarrolla mejor en climas húmedos.
Se debe situar en lugares soleados, en zonas con veranos demasiado calurosos se puede ubicar en zonas muy luminosas sin sol o con sombra parcial.
Los riegos han de ser generosos, principalmente en días muy cálidos, pero intentando no mojar las flores.
Necesita que el suelo esté suficientemente húmedo sin llegar a encharcarlo, sobre todo con altas temperaturas ya que corre el riesgo de deshidratarse.
Cuando se podan los brotes tras la floración, se les obliga a florecer de nuevo.
Es una de las pocas plantas de flor que admite bien el trasplante incluso durante su floración.
Resulta verdaderamente fácil su multiplicación mediante semillas.
Se siembran directamente en el lugar definitivo (maceta o suelo) si las temperaturas lo permiten, o bien en semillero protegido.
Algunas variedades de Lobelia tiene usos medicinales, desde hace mucho tiempo ya eran utilizadas por los aborígenes americanos, pero está declarada como una hierba tóxica.