Violeta persa - Violeta alemana
La Violeta persa es una excelente planta de flores cultivada por su gran valor decorativo y ser apropiada para interior. Está incluida dentro de la familia de las Gentianaceae.
Es una herbácea con una naturaleza de vida corta, con un porte de reducido tamaño y figura redondeada, alcanza como máximo unos 30 cm de altura y se encuentra muy ramificada desde la base.
Dado su rápido crecimiento y que en la siguiente temporada su floración es muy pobre, además de que su precio no resulta demasiado elevado, generalmente se la cultiva como planta anual, una vez finalizada su floración se descarta.
Las hojas son pequeñas, ovaladas, puntiagudas, de color verde intenso y brillantes.
Tiene una abundante floración que se prolonga a lo largo de varios meses, comienza a hacerlo desde finales de la primavera hasta casi el final del verano. En ocasiones florece incluso en otoño.
Las flores de la Exacum affine son pequeñas, simples y muy olorosas especialmente por la noche.
La tonalidad de las flores se puede encontrar en un delicado color malva, violeta o blanca, pero el centro de la flor es siempre amarillo.
Situada en interior necesita gran cantidad de luz que sea ligeramente tamizada, en exterior se ubica en una zona resguardada del fuerte sol y del viento.
Una zona sombrada al abrigo de otras plantas es el lugar ideal para cultivarla.
El riego se debe hacer con mucha regularidad utilizando agua no calcárea y manteniendo el sustrato siempre húmedo.
La Violeta persa necesita de mucha humedad ambiental, por ello hay que practicarle vaporizaciones frecuentes evitando mojar las flores, conviene colocarle debajo de la maceta una bandeja con piedrecillas húmedas.
Cada diez o doce días en periodo de floración se abona con fertilizante líquido para plantas de flor, también se puede utilizar un abono de liberación lenta.
Para mantenerla compacta y frondosa hay que cortar los extremos de las ramas, de modo que el ejemplar quede con una bonita forma redondeada.
También conviene velar por la salud de la planta eliminando las flores marchitas, de esta forma se asegura una floración espléndida y continuada.
Se la puede desechar después de la floración por su fácil multiplicación por semillas (por esquejes es más lento y también más dificultoso).
Al finalizar el invierno ya es el momento de sembrar las semillas del Exacum, empleando un buen sustrato, manteniendo una temperatura alrededor de los 22 ºC, habrán enraizado en unas tres semanas aproximadamente.
Cuando tengan un par de hojas se trasplantan de modo individual a macetas no demasiado grandes.
Es una herbácea con una naturaleza de vida corta, con un porte de reducido tamaño y figura redondeada, alcanza como máximo unos 30 cm de altura y se encuentra muy ramificada desde la base.
Dado su rápido crecimiento y que en la siguiente temporada su floración es muy pobre, además de que su precio no resulta demasiado elevado, generalmente se la cultiva como planta anual, una vez finalizada su floración se descarta.
Las hojas son pequeñas, ovaladas, puntiagudas, de color verde intenso y brillantes.
Tiene una abundante floración que se prolonga a lo largo de varios meses, comienza a hacerlo desde finales de la primavera hasta casi el final del verano. En ocasiones florece incluso en otoño.
Las flores de la Exacum affine son pequeñas, simples y muy olorosas especialmente por la noche.
La tonalidad de las flores se puede encontrar en un delicado color malva, violeta o blanca, pero el centro de la flor es siempre amarillo.
Situada en interior necesita gran cantidad de luz que sea ligeramente tamizada, en exterior se ubica en una zona resguardada del fuerte sol y del viento.
Una zona sombrada al abrigo de otras plantas es el lugar ideal para cultivarla.
El riego se debe hacer con mucha regularidad utilizando agua no calcárea y manteniendo el sustrato siempre húmedo.
La Violeta persa necesita de mucha humedad ambiental, por ello hay que practicarle vaporizaciones frecuentes evitando mojar las flores, conviene colocarle debajo de la maceta una bandeja con piedrecillas húmedas.
Cada diez o doce días en periodo de floración se abona con fertilizante líquido para plantas de flor, también se puede utilizar un abono de liberación lenta.
Para mantenerla compacta y frondosa hay que cortar los extremos de las ramas, de modo que el ejemplar quede con una bonita forma redondeada.
También conviene velar por la salud de la planta eliminando las flores marchitas, de esta forma se asegura una floración espléndida y continuada.
Se la puede desechar después de la floración por su fácil multiplicación por semillas (por esquejes es más lento y también más dificultoso).
Al finalizar el invierno ya es el momento de sembrar las semillas del Exacum, empleando un buen sustrato, manteniendo una temperatura alrededor de los 22 ºC, habrán enraizado en unas tres semanas aproximadamente.
Cuando tengan un par de hojas se trasplantan de modo individual a macetas no demasiado grandes.