Hardenbergia violeta
Se trata de una planta que pertenece a un pequeño género integrada en la familia de las Fabaceae, género que comprende desde árboles,arbustos y hierbas perennes o plantas anuales.
Muy cercana a la planta del guisante la Hardenbergia es una especie a la que hay que situar en diferentes hábitats de Australia.
Resulta muy interesante como planta trepadora de jardín, ideal para cubrir pérgolas o estructuras para tal fin.
Dispone de un buen número de cultivares, es resistente y se muestra moderadamente vigorosa.
Forma una gran mata muy ramificada compuesta de largos tallos que se sostienen con la mediación de un soporte que se le debe proporcionar para que le ayude a asegurarse, así como a desarrollarse de modo erguido y le permita sostener su peso.
Una buena cualidad a considerar es que tolera bastante bien la mayoría de suelos, sin embargo, es mejor que sea ligeramente ácido, suelto y bien drenado.
Al inicio de la primavera es interesante enriquecer la tierra con un fertilizante de disolución lenta.
Las hojas son perennes, simples, coriáceas, ovales lanceoladas y estrechas, nacen de forma alterna, son de color verde oscuro brillante, con venas prominentes y mide de unos 7 a 12 cm de longitud.
Disfruta de una floración que aparece entre el invierno y la primavera, por lo general son de color azul púrpura, pero se hallan también en tono rosa e incluso en blanco (Hardenbergia Violacea 'Alba'), si bien este color es más difícil de encontrar.
Las vistosas flores son pequeñas pero de una original belleza, surgen en racimos axilares que portan de entre 20 y 30 flores que constan de 4 pétalos.
Le gusta el sol por lo que requiere de una situación bien soleada, aunque admite sin problemas la semi-sombra siempre florecerá en esta ubicación con una menor intensidad.
En épocas de calor hay que regarla de manera generosa pero sin llegar a saturar el sustrato, el resto del año los riegos deben más reducidos.
El mejor desarrollo se obtendrá en zonas con inviernos suaves ya que al ser una especie cuyo origen es de una zona cálida tiene muy poca resistencia ante el frío.
Por este motivo precisa que se le proporcione cierta protección, para ello habrá que situarla en zonas bien resguardada de posibles heladas y a salvo de los fuertes vientos.
En este punto hay que tener especialmente cuidado cuando es aún joven porque puede sufrir daños significativos, pero al evolucionar contará con mayor resistencia.
Al finalizar la floración es conveniente realizarle una oportuna poda de modo generoso, hasta las dos terceras partes de su tamaño, para que se mantenga con una forma apropiada y la prepare para la siguiente temporada de floración.
La multiplicación se produce mediante semillas recogidas de su fruto que contiene de 6 a 8 semillas, y que se pueden mantener durante varios años con sus propiedades para.
Las semillas deben introducirse en agua caliente al menos durante 24 horas.
Muy cercana a la planta del guisante la Hardenbergia es una especie a la que hay que situar en diferentes hábitats de Australia.
Resulta muy interesante como planta trepadora de jardín, ideal para cubrir pérgolas o estructuras para tal fin.
Dispone de un buen número de cultivares, es resistente y se muestra moderadamente vigorosa.
Forma una gran mata muy ramificada compuesta de largos tallos que se sostienen con la mediación de un soporte que se le debe proporcionar para que le ayude a asegurarse, así como a desarrollarse de modo erguido y le permita sostener su peso.
Una buena cualidad a considerar es que tolera bastante bien la mayoría de suelos, sin embargo, es mejor que sea ligeramente ácido, suelto y bien drenado.
Al inicio de la primavera es interesante enriquecer la tierra con un fertilizante de disolución lenta.
Las hojas son perennes, simples, coriáceas, ovales lanceoladas y estrechas, nacen de forma alterna, son de color verde oscuro brillante, con venas prominentes y mide de unos 7 a 12 cm de longitud.
Disfruta de una floración que aparece entre el invierno y la primavera, por lo general son de color azul púrpura, pero se hallan también en tono rosa e incluso en blanco (Hardenbergia Violacea 'Alba'), si bien este color es más difícil de encontrar.
Las vistosas flores son pequeñas pero de una original belleza, surgen en racimos axilares que portan de entre 20 y 30 flores que constan de 4 pétalos.
Le gusta el sol por lo que requiere de una situación bien soleada, aunque admite sin problemas la semi-sombra siempre florecerá en esta ubicación con una menor intensidad.
En épocas de calor hay que regarla de manera generosa pero sin llegar a saturar el sustrato, el resto del año los riegos deben más reducidos.
El mejor desarrollo se obtendrá en zonas con inviernos suaves ya que al ser una especie cuyo origen es de una zona cálida tiene muy poca resistencia ante el frío.
Por este motivo precisa que se le proporcione cierta protección, para ello habrá que situarla en zonas bien resguardada de posibles heladas y a salvo de los fuertes vientos.
En este punto hay que tener especialmente cuidado cuando es aún joven porque puede sufrir daños significativos, pero al evolucionar contará con mayor resistencia.
Al finalizar la floración es conveniente realizarle una oportuna poda de modo generoso, hasta las dos terceras partes de su tamaño, para que se mantenga con una forma apropiada y la prepare para la siguiente temporada de floración.
La multiplicación se produce mediante semillas recogidas de su fruto que contiene de 6 a 8 semillas, y que se pueden mantener durante varios años con sus propiedades para.
Las semillas deben introducirse en agua caliente al menos durante 24 horas.