Encefalarto - Encefalartos
Esta planta, con apariencia de gran helecho es tremendamente estimable por lo raro que resulta encontrarla fuera de algunos parques, grandes jardines públicos o colecciones botánicas.
Su presencia es inusual incluso en los viveros, son pocos los que se dedican a producir o vender esta variedad tan infrecuente.
Posee una naturaleza perenne que unida a su enorme poder decorativo la hace excelente.
La mayoría de las especies que conforman el grupo se encuentran en peligro de desaparecer o amenazadas, otras ya no se encuentran de forma natural sino cultivadas.
Está encuadrada en una agrupación o división conocida como cicádidas, esto relaciona a un antiguo grupo de plantas que han retenido caracteres claramente primitivos y cuyo origen se puede remontar a hace millones de años.
Asimismo son también dioicas, lo que quiere decir que existen plantas femeninas y plantas masculinas que deben crecer cerca una de la otra.
Esa es la única forma posible para la obtención de semillas fecundas, si es que se desea conseguir nuevas plantas.
Esta Encefalarto es oriunda de África, se encuentra a lo largo de la cuenca del río Kwango o Cuango, en la frontera entre Angola y el Congo, donde crece en zonas boscosas y húmedas.
El género al que pertenece lo forman un conjunto de menos de 70 especies. Forma parte de la familia de las Zamiaceae.
La mejor ubicación para que prospere de forma que no se produzcan contratiempos es en una situación de semi-sombra, al menos en periodos muy calurosos.
Si las temperaturas anuales son moderadas puede permanecer en todo momento al sol.
Con el tiempo va formando un tronco erecto, cilíndrico y no ramificado, cuyo diámetro puede alcanzar una medida considerable y un aspecto que recuerda a los troncos de algunas palmeras.
Sus rígidos frondes de color verde intenso y brillante son realmente largos, miden en ocasiones más de 3 m y poseen numerosos folíolos dentados.
La base de los frondes están armados por unas largas y fuertes espinas semejantes a agujas.
Le gusta disfrutar de un entorno que goce de algo de humedad, principalmente en verano que mitigue un tanto el intenso calor y el aire seco.
No obstante, aunque soporta cierto grado de sequedad en el sustrato se mostrará más resplandeciente si no le falta agua.
La época de crecimiento su necesidad de agua es mayor. Los ejemplares femeninos producen conos que parecen piñas alargadas de 45 cm de longitud.
La forma de reproducción más sencilla es mediante los retoños que surgen en la base del tronco.
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