Margarita africana - Artotis
Forman una especie de plantas de comportamiento anual que pertenecen a la familia Asteraceae.
Estos híbridos originarios de zonas secas de Sudáfrica la componen plantas de porte compacto y baja altura, con una enorme variedad de grupos de cultivo.
La inmensa mayoría del grupo gozan de plantas de una magnífica floración y una desarrollada gama de tonalidades.
Les une un gran parecido con las Margaritas, de ahí el nombre de como se la conoce popularmente.
Crecen bien en suelos arenosos, toleran perfectamente periodos de sequía y son de muy fácil y rápido cultivo.
La Margarita africana disfruta de una altura de no más de 40 cm, con un follaje muy característico de color grisáceo, que junto a su atractiva floración la hace una excelente planta de jardín.
Aunque son aptas para ser plantadas en macetas, son más utilizadas en jardinería como cubresuelos, o para rellenar pequeñas o medianas superficies, rocallas, arriates o bancales.
Las hojas crecen de forma alterna, son profundamente lobuladas, de color verde grisáceo, con una suave pelusilla en el envés.
Las flores se encuentran en una gran variedad de colores que incluyen tonos amarillo, blanco, rosa, naranja, púrpura o rojo, y que forman un armonioso contraste con el color del anillo central.
Precisa de emplazamientos muy soleados, debido a que necesita recibir el sol directo para que sus flores se mantengan abiertas.
Con un cielo nuboso las flores se abrirán sólo parcialmente; durante la noche o en días muy nublados las flores permanecen cerradas.
A esta planta le favorece y gusta las temperaturas cálidas, sin embargo, resiste bien las heladas suaves que no sean demasiado persistentes.
En cuanto al riego, es mejor que se realice de manera bastante reducida aun en verano, los excesos de humedad le son perjudiciales.
Generalmente con un clima cálido y con las condiciones adecuadas florece prácticamente durante todo el año.
Las flores se utilizan para la realización de ramos frescos, aunque las flores una vez cortadas no tienen la duración que poseen otros géneros de flores especiales para el corte.
Es muy exigente con los suelos, requiere que sean muy ligeros, que drenen bien y que contengan una buena dosis de arena gruesa para que resulten más permeables.
Algo que no tolera es el estancamiento de agua en el sustrato, esto pudre con facilidad los tallos y raíces.
Se multiplica por mediación de semillas que se pueden sembrar en el mes de marzo en invernadero, o bien, a finales de mayo plantadas directamente en tierra en su lugar definitivo.
Estos híbridos originarios de zonas secas de Sudáfrica la componen plantas de porte compacto y baja altura, con una enorme variedad de grupos de cultivo.
La inmensa mayoría del grupo gozan de plantas de una magnífica floración y una desarrollada gama de tonalidades.
Les une un gran parecido con las Margaritas, de ahí el nombre de como se la conoce popularmente.
Crecen bien en suelos arenosos, toleran perfectamente periodos de sequía y son de muy fácil y rápido cultivo.
La Margarita africana disfruta de una altura de no más de 40 cm, con un follaje muy característico de color grisáceo, que junto a su atractiva floración la hace una excelente planta de jardín.
Aunque son aptas para ser plantadas en macetas, son más utilizadas en jardinería como cubresuelos, o para rellenar pequeñas o medianas superficies, rocallas, arriates o bancales.
Las hojas crecen de forma alterna, son profundamente lobuladas, de color verde grisáceo, con una suave pelusilla en el envés.
Las flores se encuentran en una gran variedad de colores que incluyen tonos amarillo, blanco, rosa, naranja, púrpura o rojo, y que forman un armonioso contraste con el color del anillo central.
Precisa de emplazamientos muy soleados, debido a que necesita recibir el sol directo para que sus flores se mantengan abiertas.
Con un cielo nuboso las flores se abrirán sólo parcialmente; durante la noche o en días muy nublados las flores permanecen cerradas.
A esta planta le favorece y gusta las temperaturas cálidas, sin embargo, resiste bien las heladas suaves que no sean demasiado persistentes.
En cuanto al riego, es mejor que se realice de manera bastante reducida aun en verano, los excesos de humedad le son perjudiciales.
Generalmente con un clima cálido y con las condiciones adecuadas florece prácticamente durante todo el año.
Las flores se utilizan para la realización de ramos frescos, aunque las flores una vez cortadas no tienen la duración que poseen otros géneros de flores especiales para el corte.
Es muy exigente con los suelos, requiere que sean muy ligeros, que drenen bien y que contengan una buena dosis de arena gruesa para que resulten más permeables.
Algo que no tolera es el estancamiento de agua en el sustrato, esto pudre con facilidad los tallos y raíces.
Se multiplica por mediación de semillas que se pueden sembrar en el mes de marzo en invernadero, o bien, a finales de mayo plantadas directamente en tierra en su lugar definitivo.