Iocroma
Generalmente este arbusto está más o menos cubierto de flores durante todo el año, ya que florece varias veces en la misma temporada, pero de modo más copioso en las estaciones que corresponden a la primavera y el otoño.
Este género que encuadra a una veintena de especies, pertenece a la familia de las Solanáceas.
Su procedencia se extiende entre las regiones Sudamericanas de Ecuador, Colombia y Perú.
Resulta un arbusto muy ornamental que se desarrolla en forma de mata de mediano tamaño, goza de un crecimiento fácil y rápido, puede conseguir una altura de hasta 4 m.
Se acomoda perfectamente al cultivo en una maceta, únicamente hay que tener la precaución que ésta sea de un buen tamaño porque la Iocroma adquiere un considerable volumen.
Genera un follaje tupido que puede mantener de manera permanente dependiendo del clima, persistiendo en la mata si no hace demasiado frío.
lanta que ofrece una interesante floración que surge en unos grandes y densos grupos de racimos colgantes.
Las flores son largamente tubulares en forma de trompeta, de un bello colororido alegran la mata con un color púrpura azulado profundo y brillante.
Los tallos son largos y flexibles aunque algo frágiles, por lo que es adecuado colocarle un soporte para encauzar su crecimiento de manera erguida, al menos hasta que origine un tronco lo suficientemente robusto para sostenerse.
Tiene grandes hojas elípticas de hasta 15 cm de longitud, de color verde potente y algo grisáceo por el envés, están revestidas de una especie de finísima pelusilla.
La Iocroma ama el sol, por este motivo necesita ubicaciones cálidas y soleadas, acepta lugares con una sombra parcial.
Debido a su rápido a su cuantiosa floración es primordial que se le suministre un fertilizante líquido especial para plantas con flor, cada dos semanas.
Es importante realizarle una poda terminada la floración para que no pierde la adecuada forma de arbusto compacto. Es polinizada por los colibríes.
Como algunas de las especies de las Solanáceas la Iocroma es tóxica, una razón importante para manipularla con cuidado y lavarse bien las manos y tijeras tras la poda o al practicarle cualquier corte a la planta.
La propagación se efectúa generalmente por semillas o por medio de esquejes, en verano.
Este género que encuadra a una veintena de especies, pertenece a la familia de las Solanáceas.
Su procedencia se extiende entre las regiones Sudamericanas de Ecuador, Colombia y Perú.
Resulta un arbusto muy ornamental que se desarrolla en forma de mata de mediano tamaño, goza de un crecimiento fácil y rápido, puede conseguir una altura de hasta 4 m.
Se acomoda perfectamente al cultivo en una maceta, únicamente hay que tener la precaución que ésta sea de un buen tamaño porque la Iocroma adquiere un considerable volumen.
Genera un follaje tupido que puede mantener de manera permanente dependiendo del clima, persistiendo en la mata si no hace demasiado frío.
lanta que ofrece una interesante floración que surge en unos grandes y densos grupos de racimos colgantes.
Las flores son largamente tubulares en forma de trompeta, de un bello colororido alegran la mata con un color púrpura azulado profundo y brillante.
Los tallos son largos y flexibles aunque algo frágiles, por lo que es adecuado colocarle un soporte para encauzar su crecimiento de manera erguida, al menos hasta que origine un tronco lo suficientemente robusto para sostenerse.
Tiene grandes hojas elípticas de hasta 15 cm de longitud, de color verde potente y algo grisáceo por el envés, están revestidas de una especie de finísima pelusilla.
La Iocroma ama el sol, por este motivo necesita ubicaciones cálidas y soleadas, acepta lugares con una sombra parcial.
Debido a su rápido a su cuantiosa floración es primordial que se le suministre un fertilizante líquido especial para plantas con flor, cada dos semanas.
Es importante realizarle una poda terminada la floración para que no pierde la adecuada forma de arbusto compacto. Es polinizada por los colibríes.
Como algunas de las especies de las Solanáceas la Iocroma es tóxica, una razón importante para manipularla con cuidado y lavarse bien las manos y tijeras tras la poda o al practicarle cualquier corte a la planta.
La propagación se efectúa generalmente por semillas o por medio de esquejes, en verano.