Agastache rupestris


Sinonimia:   Hisopo gigante -   Hisopo mexicano


Aunque esta planta es más común verla en jardines cultivada sobre el suelo, es también capaz de decorar una gran maceta o incluso en jardineras grandes.

Es una planta de alegre floración es ideal para que florezca durante mucho tiempo sin apenas tener que dedicarle nada de tiempo.

Pertenece a la familia de las Lamiaceae, una de las más profusas ya que cuenta con casi 8000 especies y nuevos híbridos.
Procede del sur de Estados Unidos y México. Forma matas compactas y bajas de porte erguido y unos 50 cm de altura.
La floración se establece a lo largo de finas varas dejando abajo el follaje de escasa importancia decorativa.

Es de crecimiento rápido y logra formar una buena mata con relativa rapidez. Su lugar ideal en el jardín es a pleno sol, hay que evitar colocarla en zonas donde otras plantas más altas puedan ocultarle el sol directo.

En cuanto al riego tiene igualmente una buena tolerancia a periodos de sequía, lo ideales esperar a que la tierra se seque ligeramente antes de regar de nuevo.

La Agastache prefiere tener las raíces secas antes que permanecer con una humedad constante. Las matas adultas soportan mejor la falta de riego.



Conviene que las matas que se cultivan en contenedores tengan un buen drenaje para no saturar las raíces. El sustrato es conveniente que contenga una proporción de arena gruesa.

Sus largos penachos floreados se colman a lo largo de delgados tallos erectos de pequeñas flores con forma de trompeta, de las que sobresalen largos filamentos.

La floración posee un color rosa coral pálido y un agradable aroma dulce semejante a la miel. A inicios del verano comienza su floración que se prolonga casi de manera ininterrumpida hasta la llegada del otoño.

Las hojas son pequeñas, de forma lanceoladas, con los bordes aserrados y de color verde pálido, más claras aún en el envés.

Las hojas son todavía de aroma más intenso que las flores, principalmente cuando se las arranca o aplasta.

Las plantas Agastache se auto-germinan a través de esparcir sus semillas a su alrededor, esto dará nuevos ejemplares al año siguiente. Los ejemplares florecen ya desde el primer año.

Es suficiente que al inicio de la temporada se fertilice el suelo de manera ligera, ya no será necesario repetir de nuevo la operación.

La Hisopo gigante no es sensible a las plagas comunes, lo único que puede dañarla severamente son los hongos producidos por el exceso de humedad en el suelo.

Las matas pueden dividirse también para multiplicarlas.



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