Verdolaga - Flor de seda
Ver: Portulaca oleracea
Este género que comprende unas 50 especies originarias de las regiones cálidas de Brasil y Argentina, son auténticas amantes de sol.
Pertenecientes a la familia Portulacaceae se trata básicamente de plantas suculentas de hábito expansivo y rastrero.
Poseen un crecimiento algo lento, aunque lo llamativo de esta especie es su copiosa y prolongada floración.
Se reemplazan cada año porque se consideran de naturaleza anual por su escasa resistencia al frío.
Las Portulacas son plantas de escasa altura, sólo logran alcanzar entre los 15 o 25 cm de talla pero pueden cubrir una amplia zona dado su carácter rastrero.
Su cultivo es excelente tanto en jardineras como en macetas o plantadas directamente en tierra donde pueden formar montículos o tener un desarrollo tapizante.
Las flores en forma de copa se presentan en solitario y pueden ser simples o compuestas, con un extenso y brillante colorido que abarca las más diversas tonalidades de amarillo, rojo, rosa, blanco, naranja, etc.
Esta Verdolaga posee la singularidad de producir flores de tonalidades distintas en la misma mata.
Las flores se abren sólo cuando se encuentran a pleno sol y permanecen cerradas por la noche o en los días nublados.
Las plantas que están ubicadas en el lugar adecuado responderán con tal riqueza en su floración que apenas se podrá ver el follaje.
Los tallos de coloración rojiza están cubiertos de pequeñas y brillantes hojas de color verde, con un diseño cilíndrico dispuestas en espiral y con una suave y fina vellosidad axilar.
Se destinan ampliamente para ornamentación y embellecimiento de terrazas o balcones que estén orientados a pleno sol donde las Portulacas se sienten felices.
Son verdaderamente tolerantes al calor y la sequía, pero ofrecen y garantizan una mejor floración con riegos regulares.
Estas plantas apenas nos darán trabajo en su mantenimiento y florecerán durante muchos meses, por ello, no hay que desaprovechar la ocasión de plantarlas siempre que se pueda.
No necesitan sustratos con demasiada humedad o se corre el riesgo de que las raíces se pudran, provocando la muerte de la planta.
Por eso es una buena idea dejar secar la tierra entre un riego y el siguiente.
Pueden ser atacadas por el pulgón, que se debe combatir lo antes posible o puede causar un gran daño a la planta.
La reproducción se consigue con mucha facilidad mediante semillas en primavera.