Ginura - Ortiga de terciopelo
Procede de zonas tropicales de las selvas montañosas de Java. El género es relativamente escaso y apenas está compuesto por una veintena de especies originarias de África y Asia.
Es un pequeño arbusto trepador que posee una naturaleza perenne, aunque las hojas se van secando a la vez que van surgiendo nuevos brotes.
La Gynura es igual de excepcional cultivada en suelo como en un contenedor, la única diferencia entre una opción o la otra, radica que cuando se cultiva en el suelo su crecimiento es más amplio, mientras que en una maceta se mantiene con un crecimiento más comedido.
Las aterciopeladas hojas son lo que le da a esta planta su apariencia tan singular y vistosa. Las hojas nuevas son las que poseen también una mayor cobertura de finos pelillos de color violeta intenso.
Se puede adecuar a crecer tanto erguida mediante un tutor o dejar que los tallos cuelguen hasta formar una hermosa planta colgante.
No es conveniente tener la planta expuesta al sol directo durante el verano en las horas centrales del día, ya que es el más intenso y puede perjudicar al follaje.
Sin embargo, si la Gynura recibe sol directo en las restantes estaciones del año, será beneficioso para su tonalidad, adquiriendo un tono más rojizo.
Florece al iniciarse la primavera. Las flores similares a pequeñas margaritas, son de color amarillo intenso, pero tienen escaso interés decorativo, ya que son pequeñas y poco atractivas.
Pero quizás lo que más llama la atención en el caso de las flores, es su aroma poco agradable.
Pueden eliminarse en cuanto empiecen los botones florales, así se evita restarle vitalidad a la planta y mantener las flores si resultan desagradables.
En periodos de calor hay que regar el sustrato generosamente y dejar que casi se seque para regar de nuevo, en invierno se deben reducir los riegos. Tiene una buena capacidad para tolerar el aire seco del interior de casa.
Como sucede con todas las plantas de hojas pilosas, no es bueno mojar el follaje porque se daña, debido a que el agua se queda atrapada entre los pelillos y aparecen unas manchas que deterioran el ejemplar.
Los nuevos brotes son los que lucen una coloración más hermosa e intensa; por lo tanto, se debe recortar la planta de modo profundo al acabar el invierno, de esa forma se logrará un ejemplar de aspecto lozano.
Se abona cada dos o tres semanas, añadiendo un poco de fertilizante al agua de riego para plantas de interior.
Mientras dure el invierno no es necesario abonarla hasta la llegada de la primavera.
Los tallos tienen cierta tendencia a crecer demasiado creando un conjunto desgarbado, por eso, para mantener una planta más compacta hay que ir cortando los extremos de los tallos cuando esto suceda.
Resulta de lo más fácil hacerse con nuevos ejemplares de la Gynura, dado que los esquejes enraízan incluso cuando se ponen en agua.
Puede enraizar así, o bien plantando los esquejes directamente en un recipiente con un sustrato turboso con algo de mantillo y arena.
Excelente Artículo!
ResponderEliminarUn abrazo desde Uruguay!
Gerson.