Junco - Planta punk
Esta bella planta herbácea, de la familia de las Ciperáceas, es originaria de las regiones mediterráneas.
No cabe duda que es una elegante planta, de pequeño tamaño que no supera los 30 cm de altura a lo máximo.
Los penachos están formados por hojas sumamente finas, largas, cilíndricas, de color verde claro profundo, que se desarrollan a partir de una cepa.
Disfruta de una delicada imagen que la hace ser una extraordinaria planta con un gran poder decorativo.
Aunque en su hábitat natural su crecimiento es erguido, aunque tiene cierta tendencia a colgar, lo que la hace ideal como planta colgante.
En los centros de jardinería normalmente la encontramos con un rulo ancho de plástico fino, que recoge todo el penacho de hojas, de manera que la planta crezca erguida.
Pese a que dicho rulo se le puede dejar, resulta algo raro y poco estético, además acortará su vida ya que no permite pasar la luz.
Es preferible dejar que la planta se desarrolle de forma natural y que los tallos caigan graciosamente.
En los extremos de sus delicados tallos desarrolla espigas de flores de color crema o blancas, del tamaño de la cabeza de un alfiler, que se abren a lo largo de todo el año.
Especialmente le favorece las exposiciones bien luminosas.
En el interior hay que ubicarla lo más cercana posible a una ventana, pero sin que reciba el sol directo de las horas centrales del día.
Como se trata de una especie de terrenos pantanosos, agradece una elevada humedad en las raíces; por lo tanto, se le debe regar con abundancia y frecuencia.
Durante el periodo de vegetación, a la hora de regarla, se la puede dejar sobre un platillo con agua durante un tiempo para que absorba la que necesite, evitando que la maceta permanezca excesivamente en continuo contacto con el agua.
Los riegos deben ser más reducidos en invierno. En la época más calurosa hay que vaporizar el follaje a diario.
Se abona de manera ligera, una vez al mes durante la primavera y verano será suficiente, nada el resto del tiempo.
Necesitará ubicaciones resguardadas cuando haya peligro de heladas o temperaturas demasiado bajas.
No requiere podas, sólo eliminar las hojas amarillas o estropeadas.
La reproducción se realiza en primavera mediante semillas.
Algo más fácil resulta dividiendo la planta aprovechando el trasplante de maceta, fraccionando el ejemplar adulto en varias pequeñas matas provistas de suficientes raíces.
No cabe duda que es una elegante planta, de pequeño tamaño que no supera los 30 cm de altura a lo máximo.
Los penachos están formados por hojas sumamente finas, largas, cilíndricas, de color verde claro profundo, que se desarrollan a partir de una cepa.
Disfruta de una delicada imagen que la hace ser una extraordinaria planta con un gran poder decorativo.
Aunque en su hábitat natural su crecimiento es erguido, aunque tiene cierta tendencia a colgar, lo que la hace ideal como planta colgante.
En los centros de jardinería normalmente la encontramos con un rulo ancho de plástico fino, que recoge todo el penacho de hojas, de manera que la planta crezca erguida.
Pese a que dicho rulo se le puede dejar, resulta algo raro y poco estético, además acortará su vida ya que no permite pasar la luz.
Es preferible dejar que la planta se desarrolle de forma natural y que los tallos caigan graciosamente.
En los extremos de sus delicados tallos desarrolla espigas de flores de color crema o blancas, del tamaño de la cabeza de un alfiler, que se abren a lo largo de todo el año.
Especialmente le favorece las exposiciones bien luminosas.
En el interior hay que ubicarla lo más cercana posible a una ventana, pero sin que reciba el sol directo de las horas centrales del día.
Como se trata de una especie de terrenos pantanosos, agradece una elevada humedad en las raíces; por lo tanto, se le debe regar con abundancia y frecuencia.
Durante el periodo de vegetación, a la hora de regarla, se la puede dejar sobre un platillo con agua durante un tiempo para que absorba la que necesite, evitando que la maceta permanezca excesivamente en continuo contacto con el agua.
Los riegos deben ser más reducidos en invierno. En la época más calurosa hay que vaporizar el follaje a diario.
Se abona de manera ligera, una vez al mes durante la primavera y verano será suficiente, nada el resto del tiempo.
Necesitará ubicaciones resguardadas cuando haya peligro de heladas o temperaturas demasiado bajas.
No requiere podas, sólo eliminar las hojas amarillas o estropeadas.
La reproducción se realiza en primavera mediante semillas.
Algo más fácil resulta dividiendo la planta aprovechando el trasplante de maceta, fraccionando el ejemplar adulto en varias pequeñas matas provistas de suficientes raíces.