Sinonimia: Rapuntia media - Campanula media
Campanilla de Canterbury Farolillos - Pucheritos
Esta Campanilla es una de las mejores plantas para conformar una rocalla, pero tambien se presta a otras ubicaciones.
Incluso con la misma especie se puede formar un grupo multicolor gracias a la disponibilidad de tonalidades variadas.
También será perfecta para configurar macizos combinada otras plantas de temporada o perennes.
Durante dos temporadas consecutivas nos ofrecerá una copiosa floración, luego habrá que descartarla y reemplazarla por otro u otros ejemplares nuevos.
Forma parte de la familia de las Campanulaceae, de la que innumerables especies del grupo sus flores tienen forma de campana.
Esta planta de flores de apariencia delicada, procede de la Península Ibérica y pese a que se pueda pensar que no podrá afrontar una ubicación en un jardín de roca, no es así.
Pero no solo es en absoluto nada frágil, sino que en un jardín de esas características dará una hermosa nota de color.
Su resistencia está garantizada y con la fortuna de que también necesita de muy pocos cuidados.
En jardinería cultivar plantas que no nos llevará demasiado tiempo ni preocupaciones es digno de tenerse en cuenta.
Alcanza una altura alrededor de los 50 cm de altura, algunas variedades sobrepasan bastante esta talla.
La mata conforma una base amplia de follaje que va estrechándose hacia la cúspide, formando una especie de pirámide.
Todo el ejemplar se colma de tallos rebosantes de flores de forma campanulada, éstas poseen cinco pétalos fusionados, cortos y redondeados.
El tipo de flores de esta especie se pueden encontrar en un buen número de colores, que van desde el blanco, el rosa, celeste o púrpura, todas ellas de alegre vistosidad tanto en su forma simple o doble.
En su primer año de floración lo hará de manera pletórica, de modo que en el periodo culminante de florescencia apenas dejará distinguir su follaje.
Para todas las plantas de flores es invariable la importancia de ir retirando las flores a medida que se van marchitando.
En el caso de las Campanillas es primordial, dado que al eliminar las flores marchitas rebrotan nuevas de manera copiosa.
La variedad de colores que ofrece esta especie da ocasión de confeccionar ramos florales, esto no sólo asegura la obtención de algo bonito, sino que además será llamativo y decorativo.
Las hojas son firmes, estrechas y alargadas, con el nervio central pronunciado y los bordes levemente ondulados y jalonados de pelillos cortos.
En el mes de mayo se encuentra su periodo natural de floración, pero es habitual encontrarla a la venta semanas antes de dicho mes.
Las flores se presentan en la planta hasta agosto.
Necesita de emplazamientos soleados a tiempo total, no solo durante unas horas al día.
Cuando su entorno es sombrío repercutirá notablemente en la floración.
Los tallos florales colocados en un jarrón se prolongarán mucho tiempo en buenas condiciones. Por ese motivo se la suele emplear en floristería.
El abuso de humedad en el suelo es prácticamente lo único que puede arruinar a la Campanilla.
El riego debe ser cuidadoso, justo, nunca en exceso, es preferible que sufra un pequeño periodo de sequía que en demasía.
Necesita de un abonado regular, empleando un fertilizante para plantas de flor.
Produce unos frutos con formas de capsulas que contienen numerosas semillas.
Éstas se han de plantar en un suelo fértil, tanto si se desea cultivar en el jardín como en una jardinera o maceta.
Acabada su primera temporada de floración conviene eliminar todos los elementos secos y deteriorados, realizando un recorte en la mata.
Se riega con moderación y resguarda del frío intenso hasta la primavera.
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