Pseudogynoxys chenopodioides - Senecio confuso -
Llamarada mexicana -
Se trata de una trepadora de delgados y largos tallos, que puede crecer hasta alcanzar casi los 6 metros de longitud.
Se puede hacer que crezca sobre el suelo o bien hacer que trepe por un armazón, emparrado, o cualquier otra estructura semejante.
Es originaria de México y se la encuentra también en otros países de Centroamérica.
Desde que comienza su ágil desarrollo es necesario ir afianzando los tallos a algún soporte por el que pueda medrar.
Dejar la planta a su suerte, es arriesgarse a que el ejemplar acabe siendo una maraña de tallos enredados y poco vistosos.
Pertenece a la familia de las Asteraceae, también llamadas Compositae, que recoge a un inmenso número de especies conocidas por sus flores en forma de margarita.
Se puede contar innumerables excelencias de esta planta, entre las que se encuentra su resistencia a la sequía, su abundante floración, además del largo periodo que se puede disfrutar de ello.
El rasgo principal de las flores son sus pétalos de color naranja, dispuestos alrededor de un botón central de color amarillo, semejante en aspecto al de una margarita.
Las flores a medida que envejecen van adquiriendo una tonalidad más intensa, logrando alcanzar casi una coloración roja.
La mejor ubicación se encuentra a pleno sol, en un emplazamiento soleado florecerá de manera desbordante, algo menos en zonas de semi-sombra. En una sombra total las flores serán muy escasas.
Posee un crecimiento ágil, lo que quiere decir que en una temporada puede alcanzar un buen porte y florecer con profusión, esto hace que en climas fríos se la trate como un cultivo anual.
Las hojas están unidas al tallo por largos peciolos y en posición alterna. Son largamente ovaladas, de color verde potente, blandas al tacto y los márgenes aserrados.
Tiene cierta tendencia a crecer de manera desgarbada si no se la va podando o haciendo algún oportuno recorte que la mantenga con un porte compacto.
Lo ideal es practicarle un recorte una vez acabada la floración para que se desarrolle de forma más espesa.
Eso solo si no se la va a tratar como un cultivo anual, en este caso, no es necesario la poda.
Al acabar la floración principal, si se le practica un recorte en todos los tallos, volverá a producir de nuevo un raudal de flores.
Es poco exigente en cuanto al tipo de suelo, y aunque soporta bien algo de sequía es preferible regarla regularmente y con esplendidez, sobre todo en verano.
En regiones de inviernos suaves no hay inconvenientes en dejar la planta en el lugar de origen.
Después de una buena poda y acabado el periodo más frío, retomará su crecimiento y floración.
Se puede reproducir a través de semillas, colocadas sobre un sustrato con arena añadida, ligeramente tapadas y mantenidas con cierta humedad.
También es posible hacerlo mediante esquejes que por lo general arraigan sin contratiempo.
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