Planta de las canicas - Coralito
El rasgo más característico de esta atractiva planta siempre-verde y de escaso crecimiento, es la densa mata de pequeñas hojitas y decorativas bayas.
Estas bolitas la cubren a partir del otoño y lo hacen a veces hasta bien entrado el invierno, si ocurre que el tiempo acompaña.
No obstante resulta bastante fácil encontrarla en otras épocas del año con sus características bayas, en centros especializados.
La Nertera granadensis es originaria de Nueva Zelanda, se cultiva como planta de interior por su gran valor decorativo.
Esta planta forma un montículo de entre 5 y 8 centímetros de altura. Tiene densos tallos muy finos y compactos, de los que nacen las minúsculas hojas de color verde profundo.
A principios de verano aparecen unas estrelladas y diminutas florecillas amarillas, que duran muy pocas semanas, seguidas de una gran cantidad de brillantes bayas redondas de color naranja.
En el mercado se pueden encontrar también estas plantas con las bayas en color amarillo o blanco.
La Nertera desarrollará mejor sus flores y frutos si la temperatura se mantiene alrededor de los 15ºC.
Necesita un lugar bien ventilado y con luz abundante, pero nunca situarla donde pueda darle el sol directamente.
Lo ideal es colocarla en el exterior, en un sitio resguardado, desde la primavera hasta que aparezcan las bayas, luego se puede poner en el interior de casa para disfrutar de su belleza.
Tiene una extraordinaria necesidad de humedad ambiental, como también tener el compost siempre húmedo.
Entre abril y septiembre hay que regarla abundantemente y no dejar que el sustrato se seque. Se debe abonar añadiendo fertilizante líquido al agua de riego cada dos o tres semanas.
Resulta beneficioso rociar con agua alrededor de la planta regularmente. La planta se puede humedecer con agua que no contenga cal y que no esté demasiado fría, así se mantendrá fresca y limpia.
Hay que volcar la planta ligeramente después de mojarla, para así eliminar el agua sobrante y que no permanezca estancada sobre las hojas o bayas.
Cada año hay que transplantarla cambiándole el compost. Si sobresale demasiado de la maceta, se cambia a una un poco más grande.
La Nertera al ser una planta de pequeño volumen sus raíces no son demasiado profundas, por lo que un recipiente poco hondo es el más indicado.
En primavera es el mejor momento para realizar el trasplante y/o la división del ejemplar; se fracciona en dos partes o tres, cuidando de no dañar las delicadas raíces.
Se planta cada una de las partes en una maceta, manteniéndo las nuevas plantas en un sitio cálido y sombrío.
Cuando los nuevos brotes sean visibles ya se pueden tratar como plantas maduras.
También se pueden propagar a comienzos de la primavera, plantando las semillas obtenidas de los frutos maduros de la planta.
Estas bolitas la cubren a partir del otoño y lo hacen a veces hasta bien entrado el invierno, si ocurre que el tiempo acompaña.
No obstante resulta bastante fácil encontrarla en otras épocas del año con sus características bayas, en centros especializados.
La Nertera granadensis es originaria de Nueva Zelanda, se cultiva como planta de interior por su gran valor decorativo.
Esta planta forma un montículo de entre 5 y 8 centímetros de altura. Tiene densos tallos muy finos y compactos, de los que nacen las minúsculas hojas de color verde profundo.
A principios de verano aparecen unas estrelladas y diminutas florecillas amarillas, que duran muy pocas semanas, seguidas de una gran cantidad de brillantes bayas redondas de color naranja.
En el mercado se pueden encontrar también estas plantas con las bayas en color amarillo o blanco.
La Nertera desarrollará mejor sus flores y frutos si la temperatura se mantiene alrededor de los 15ºC.
Necesita un lugar bien ventilado y con luz abundante, pero nunca situarla donde pueda darle el sol directamente.
Lo ideal es colocarla en el exterior, en un sitio resguardado, desde la primavera hasta que aparezcan las bayas, luego se puede poner en el interior de casa para disfrutar de su belleza.
Tiene una extraordinaria necesidad de humedad ambiental, como también tener el compost siempre húmedo.
Entre abril y septiembre hay que regarla abundantemente y no dejar que el sustrato se seque. Se debe abonar añadiendo fertilizante líquido al agua de riego cada dos o tres semanas.
Resulta beneficioso rociar con agua alrededor de la planta regularmente. La planta se puede humedecer con agua que no contenga cal y que no esté demasiado fría, así se mantendrá fresca y limpia.
Hay que volcar la planta ligeramente después de mojarla, para así eliminar el agua sobrante y que no permanezca estancada sobre las hojas o bayas.
Cada año hay que transplantarla cambiándole el compost. Si sobresale demasiado de la maceta, se cambia a una un poco más grande.
La Nertera al ser una planta de pequeño volumen sus raíces no son demasiado profundas, por lo que un recipiente poco hondo es el más indicado.
En primavera es el mejor momento para realizar el trasplante y/o la división del ejemplar; se fracciona en dos partes o tres, cuidando de no dañar las delicadas raíces.
Se planta cada una de las partes en una maceta, manteniéndo las nuevas plantas en un sitio cálido y sombrío.
Cuando los nuevos brotes sean visibles ya se pueden tratar como plantas maduras.
También se pueden propagar a comienzos de la primavera, plantando las semillas obtenidas de los frutos maduros de la planta.