Sinonimia: Euryops flabelliformis
Euryops miel - Euriops
Este pequeño de arbusto de naturaleza perenne será el deleite de los entusiastas de los jardines algo silvestres y de escaso mantenimiento.
Resulta muy llamativo cuando se encuentra en flor.
Con un porte erguido penas llega al metro de altura, pero forma matas amplias, redondeadas, con una vigorosa y abundante ramificación.
Es oriunda del Sur de África, donde crece de manera natural en zonas costeras y en las laderas de montañas o colinas, suele formar grandes matorrales en áreas arenosas o pedregosas.
Resulta especialmente adecuada para el clima mediterráneo, para borduras o situar de manera aislada en el jardín, aunque por su tamaño se presta aceptablemente al cultivo en maceta.
Tanto se disponga en suelo como en un contenedor hay que situarla siempre a pleno sol, tolera la sombra pero su floración es mediocre.
Los riegos deben ser regulares pero no abundantes, hay que esperar siempre a que el suelo se seque antes de regar de nuevo.
Las plantas bien asentadas soportan incluso periodos largos de sequía.
De la misma manera, resiste el sol intenso, las bajas temperaturas y los ambientes salinos, propios de los jardines cercanos al mar.
Las ramas más viejas van perdiendo las hojas situadas en la zona cercana a la base y como consecuencia van dejando cicatrices en la corteza.
Las hojas son tremendamente pequeñas, palmeadas (semejante a una mano abierta), de entre 3 y 7 lóbulos de color verde oscuro.
Origina una multitud de flores que presentan la misma apariencia y estructura propia de los representantes de la familia de las Asteraceae.
Las flores se manifiestan en tal cantidad que difícilmente deja ver el follaje.
En el centro de la floración y alrededor de los pétalos se encuentran las auténticas flores de tamaño diminuto, todo el conjunto es de color amarillo brillante.
Las flores poseen un leve aroma dulce que recuerda a la miel.
La floración aparece hacia finales del invierno alcanzando parte de la primavera.
En ese tiempo, las matas se cubren de una infinidad de pequeñas flores que hace resplandecer toda la zona donde se encuentren plantadas.
No es exigente en cuanto al tipo de suelo, pero es preciso que esté bien drenado y no retenga agua en ninguna circunstancia.
Toda vez que la floración haya pasado será un momento perfecto para aportarle a la planta una conveniente poda, en especial sobre los ejemplares que dejan de tener una buena apariencia o han perdido el follaje en su base.
A la hora de reproducirla no es nada complicado, ya que permite hacerlo a través de semillas, y de forma más sencilla aún mediante esquejes.
Se deben plantar en un suelo arenoso, enraizarán en unas 3 semanas aproximadamente.
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