Streptosolen jamesonii


Estreptosolen

Este arbusto perenne forma parte de un extenso género, agrupado dentro de la familia de las Solanaceae.

Se la puede encontrar en zonas montañosas de diversos países como Colombia, Ecuador y Perú, donde disfruta de un clima templado durante todo el año.

Resulta muy valorada en jardinería, ya que tiene una producción formidable de flores, hasta tal punto que la planta puede estar cubierta casi todo el año si se encuentra en regiones cálidas.

Es perfecta tanto para cultivar en suelo como en macetas, donde también ofrecen un bello espectáculo de encantadoras flores.

Tiene un desarrollo algo desorganizado y los finos tallos son incapaces de soportar su peso, por ello, conviene colocarle un enrejado o unas cañas largas a modo de guía, a las que se le debe ir sujetando los tallos a medida que van creciendo.

Suele alcanzar los 2 m de altura con un desarrollo lateral, sus largas ramas albergan hojas simples de 2 a 3 cm de largo, alternas, de aspecto ovalado, lustrosas, en color verde oscuro.

De su abundante ramificación que surge desde el pie de la planta, emergen las flores, que están agrupadas de manera racimosa y tienen apariencia de trompeta.

En una misma mata se puede encontrar al mismo tiempo flores de una intensa coloración amarilla y otras de tonos naranja más o menos potente.

El tornadizo cambio de color de las flores se debe a la evolución del pigmento que sufren las flores a lo largo de su ciclo.

Requiere suelos bien drenados, y fertilizaciones con la mitad de la dosis recomendada por el fabricante, con una vez al mes será suficiente.

La floración se mantiene de modo profuso en un amplio periodo de tiempo; comienza en la primavera y permanece todo el verano, llegando hasta bien comenzado el otoño si la climatología es favorable.

Le gusta los riegos regulares y copiosos en periodos de calor, sin dejar que llegue a secarse.

Requiere suelos bien drenados, y fertilizaciones con la mitad de la dosis recomendada por el fabricante, con una vez al mes será suficiente.


Para ubicar a este espléndido arbusto será necesario que se le localice un emplazamiento donde reciba una buena cantidad de sol, sin esto, su floración será bastante pobre.

Al finalizar su floración se le debe practicar una poda importante, para que florezca de manera abundante en la siguiente temporada y adopte una buena forma.

Tolera bien las situaciones de calor intenso, sin embargo, necesita una conveniente protección ante el frío riguroso.

Se propaga por esquejes, pero la fórmula más sencillas es por semillas que se plantan al final del invierno.




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