Nombre común: Margarita africana
Es una planta herbácea vivaz, cuyo cultivo puede durar varios años, aunque comercialmente solo interesa cultivar durante dos o tres, según cultivares y técnicas de cultivo empleadas.
Pertenece a la familia da las Asteraceae y es originaria del sur de África, Madagascar y otras tantas especies de Asia.
La importancia de esta planta se fundamente en la floración, en ella reside su vistosidad y el interés de su cultivo.
Las hojas tienen forma de roseta, son grandes, alargadas, pueden alcanzar unos 30 cm de largo, rugosas al tacto y ligeramente hendidas en los bordes.
Del pecíolo de algunas de ellas evolucionarán los brotes florales, que desarrollarán unos vástagos o pedúnculos con una inflorescencia terminal en capítulo.
El pedúnculo puede ser de distintos grosores y su longitud depende del cultivar además de las condiciones medioambientales existentes.
El capítulo floral está formado, desde el exterior hacia el interior, por varias filas concéntricas de flores femeninas liguladas.
Normalmente una fila de flores hermafroditas no funcionales y, colocándose en el centro, las flores masculinas.
Las flores liguladas son de forma y espesor variables y de amplia gama de colores, según cultivares.
El fruto es un aquenio, acostillado, con coloración marrón claro o marrón oscuro y presenta un vilano en el extremo posterior, lo que facilita su diseminación.
En el cultivo de flor cortada, esta planta tiene una relevancia absoluta, gracias a la belleza de las flores y a la gran multitud de alegres colores que presenta.
En el terreno industrial hay que reseñar que con su floración se confeccionan centros decorativos y ramos para jarrones; una sola flor de gerbera colocada en un vaso con agua resulta encantador.
El grupo goza de una floración que abarca un largo periodo del año, comenzando desde principios de primavera y llegando hasta el final del verano.
Su cultivo se adapta igual de bien a contenedores o a la formación de macizos mixtos.
Conviene regarla de manera comedida, la mayoría de las veces el fracaso de su cultivo radica en los excesos de riego que acaban por pudrir las raíces.
Se puede multiplicar a través de semillas, pero es una labor algo compleja y no siempre da buenos resultados.
Pertenece a la familia da las Asteraceae y es originaria del sur de África, Madagascar y otras tantas especies de Asia.
La importancia de esta planta se fundamente en la floración, en ella reside su vistosidad y el interés de su cultivo.
Las hojas tienen forma de roseta, son grandes, alargadas, pueden alcanzar unos 30 cm de largo, rugosas al tacto y ligeramente hendidas en los bordes.
Del pecíolo de algunas de ellas evolucionarán los brotes florales, que desarrollarán unos vástagos o pedúnculos con una inflorescencia terminal en capítulo.
El pedúnculo puede ser de distintos grosores y su longitud depende del cultivar además de las condiciones medioambientales existentes.
El capítulo floral está formado, desde el exterior hacia el interior, por varias filas concéntricas de flores femeninas liguladas.
Normalmente una fila de flores hermafroditas no funcionales y, colocándose en el centro, las flores masculinas.
Las flores liguladas son de forma y espesor variables y de amplia gama de colores, según cultivares.
El fruto es un aquenio, acostillado, con coloración marrón claro o marrón oscuro y presenta un vilano en el extremo posterior, lo que facilita su diseminación.
En el cultivo de flor cortada, esta planta tiene una relevancia absoluta, gracias a la belleza de las flores y a la gran multitud de alegres colores que presenta.
En el terreno industrial hay que reseñar que con su floración se confeccionan centros decorativos y ramos para jarrones; una sola flor de gerbera colocada en un vaso con agua resulta encantador.
El grupo goza de una floración que abarca un largo periodo del año, comenzando desde principios de primavera y llegando hasta el final del verano.
Su cultivo se adapta igual de bien a contenedores o a la formación de macizos mixtos.
Conviene regarla de manera comedida, la mayoría de las veces el fracaso de su cultivo radica en los excesos de riego que acaban por pudrir las raíces.
Se puede multiplicar a través de semillas, pero es una labor algo compleja y no siempre da buenos resultados.