Hipoestes - Hoja de sangre
Es una planta muy ramificada desde la base, de naturaleza arbustiva, rastrera, herbácea y perenne con hojas pequeñas, con una estructura ovalada.
Es originaria de Madagascar y posee una apariencia delicada con un porte pequeño y no suele exceder de los 30 cm de altura.
Esta medida puede variar considerablemente cuando está cultivada sobre suelo de un jardín sombreado.
Las hojas de nacimiento opuesto terminadas en punta son levemente ásperas al tacto y están cubiertas por unos puntos de forma irregular.
Se cultiva por su inusuales hojas muy características y propias de esta bella planta.
De las axilas surgen tallos nuevos que hace que la planta sea más tupida. Es ampliamente utilizada en arreglos de centros decorativos junto a plantas pequeñas.
Donde las coloridas hojas del Hypoestes añaden un alegre toque de color reunida con otros ejemplares de hojas verdes.
Cuando estas plantas son jóvenes están cubiertas de un denso y compacto follaje de color verde oscuro o aceitunado que contrasta con las numerosas y llamativas manchas de color rosa o rosa violáceo.
En primavera nacen pequeñas espigas de flores de tamaño diminuto y de color lila azulado que surgen entre brácteas de tonalidad verdosa.
La insignificante floración no resulta en absoluto decorativa y carece de todo interés ornamental.
Lo recomendable es eliminarlas tan pronto aparezcan y no cause que la planta gaste energía inútilmente y debilite su bonito follaje.
La luz para el Hypoestes es fundamental, se le debe proporcionar la más fuerte posible para impedir que los tallos se hagan demasiado largos y que las hojas pierdan su intenso color y que las manchas rosas se tornen verdes.
Sin embargo, no hay que exponerla a los rayos directos del sol, en todo caso y solo, cuando se trate del sol de primeras horas de la mañana.
Desde la primavera hasta el otoño hay que mantenerle el sustrato siempre húmedo, regando con más frecuencia en verano.
Necesita atmósferas húmedas; si el aire es demasiado seco la planta irá perdiendo las hojas, es preciso humedecer en verano toda la planta a diario, con pulverizaciones de agua que no esté demasiado fría.
Cada dos semanas de primavera a otoño hay que regarla con un fertilizante líquido que se añade al agua de riego, procurando que no toque las hojas.
En invierno si la temperatura baja de los 13Cº pierde la parte aérea, aunque ésta vuelve a crecer en primavera, pero si se expone a heladas, la planta muere del todo.
Por lo general se cultiva durante un año y después se la desecha cuando ya la planta se hace muy alta, desgarbada y leñosa.
Para mantenerla compacta y bien tupida de hojas durante mucho tiempo se le debe realizar podas y pinzamientos regulares.
Los recortes habituales y una poda bastante intensa, favorecerán la producción de nuevas ramas.
Con el tiempo la planta se volverá mucho menos atractiva, por lo tanto, es mejor tomar esquejes de punta de unos 10 cm de longitud que se plantan en un sustrato ligero, en un ambiente húmedo y preferentemente en primavera o verano.
Las hormonas de enraizamiento artificial u otro método natural estimulará y hará que los esquejes arraiguen más fácilmente y antes.