Lirio de los Incas
Oriundas de las regiones montañosas de Sudamérica, principalmente de la zona Andina.
La Alstroemeria goza de gran popularidad por la relativa sencillez de su cultivo, a esto hay que añadir que no requiere de unos cuidados especiales.
En jardinería es muy apreciada por sus decorativas flores tremendamente hermosas. Pertenece a la familia de las Amariliáceas.
Afortunadamente esta planta se puede encontrar en el mercado en floración prácticamente durante todo el año.
Las flores de esta magnífica planta son utilizadas de manera muy apreciable en floristerías para la creación de ramos frescos o centros decorativos debido a su gran durabilidad, llegan a mantenerse perfectas hasta dos semanas o algo más.
El grupo comprende un gran número de variedades, a los que hay que añadirle una multitud de híbridos cuyas floraciones en un sinfín de colores las hacern muy atractivas.
Entre los diversos colores se pueden encuentrar tonalidades en amarillo, rojo, lavanda, rosa, blanco, naranja, melocotón o dorado, todos ellos como colores únicos o mezclados entre ellos.
Las vistosas flores de la Alstroemeria tienen la apariencia de pequeños lirios, éstas se agrupan en una falsa umbrela con un pequeño manojo de hasta una decena de flores.
Cada flor está compuesta de seis pétalos, los tres pétalos internos están salpicados de pequeñas manchas coloreadas.
Generalmente florece durante el verano, pero dependiendo de la variedad y de las condiciones climáticas puede hacerlo en otras épocas del año.
Para obtener una gran floración y que la planta se desarrolle correctamente se debe situar a pleno sol o en semi-sombra.
La extensa y copiosa floración hace que la planta requiera un aporte semanal de fertilizante líquido para plantas de flor, o bien utilizar uno de liberación lenta al inicio de la temporada.
Necesita de suelos ligeros, bien drenados, y de riegos frecuentes manteniendo el sustrato moderadamente húmedo, sin llegar a encharcarlo, sobre todo en invierno ya que puede ocasionar que el rizoma se pudra.
Estas plantas tienen una buena resistencia al frío, pero si van a pasar el invierno en el jardín y existe riesgo de heladas prolongadas es mejor protegerlas.
Los frutos son cápsulas elípticas que contienen numerosas semillas que se pueden utilizar para la multiplicación de forma sencilla, incluso se puede sembrar directamente en el lugar que se alojarán de manera definitiva.
También se emplea para su propagación la división de la mata, se realiza al inicio de la primavera.
Es conveniente enterrar las raíces profundamente, hay que tener cuidado cuando se manipulan porque son muy frágiles y se rompen con facilidad. Una vez establecidas prosperan con mucha rapidez.
