Col ornamental
Es una de las plantas ornamentales más vistosas y resistentes del invierno, esto la ha convertido en imprescindible en los arreglos navideños con plantas naturales.
La enorme gama de tonalidades en su follaje hace que esta planta aporte un bello toque de color en el jardín.
Su vida útil es breve, pero en interior se acorta aún más.
Pertenece a la familia de las Cruciferae y es oriunda de la costa del sur y del oeste de Europa.
Soporta perfectamente las bajas temperaturas, es más, el frío beneficia en gran medida a que su colorido sea mucho más intenso.
Posee un porte pequeño y no suele exceder de los 30 cm de altura, salvo la floración que excede en mucho a la mata.
Su belleza reside en el valor estético de sus grandes hojas rizadas, gracias a su forma y colorido se emplea en la formación de centros decorativos naturales.
Las hojas centrales tienen el color más intenso, generalmente en varias tonalidades rosadas, amarillas, verdes, blancas o rojizas.
Se cultivan en suelo de jardín donde proporcionan un alegre toque de color, también son idóneas para macetas, pero siempre en exterior y a pleno sol.
Las hojas estropeadas o parcialmente secas conviene eliminarlas porque le da un mal aspecto a la planta.
Necesita de riegos copiosos y regulares, no se debe dejar secar nunca el sustrato o el aspecto de la planta se resentirá.
Por sus alegres colores formará un bello conjunto si se agrupa en macetas o jardineras con otras plantas de flor.
Conviene tener en cuenta que en interior tendrá una duración efímera si no se le sitúa en un lugar bien ventilado, no recibe algo de sol cada día y un aporte elevado de humedad.
Una de las plagas más comunes que suelen atacar a la Col cuando se encuentra cultivada en suelo son los gusanos, por eso conviene utilizar productos insecticidas específicos para erradicarlos.
No resulta demasiado difícil eliminarlos a mano, aunque suelen esconderse entre el colorido follaje de la planta, cunado ya las hojas están dañadas.
La duración de la planta es de unos dos meses aproximadamente, cuando finaliza su buena apariencia se desecha ya que no tiene ningún sentido decorativo y no vale la pena mantenerla.
La propagación se lleva a cabo mediante semillas, no suelen presentar dificultades para enraizar.
Para su empleo en la ornamentación casi no merece la pena cultivarla, es preferible comprar ejemplares ya cultivados.
Cuando se va a emplear en decoración de interior o exterior lo ideal es hacerse con plantas en diversas tonalidades, de esta forma se crea un espacio tremendamente colorista.
En el momento que las plántulas tienen un tamaño manipulable se tienen que trasplantan a su lugar definitivo, bien sea a macetas individuales o plantarlas directamente en el suelo.
Lo habitual es sembrar filas de plantas en diferentes colores para crear un efecto llamativo.
La enorme gama de tonalidades en su follaje hace que esta planta aporte un bello toque de color en el jardín.
Su vida útil es breve, pero en interior se acorta aún más.
Pertenece a la familia de las Cruciferae y es oriunda de la costa del sur y del oeste de Europa.
Soporta perfectamente las bajas temperaturas, es más, el frío beneficia en gran medida a que su colorido sea mucho más intenso.
Posee un porte pequeño y no suele exceder de los 30 cm de altura, salvo la floración que excede en mucho a la mata.
Su belleza reside en el valor estético de sus grandes hojas rizadas, gracias a su forma y colorido se emplea en la formación de centros decorativos naturales.
Las hojas centrales tienen el color más intenso, generalmente en varias tonalidades rosadas, amarillas, verdes, blancas o rojizas.
Se cultivan en suelo de jardín donde proporcionan un alegre toque de color, también son idóneas para macetas, pero siempre en exterior y a pleno sol.
Las hojas estropeadas o parcialmente secas conviene eliminarlas porque le da un mal aspecto a la planta.
Necesita de riegos copiosos y regulares, no se debe dejar secar nunca el sustrato o el aspecto de la planta se resentirá.
Por sus alegres colores formará un bello conjunto si se agrupa en macetas o jardineras con otras plantas de flor.
Conviene tener en cuenta que en interior tendrá una duración efímera si no se le sitúa en un lugar bien ventilado, no recibe algo de sol cada día y un aporte elevado de humedad.
Una de las plagas más comunes que suelen atacar a la Col cuando se encuentra cultivada en suelo son los gusanos, por eso conviene utilizar productos insecticidas específicos para erradicarlos.
No resulta demasiado difícil eliminarlos a mano, aunque suelen esconderse entre el colorido follaje de la planta, cunado ya las hojas están dañadas.
La duración de la planta es de unos dos meses aproximadamente, cuando finaliza su buena apariencia se desecha ya que no tiene ningún sentido decorativo y no vale la pena mantenerla.
La propagación se lleva a cabo mediante semillas, no suelen presentar dificultades para enraizar.
Para su empleo en la ornamentación casi no merece la pena cultivarla, es preferible comprar ejemplares ya cultivados.
Cuando se va a emplear en decoración de interior o exterior lo ideal es hacerse con plantas en diversas tonalidades, de esta forma se crea un espacio tremendamente colorista.
En el momento que las plántulas tienen un tamaño manipulable se tienen que trasplantan a su lugar definitivo, bien sea a macetas individuales o plantarlas directamente en el suelo.
Lo habitual es sembrar filas de plantas en diferentes colores para crear un efecto llamativo.