Hibisco - Pacífico - Rosa de China
Esta planta florece repetidamente a lo largo de todo el año si se le proporciona unos cuidados básicos. Pertenece a la familia de las Malvaceae y es originaria de China.
Es muy común ver esta planta en los jardines de nuestras costas; ahí encuentra las condiciones idóneas para crecer y florecer, ya que se trata de una planta subtropical, amante del sol, el calor y la humedad.
En climas extremos hay que buscarle una ubicación muy precisa para que prospere, contra un muro que lo resguarde de los fuertes vientos fríos será lo más aconsejable, al menos mientras la planta sea joven.
Este Hibisco con el tiempo puede conseguir la forma de un arbolillo, superando incluso los 4 m de altura si se le da espacio, aunque si se cultivada en maceta apenas superará el metro y medio de altura.
Todos los componentes del género necesitan de una máxima iluminación, a medida que van creciendo soportan mejor la exposición total de sol.
Deben gozar de un emplazamiento soleado aunque la exposición sea intensa, pero entonces necesitarán de riegos más copiosos y regulares.
Esta especie se puede cultivar como planta de interior, pero para que prospere adecuadamente hay que situarla lo más cerca posible de una ventana, donde de reciba unas cuantas horas al día de sol, o bien esté orientada al sur.
Si se sitúa en un lugar donde reciba poco o nada de sol no florecerá.
Cuando se encuentra en un contenedor y está en flor no conviene cambiarle el emplazamiento, porque reacciona perdiendo los capullos y puede dejar de florecer por completo.
Durante el periodo de crecimiento y floración se debe regar en abundancia, evitando que el cepellón se seque, pero también que el sustrato permanezca mucho tiempo empapado.
En climas suaves florece casi todo el año, en zonas con temperaturas frías lo hace en primavera y verano.
El Pacífico produce flores sencillas o dobles según la variedad y los colores son de una gama muy amplia, que pasa desde el rojo más intenso, pasando por el rosa, blanco, amarillo o naranja; todos los tonos de mayor o menor fuerza, incluso algunas variedades de tonalidades mezcladas.
Los arbustos con más de dos años deben podarse con regularidad a finales del invierno, para que no pierdan la forma compacta.
Si no se le practica podas regulares, se vuelve desgarbada, los tallos viejos pierden las hojas y las flores son cada vez más pequeñas.
Se reproduce por esquejes de tallo sin demasiada dificultad y el mejor momento para hacerlo es en primavera.
Se puede aprovechar los restos de la poda para tomar los esquejes, eligiendo los tallos más sanos cortando unos 10cm por debajo de un nudo, dejando sólo un par de hojas en el extremo superior.
Es preferible untar los extremos cortados en hormonas de enraizar y luego introducirlos en el sustrato, regándolos bien a continuación y colocándolos en un ambiente cálido.
En un mes aproximadamente ya habrán emitido raíces.