Nombre común: Gaura
Es parte integrante de la familia de las Oenotheraceae, que incluye más de 600 especies compuestas hierbas, arbustos y árboles, de géneros que están repartidos por todo el mundo.
Este género específico es nativo de Luisiana, Texas y zonas de México. Su lugar de origen da prueba de que es una planta de marcada naturaleza para los climas cálidos, incluso algo secos.
Es posible que no parezca una planta demasiado llamativa, pero se mostrará como una planta capaz de llenar de flores el jardín una buena parte del año.
Es una planta herbácea de condición perenne, conforma una mata informal de tallos delgados y muy ramificados que alcanza de 50 cm a más de 1 m de altura.
La Gaura tiene un cultivo en jardinería de carácter ornamental, que se utiliza tanto para plantar en suelos de jardín de forma aislada como cultivada en macetas.
Es así mismo muy estimada porque su floración colma con una gran copiosidad a la planta durante mucho tiempo, ésta comienza a surgir a principios de la primavera y se prolonga hasta la legada del frío, que aún puede encontrarse flores en la mata.
Por lo general, si se le facilita unas condiciones adecuadas la planta se abarrota de flores de tal manera que el follaje apenas se deja ver o pasa casi desapercibido.
Su cultivo en interior es posible si se le acomoda en un lugar donde pueda gozar de una buena iluminación y que esté adecuadamente ventilado.
En ambientes cargados y con una deficiente iluminación no progresará de ningún modo.
Para que la floración en interior no se resienta será mejor que disponga de unas cuantas horas de sol al día, lo ideal es ubicarla cerca de una ventana.
La floración se produce por encima del follaje y aparece reunida en largas inflorescencias compuestas de un denso racimo de flores, cada una consta de cuatro pétalos abiertos estrechos en su base y con largos estambres bien evidentes.
Las hojas son largamente lanceoladas, estrechas, algo ásperas al tacto y de color verde desvaído.
Existen cultivares de floración de color blanco puro, rosa pálido y rosa penetrante; asimismo, alguna variedad se manifiesta inicialmente de color blanco para tornarse luego con un cierto matiz rosáceo.
Se trata de una planta que bien se puede situar en un emplazamiento de semi-sombra como a pleno sol, aunque quizás se encuentre mejor en una circunstancia soleada siempre que sea moderadamente intensa.
De la misma manera tampoco tiene una preferencia específica por un tipo de suelo en particular, sólo habrá que tener un singular cuidado con los suelos empapados ya que en este caso, arruinará su desarrollo.
Tiene una excelente capacidad para sobrevivir periodos de falta de riego sin demasiados problemas, pero si es importante que cuente con un suelo bien drenado.
Cuando las flores disminuyan en verano se puede dar una poda para que gane en espesura la floración durante el otoño.
A la llegada del invierno y tras la floración se deben cortar los tallos a ras del suelo.
La reproducción se hace de manera sencilla a través de semillas, de la misma forma fácil se puede dividir la mata en primavera para obtener nuevas plantas.