Fucsia - Fusia - Pendientes de la reina
Las especies originales de esta planta viven en las selvas montañosas, húmedas y frías de América Central y del Sur.
Son extraordinarias, por eso no es de extrañar la gran popularidad de la que gozan estas magníficas plantas.
Se adaptan a casi todas las zonas climáticas y en las más suaves pueden estar en el exterior durante todo el año.
Se cultivan por sus hermosas flores colgantes, en racimos.
La Fucsia tiene una gran diversidad de formas, pero siempre en tonalidades rojas, rosas, salmón, y blanco, en ocasiones con un toque púrpura y por supuesto en el color que le da el nombre, fucsia.
En el mercado se pueden encontrar ejemplares con flores que abarcan una buena cantidad de variedades de flores grandes o pequeñas, simples o compuestas, acampanadas o tubulares y de un solo tono o bicolores.
Presenta hojas simples, ovaladas, con peciolos muy cortos y los márgenes dentados, de color verde lustroso, bronce o variegado.
Son perfectas para cultivarlas directamente en el suelo del jardín, o en macetas y grandes macetones para situarlas en la terraza.
Incluso son lo bastante resistentes como para permanecer todo el año en el exterior en las regiones con climas templados y protegidas en el resto.
Son fáciles de cultivar y se consiguen bellos ejemplares siempre que se siga unos cuidados esenciales para su mantenimiento: sus flores no soportan el sol intenso ni una temperatura elevada.
Por ello, si elegimos un lugar bien ventilado, húmedo y muy luminoso pero sin sol, tendremos Fucsias en flor durante muchas semanas. En verano regar el sustrato de forma generosa y situara en zonas frescas.
Hay variedades perfectas con aspecto frondoso y compacto para guiarlas y darle forma de arbolillo.
También podemos hallar ejemplares rastreros que resultan muy atractivos plantados en cestas colgantes.
Toda la diversidad de Fucsias agradecen los despuntes o pinzamientos frecuentes ya que ayuda a la floración.
Siempre se debe eliminar las flores muertas, no sólo se mejora el aspecto de la planta, además se conseguirá prolongar su floración.
Si se hace de forma regular la Fucsia se mantendrá florida hasta las primeras heladas de manera ininterrumpida.
No soportan las heladas y no pueden pasar el invierno en exterior en climas fríos, aunque toleran periodos cortos de bajas temperaturas.
A finales del otoño conviene trasladarlas a un sitio protegido.
Si se las mantiene con una temperatura mínima se 8ºC podrán seguir floreciendo a lo largo del invierno.
Generalmente la Fucsia ya habrá perdido casi todas las hojas al inicio de la primavera.
En el mes de marzo se debe recortar los dos tercios de los tallos de la anterior temporada.
Ésto hay que hacerlo tanto si la planta está en una maceta como en el suelo del jardín, y se corta justo por encima de los nuevos brotes.
También es beneficioso para la planta eliminar los tallos demasiado finos o con poca fuerza.
La capacidad para su multiplicación es admirable, porque se puede cultivar fácilmente a partir de sus esquejes en cualquier época del año, siempre que la planta esté en crecimiento.
Son extraordinarias, por eso no es de extrañar la gran popularidad de la que gozan estas magníficas plantas.
Se adaptan a casi todas las zonas climáticas y en las más suaves pueden estar en el exterior durante todo el año.
Se cultivan por sus hermosas flores colgantes, en racimos.
La Fucsia tiene una gran diversidad de formas, pero siempre en tonalidades rojas, rosas, salmón, y blanco, en ocasiones con un toque púrpura y por supuesto en el color que le da el nombre, fucsia.
En el mercado se pueden encontrar ejemplares con flores que abarcan una buena cantidad de variedades de flores grandes o pequeñas, simples o compuestas, acampanadas o tubulares y de un solo tono o bicolores.
Presenta hojas simples, ovaladas, con peciolos muy cortos y los márgenes dentados, de color verde lustroso, bronce o variegado.
Son perfectas para cultivarlas directamente en el suelo del jardín, o en macetas y grandes macetones para situarlas en la terraza.
Incluso son lo bastante resistentes como para permanecer todo el año en el exterior en las regiones con climas templados y protegidas en el resto.
Son fáciles de cultivar y se consiguen bellos ejemplares siempre que se siga unos cuidados esenciales para su mantenimiento: sus flores no soportan el sol intenso ni una temperatura elevada.
Por ello, si elegimos un lugar bien ventilado, húmedo y muy luminoso pero sin sol, tendremos Fucsias en flor durante muchas semanas. En verano regar el sustrato de forma generosa y situara en zonas frescas.
Hay variedades perfectas con aspecto frondoso y compacto para guiarlas y darle forma de arbolillo.
También podemos hallar ejemplares rastreros que resultan muy atractivos plantados en cestas colgantes.
Toda la diversidad de Fucsias agradecen los despuntes o pinzamientos frecuentes ya que ayuda a la floración.
Siempre se debe eliminar las flores muertas, no sólo se mejora el aspecto de la planta, además se conseguirá prolongar su floración.
Si se hace de forma regular la Fucsia se mantendrá florida hasta las primeras heladas de manera ininterrumpida.
No soportan las heladas y no pueden pasar el invierno en exterior en climas fríos, aunque toleran periodos cortos de bajas temperaturas.
A finales del otoño conviene trasladarlas a un sitio protegido.
Si se las mantiene con una temperatura mínima se 8ºC podrán seguir floreciendo a lo largo del invierno.
Generalmente la Fucsia ya habrá perdido casi todas las hojas al inicio de la primavera.
En el mes de marzo se debe recortar los dos tercios de los tallos de la anterior temporada.
Ésto hay que hacerlo tanto si la planta está en una maceta como en el suelo del jardín, y se corta justo por encima de los nuevos brotes.
También es beneficioso para la planta eliminar los tallos demasiado finos o con poca fuerza.
La capacidad para su multiplicación es admirable, porque se puede cultivar fácilmente a partir de sus esquejes en cualquier época del año, siempre que la planta esté en crecimiento.