Cirigüeña - Golondrinera
En esta ocasión, se pondera a la Celidonia como una sencilla planta con grandes posibilidades para ornamentar un rincón sombrío del jardín, más que por su poder medicinal.
La importancia de esta planta radica en su poder curativo.
Las propiedades medicinales de la Celidonia son conocidas y empleadas desde la antigüedad debido a que abarca un sinfín de afecciones.
Entre las más relevantes es célebre por ser un excelente calmante para la tos, anomalías digestivas, así como presentar ciertos indicios favorables para combatir enfermedades infecciosas.
Se trata de una herbácea de naturaleza perenne y crecimiento erguido que no supera los 70 - 80 cm de altura. El género está formado por esta sola especie que pertenece a la familia de las Papaveraceae.
Procede de Europa, donde crece en terrenos sombreados, conviviendo con otras plantas gustosas de suelos ricos en nitrógeno, además de ambientes frescos y húmedos.
Su comedido tamaño la hace buena para cultivarla en un tiesto para emplazarla en un patio sombreado si se carece de jardín.
Forma una mata de aspecto fresco gracias a su color verde intenso, muy ramificada, con tallos delgados y frágiles.
Los tallos se colman de hojas alternas compuestas por tres o cinco lóbulos con hendiduras irregulares y suaves pelillos.
La floración aparece desde mayo a agosto, incluso algo más si el clima acompaña.
Los tallos que portan las flores se alzan por encima de la mata, éstas constan de cuatro pétalos de un vivo color amarillo y numerosos filamentos.
Es en esta sustancia donde se encuentran algunas propiedades para atajar ciertas dolencias. Produce unas cápsulas portadoras de pequeñas semillas de color negro.
Necesita riegos abundantes que mantenga el suelo húmedo, aunque soporta sequías moderadas puede resentirse su porte lozano.
Conviene ubicarla en una zona donde el sol no le pueda alcanzar en momentos de fuerte incidencia, únicamente cuando lo haga de forma ligera.
Puede mezclarse con plantas con flores de necesidades semejantes para conseguir un gran efecto colorista.
Para propagarla se puede fraccionar la mata plantando cada trozo individualmente en un tiesto o en suelo.
También se emplea semillas que se plantan en primavera.
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