Cáñamo africano - Tilo africano
Es un arbusto muy ramificado que con el tiempo adquiere una consideración de pequeño arbolito.
Pertenece a un modesto grupo compuesto por menos de una decena de especies, e incluido dentro de la familia de las Malvaceae.
Es oriundo de Sudáfrica y Madagascar. En su ambiente natural logra una medida bastante considerable, pero fuera de su entorno generalmente la altura oscila entre los 3 y 4 m, formando una copa redondeada y dilatada.
Es una planta cuyo crecimiento es ágil y sus necesidades bastante exiguas, es suficiente con emplazarla en un lugar soleado y mantener el terreno con una humedad regular.
Las plantas jóvenes necesitan de cierta protección ante el viento fuerte.
Puede situarse en un emplazamiento de interior durante su etapa joven, pero necesitará de una caudalosa luz y un ambiente bien ventilado.
En el momento que adquiera un tamaño poco manejable hay que considerar ubicarla en el exterior, bien sea en el suelo del jardín o en un espacioso macetón.
Tolera bien las situaciones de sombra siempre que ésta no sea demasiado espesa, lo ideal para que florezca sin problema es que disfrute diariamente de algo de sol.
Las flores surgen en el extremo de las ramas en manojos, sus pétalos de color blanco se muestran bien abiertos para exhibir en el centro un penacho de largos estambres de color rojo y amarillo.
Los estambres poseen una pauta de comportamiento muy interesante debido a su sensibilidad al tacto: en el momento que un insecto se posa en ellos o se les roza con los dedos se expanden de modo admirable.
Mientras en la época otoñal perduren las temperaturas suaves nos seguirá brindando una generosa porción de flores, que concluirá con la aparición del frío.
El arbusto va formando numerosos troncos delgados muy próximos entre sí, de corteza lisa y grisácea.
Los troncos jóvenes son los que proveen de follaje a la parte baja del denso entramado troncal, por eso es común ver emerger las hojas muy cercanas al suelo.
Posee grandes hojas acorazonadas de color verde claro y márgenes dentados, ambas caras están cubiertas de suaves pelillos y poseen de 3 a 9 lóbulos cortos.
Los sépalos y los tallos jóvenes también están cubiertos de pelos erizados.
Proviene de zonas cálidas por eso prefiere los climas donde no se tenga que enfrentar a inviernos demasiado fríos, si le sobreviene una helada perderá todo el follaje y habrá que esperar a la primavera para ver nuevos brotes.
Origina pequeños grupos de frutos redondeados de la medida de un garbanzo que están cubiertos de largas púas, al llegar su madurez se abren y liberan unas semillas rugosas.
La poda consigue que la planta adopte un porte armonioso y ayuda a que la floración siguiente sea pletórica.
Se propaga en primavera o verano a través de semillas, o bien por esquejes semi-maduros mantenidos en un lugar cálido y con cierta humedad.
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