Rosa de Navidad - Heléboro
Procedente de Centro Europa, se trata de una planta rizomatosa, de carácter perenne, que destaca por tener un porte elegante y ornamental. Se encuadra dentro de la familia Ranunculaceae.
Por su naturaleza esencialmente alpina, puede crecer en regiones frías, incluso es capaz de soportar nevadas de cierta importancia sin que le perjudique.
Goza de una floración invernal notablemente vistosa que hace que esta planta cause una gran admiración entre los amantes de la jardinería.
Es de valorar que mientras la gran mayoría de plantas de flor descansan durante el periodo frío del año, la Rosa de Navidad muestra toda su belleza mediante sus grandes flores.
Puede formar una mata de no más de 40cm de altura, que resulta muy interesante para cultivar en contenedores, aunque generalmente se encuentra en jardines donde se la utiliza para componer macizos y borduras.
Las brillantes hojas poseen un largo peciolo, de tacto firme, coriáceas, de color verde profundo y el ápice dentado.
Produce una generosa floración compuesta de grandes flores, formadas de cinco pétalos de color blanco verdoso, que en ocasiones se transforma en color rosa o en rosado profundo a medida que las flores envejecen.
Para su perfecto desarrollo es imprescindible proporcionarle un sustrato bien drenado, incluidos los suelos calizos profundos.
En regiones de climas calurosos es preferible situarla en zonas de semi-sombra o incluso de sombra total, manteniendo siempre un nivel alto de humedad, en climas templados admite el sol directo.
Necesita ubicaciones con una humedad ambiental lo más elevada posible y un entorno fresco y bien ventilado, es muy complicado que prospere en interior ya que no se dan las condiciones necesarias.
No tolera la sequía, la falta notable de humedad, puede ser una de las causas decisivas para fracasar en el cultivo de la Rosa de Navidad.
Hay que asegurarle una adecuada protección ante el fuerte viento.
Se le puede realizar una poda suave, al final de la floración si los tallos han crecido de forma dispar.
Para multiplicarla se emplean semillas frescas que pueden tardar algún tiempo en establecerse, mediante este método puede no ser tan efectivo propagarla si se hace de modo doméstico.
Fue cultivada para su utilización como planta medicinal, aunque en la actualidad sólo se recomienda su uso bajo estricto control de profesionales, debido a su alta toxicidad aun en dosis mínimas.
La industria farmacéutica aprovecha primordialmente el rizoma del Eléboro para problemas cardiacos entre otras afecciones.
Incluso algunas de las cuales ya se vienen tratando con partes de esta planta desde tiempos inmemoriales.