Anturio - Anturiun
Una de las más bellas plantas de interior y más exóticas que se cultiva por el gran valor ornamental de sus grandes y suaves hojas en forma de corazón.
Esta especie procede de los bosques lluviosos a los pies de los Andes, entre Colombia y Perú.
El género se compone de más de 600 especies con numerosas variedades e híbridos.
Hay muchas especies afines que son prácticamente iguales de apariencia cuando son jóvenes; generalmente sólo se venden plantas jóvenes porque tienen un tamaño apropiado y son más atractivas.
Esta ornamental planta tiene las hojas grandes, aterciopeladas, de tacto suave, con forma acorazonada, algo alargadas, de color verde oscuro o rojizo en las hojas jóvenes, y los nervios muy marcados.
Las nerviaciones principales y secundarios están acentuadas por unas rayas brillantes desde la base hasta el punto extremo, blancas y plateadas que parece como si tuviesen pequeñísimos trocitos de cristal.
Se trata de una planta relativamente frágil, que requiere para un buen cultivo de una humedad ambiental realmente elevada, y una temperatura que debe oscilar entre los 15 y 25ºC.
Como el resto del grupo de los Anturios esta planta tampoco soporta el frío.
Florece en verano, pero si la temperatura es idónea puede hacerlo en otras épocas del año.
Las flores consisten en inflorescencias erectas que constan de espatas de color verde con un tinte rojizo y un espádice también verde.
A diferencia de otras especies de Anturios de bellas y coloridas espatas, no posee una floración ni vistosa ni colorista, de hecho, no aporta ningún atractivo a la mata, muy al contrario, le arrebata los nutrientes que requieren las hojas.
Por ese motivo, es mejor eliminarlas en cuanto se manifiesten.
Necesita luz brillante pero que sea matizada, fuera de la luz directa del sol. Hay que mantenerla lejos de las corrientes de aire y sobre todo de los ambientes secos.
Le gusta los ambientes cálidos y húmedos, por lo que rociarla con frecuencia le es muy beneficioso en periodos de calor excesivo. Reducir el riego en el invierno sin que el sustrato llegue a secarse.
Se debe mantener las hojas limpias de polvo pasando sobre ellas suavemente con un paño húmedo de tanto en tanto. Si es posible es mejor utilizar agua ligeramente tibia y sin cal.
A causa del exceso de riego o que el sustrato no drene bien puede desarrollar hongos, fatales para el ejemplar.
Cada dos semanas y en periodo de desarrollo se puede abonar con un fertilizante equilibrado añadido al agua de riego, durante el invierno se suspende.
El anturio no necesita podas, sólo se deben eliminar los tallos con flores marchitas, cortando lo más cerca posible de la base.
Puede ser atacada principalmente por las cochinillas algodonosas que logran ser un problema; ante el primer síntoma hay que tomar medidas, eliminarlas con agua jabonosa y utilizar un insecticida específico.
Para conseguir nuevas plantas se puede realizar mediante la división de la planta en primavera, o retirar los retoños que nacen alrededor de la planta madre.
Aunque se puede propagar por semillas, este método resulta muy lento. Conviene no usar macetas demasiado grandes.