Aeschynanthus lobbianus
Aeschinantus- Esquinanto - Planta barra de labios
Todas las especies de Aeschynanthus, tienen su hábitat natural en las selvas de Tailandia y Malasia, donde crecen en la mayoría de los casos como epífitas. Pertenecen a la familia de las Gesneriaceae.
Lo excepcional de este género de plantas es que funcionan perfectamente como plantas de interior y son tremendamente decorativas.
Son muy decorativas gracias al diseño de sus tallos cayendo en cascada cuando se instalan sobre un estante, un taburete alto o en macetas colgantes.
Esta flamante planta produce numerosos tallos largos y nervudos, con hojas carnosas, lanceoladas, de color verde oscuro brillante que están cubiertas de diminutos pelillos.
Son plantas que les gusta las temperaturas cálidas durante todo el año y no toleran las heladas aunque sean de baja intensidad.
Necesitan luz abundante en todas las estaciones, se las puede exponer a sol siempre y cuando éste no sea demasiado tórrido.
Hay que alimentarlas con un fertilizante líquido débil cada 15 o 20 días desde marzo a septiembre.
Es muy beneficioso cortar la punta de los tallos cuando hayan crecido de una forma desordenada o resulten demasiado largos y sin apenas hojas, esto hará que el crecimiento sea mucho más compacto y produzcan más flores.
Las flores aparecen en verano, son tubulares de color rojo intenso y surgen en racimos. Cada flor emerge del interior de un cáliz de color burdeos que al abrirse muestra un largo pistilo rodeado de cuatro estambres.
Con los riegos hay que tener una especial precaución, éstos no deben ser excesivos y hay que esperar a que el sustrato se seque ligeramente antes de regar de nuevo.
Al inicio o mediados de otoño (según el clima de la zona) se debe rebajar gradualmente la cantidad de agua de riego, hasta mantenerla sólo ligeramente húmeda a lo largo de todo el invierno.
En periodos de calor agradece un rociado uniforme de agua sobre el follaje, mejor que no esté demasiado fría.
Como para todas las epífitas, el sustrato debe ser muy poroso de manera que nunca se estanque el agua. Los tiestos es bueno que no sean demasiado grandes, dejando que las raíces estén un poco comprimidas antes de renovar el contenedor.
Para quienes posean cierta destreza y les guste la originalidad pueden llevar a cabo una llamativa composición haciendo un arreglo sobre un tronco con un resultado muy interesante.
Para elaborarlo se necesita un tronco seco, algo de musgo para hacer el asiento y un cordel fino que recoja las raíces y asegure la planta a la pieza.
Las Aeschynanthus son sensibles al ataque de pulgones, araña roja y a la cochinilla algodonosa, por lo que es bueno inspeccionar los ejemplares de tanto en tanto.
Al finalizar la floración se puede podar la tercera parte de la longitud de los tallos, estos restos se pueden utilizar para producir nuevas plantas.
La propagación se lleva a cabo mediante esquejes tomados de los extremos de los tallos, se plantan en una mezcla arenosa y con una temperatura cálida.
Esta operación puede realizar en cualquier época del año, pero es mejor esperar a que se haya iniciado su periodo vegetativo.
Lo excepcional de este género de plantas es que funcionan perfectamente como plantas de interior y son tremendamente decorativas.
Son muy decorativas gracias al diseño de sus tallos cayendo en cascada cuando se instalan sobre un estante, un taburete alto o en macetas colgantes.
Esta flamante planta produce numerosos tallos largos y nervudos, con hojas carnosas, lanceoladas, de color verde oscuro brillante que están cubiertas de diminutos pelillos.
Son plantas que les gusta las temperaturas cálidas durante todo el año y no toleran las heladas aunque sean de baja intensidad.
Necesitan luz abundante en todas las estaciones, se las puede exponer a sol siempre y cuando éste no sea demasiado tórrido.
Hay que alimentarlas con un fertilizante líquido débil cada 15 o 20 días desde marzo a septiembre.
Es muy beneficioso cortar la punta de los tallos cuando hayan crecido de una forma desordenada o resulten demasiado largos y sin apenas hojas, esto hará que el crecimiento sea mucho más compacto y produzcan más flores.
Las flores aparecen en verano, son tubulares de color rojo intenso y surgen en racimos. Cada flor emerge del interior de un cáliz de color burdeos que al abrirse muestra un largo pistilo rodeado de cuatro estambres.
Con los riegos hay que tener una especial precaución, éstos no deben ser excesivos y hay que esperar a que el sustrato se seque ligeramente antes de regar de nuevo.
Al inicio o mediados de otoño (según el clima de la zona) se debe rebajar gradualmente la cantidad de agua de riego, hasta mantenerla sólo ligeramente húmeda a lo largo de todo el invierno.
En periodos de calor agradece un rociado uniforme de agua sobre el follaje, mejor que no esté demasiado fría.
Como para todas las epífitas, el sustrato debe ser muy poroso de manera que nunca se estanque el agua. Los tiestos es bueno que no sean demasiado grandes, dejando que las raíces estén un poco comprimidas antes de renovar el contenedor.
Para quienes posean cierta destreza y les guste la originalidad pueden llevar a cabo una llamativa composición haciendo un arreglo sobre un tronco con un resultado muy interesante.
Para elaborarlo se necesita un tronco seco, algo de musgo para hacer el asiento y un cordel fino que recoja las raíces y asegure la planta a la pieza.
Las Aeschynanthus son sensibles al ataque de pulgones, araña roja y a la cochinilla algodonosa, por lo que es bueno inspeccionar los ejemplares de tanto en tanto.
Al finalizar la floración se puede podar la tercera parte de la longitud de los tallos, estos restos se pueden utilizar para producir nuevas plantas.
La propagación se lleva a cabo mediante esquejes tomados de los extremos de los tallos, se plantan en una mezcla arenosa y con una temperatura cálida.
Esta operación puede realizar en cualquier época del año, pero es mejor esperar a que se haya iniciado su periodo vegetativo.
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