Capuchina - Mastuerzo
Ver: Tropaeolum tricolor -
Este género abarca cerca de 800 especies de plantas en ocasiones tuberosas y perennes.
La Capuchina es una especie originaria de América del Sur, desde donde fue introducida en Europa en el siglo XVII. No tardó en extenderse como planta ornamental.
Crece y se extiende con gran rapidez, desarrollando en muy poco tiempo unos delgados y tiernos tallos de hasta 2 m de largo.
Crecen según la variedad de forma arbustiva, rastrera o trepadora, también se encuentra en forma enana y con las flores dobles.
Hay que resaltar que esta interesante planta es perfecta para personas que no disponen de demasiado tiempo para cuidar plantas, ya que la Capuchina no requiere atenciones especiales para su cultivo.
Realmente es una planta idónea para los lugares del jardín o terraza con mucho sol, donde se necesite un toque alegre y de gran colorido.
Se debe tener cuidado en la extensión de zona a cultivar por esta planta, ya que tiene cierto carácter invasor.
Sus grandes flores en forma de trompeta son su mayor atractivo, con pétalos suaves en brillantes tonalidades: amarillo, naranja o roja, como colores únicos o bien mezclado entre ellos.
Sus grandes hojas resultan muy decorativas por su forma casi redondeadas de largos peciolos y superficialmente lobuladas de un verde muy intenso y en ocasiones con un tinte verde azulado.
Es especialmente vistosa y decorativa las variedades de hojas jaspeadas con manchas en color blanco o crema.
Las variedades altas necesitan ser tutoradas para que puedan trepar sobre sus guías.
Generalmente comienza su periodo de floración a mediados de la primavera hasta casi finales de octubre, dependiendo del clima donde se la cultive puede comenzar a florecer bastante antes.
Necesita una situación bien soleada o florecerá con dificultad y pobremente. Si se la sitúa totalmente a la sombra tendrá una considerable menor cantidad de flores y en su lugar formará una abundante cantidad de hojas verdes.
A la Capuchina le gusta las temperaturas calurosas y tener un suelo moderadamente húmedo, fresco, suelto y permeable.
Crece y se desarrolla bien en suelos relativamente pobres y no necesita abono.
Produce unos frutos a modo de cápsula en cuyo interior se encuentran unas semillas de aspecto rugoso.
A finales del otoño cuando comience a llegar el frío irá desapareciendo la parte aérea de la planta para rebrotar en la temporada siguiente.
Se reproduce con mucha facilidad por medio de semillas prácticamente en cualquier época del año.
La capuchina se ha utilizado desde antiguo en la medicina popular, para el uso de la desinfección y cicatrización de heridas ya que posee sustancias antibióticas.
Otra de las propiedades que se le atribuye es ser un buen estimulante para la prevención de la caída del cabello, favoreciendo su crecimiento. Actualmente tiene utilidades y aplicaciones farmacológicas.
Las hojas son ricas en vitamina C y pueden ser consumidas en forma de ensalada en pequeñas cantidades.
En cosmética se emplea como estimulante del cuero cabelludo y favorecer su crecimiento.
La Capuchina es una especie originaria de América del Sur, desde donde fue introducida en Europa en el siglo XVII. No tardó en extenderse como planta ornamental.
Crece y se extiende con gran rapidez, desarrollando en muy poco tiempo unos delgados y tiernos tallos de hasta 2 m de largo.
Crecen según la variedad de forma arbustiva, rastrera o trepadora, también se encuentra en forma enana y con las flores dobles.
Hay que resaltar que esta interesante planta es perfecta para personas que no disponen de demasiado tiempo para cuidar plantas, ya que la Capuchina no requiere atenciones especiales para su cultivo.
Realmente es una planta idónea para los lugares del jardín o terraza con mucho sol, donde se necesite un toque alegre y de gran colorido.
Se debe tener cuidado en la extensión de zona a cultivar por esta planta, ya que tiene cierto carácter invasor.
Sus grandes flores en forma de trompeta son su mayor atractivo, con pétalos suaves en brillantes tonalidades: amarillo, naranja o roja, como colores únicos o bien mezclado entre ellos.
Sus grandes hojas resultan muy decorativas por su forma casi redondeadas de largos peciolos y superficialmente lobuladas de un verde muy intenso y en ocasiones con un tinte verde azulado.
Es especialmente vistosa y decorativa las variedades de hojas jaspeadas con manchas en color blanco o crema.
Las variedades altas necesitan ser tutoradas para que puedan trepar sobre sus guías.
Generalmente comienza su periodo de floración a mediados de la primavera hasta casi finales de octubre, dependiendo del clima donde se la cultive puede comenzar a florecer bastante antes.
Necesita una situación bien soleada o florecerá con dificultad y pobremente. Si se la sitúa totalmente a la sombra tendrá una considerable menor cantidad de flores y en su lugar formará una abundante cantidad de hojas verdes.
A la Capuchina le gusta las temperaturas calurosas y tener un suelo moderadamente húmedo, fresco, suelto y permeable.
Crece y se desarrolla bien en suelos relativamente pobres y no necesita abono.
Produce unos frutos a modo de cápsula en cuyo interior se encuentran unas semillas de aspecto rugoso.
A finales del otoño cuando comience a llegar el frío irá desapareciendo la parte aérea de la planta para rebrotar en la temporada siguiente.
Se reproduce con mucha facilidad por medio de semillas prácticamente en cualquier época del año.
La capuchina se ha utilizado desde antiguo en la medicina popular, para el uso de la desinfección y cicatrización de heridas ya que posee sustancias antibióticas.
Otra de las propiedades que se le atribuye es ser un buen estimulante para la prevención de la caída del cabello, favoreciendo su crecimiento. Actualmente tiene utilidades y aplicaciones farmacológicas.
Las hojas son ricas en vitamina C y pueden ser consumidas en forma de ensalada en pequeñas cantidades.
En cosmética se emplea como estimulante del cuero cabelludo y favorecer su crecimiento.
No hay comentarios: