Dracaena Anita - Drácena Anita - Dracena
Esta hermosa Drácena es tremendamente elegante y muy adaptable a los ambientes de interior. En esta situación son pocas las exigencias de esta planta para desarrollarse con normalidad.
Resulta una flamante variedad de las muchas que posee la Dracaena reflexa.
Pertenece a la familia de las Agavaceae. Muestra un crecimiento pausado y pasarán años antes de que se exhiba como un ejemplar de tamaño notable.
Se debe colocar en un rincón protegido de las corrientes de aire, principal causa de la caída de las hojas, una buena iluminación es asimismo igual de importante, además de una atmósfera húmeda.
El follaje tiene un carácter perenne, está formado por largas y estrechas hojas planas de color verde esmeralda que se oscurecen con el tiempo, presentan un aspecto vaporoso y delicado.
Durante su fase joven el grácil follaje colman la totalidad del tronco, pero a medida que la planta va creciendo se despoja de las hojas inferiores dejando el pie desnudo.
Esto es un hábito propio del género, donde casi todos sus miembros acostumbran a exhibir un tronco despoblado, luciendo su follaje en el ápice del mismo. En ocasiones el tronco se ramifica.
Si el ambiente es demasiado seco las puntas de las hojas sufrirán la sequedad y se tornarán marrones por la falta de humedad. Durante los días de calor es conveniente humedecer con agua la planta y también su entorno.
En el apartado del riego, debe hacerse de manera que el sustrato llegue casi a secarse antes de regar de nuevo; en este caso es más importante mantener una atmósfera húmeda que un sustrato muy mojado.
La naturaleza tierna de las hojas puede llamar la atención de las mascotas que tengamos en casa, principalmente de los gatos que pueden tener la tentación de mordisquearlas; no hay que olvidar que guarda cierta toxicidad, que resulta bastante dañina para animales pequeños.
Mantener a las mascotas alejadas de las plantas en general, más aún de los ejemplares que no se conoce su posible toxicidad.
Entre la primavera y el comienzo del otoño se puede abonar de forma suave, cada tres semanas se añade unas cuantas gotas de fertilizante líquido al agua de riego.
No requiere podas, ni tampoco un cambio de maceta anual, es preferible que la drácena permanezca en contenedores donde las raíces se encuentren un poco comprimidas.
Por lo general la planta produce varios troncos, lo que hace factible su propagación mediante el fraccionamiento del cepellón.
Cada fracción necesita que porte uno o dos troncos, plantándolos a continuación en un contenedor con un buen sustrato, con una ligera humedad.
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