Begonia plateada
Los miembros de la familia Begoniaceae provienen de las zonas tropicales de Asia, África y América.
Se estima que este vasto género tiene más 1500 especies además de innumerables híbridos.
Esta planta se cultiva fundamentalmente por su follaje llamativo; las aovadas hojas están sostenidas por largos peciolos de color rojizo.
La superficie de la hoja posee nervios bien evidentes, bordes ligeramente festoneados y un llamativo color gris plateado con el envés rojo púrpura.
La coloración metálica del follaje es lo que le da a esta planta su valor ornamental y la hace tan llamativa.
Al provenir de regiones cálidas las Begonias son plantas que no soportan las bajas temperaturas, por lo que requieren de protección durante todo el periodo invernal.
Durante esta fase del año hay que colocarlas en emplazamientos ´ligeramente cálidos, donde no les falte la humedad ambiental.
Luego, al llegar la primavera y con ella el buen tiempo pueden volver a un lugar sombreado del exterior.
La mejor ubicación está donde reciba una luz abundante, ligeramente tamizada, no exponerla nunca al sol directo. Prefiere vivir entre los 20 y 25º C durante el periodo activo o de floración y alrededor de los 15ºC el resto del tiempo.
Hacia mediados de la primavera produce manojos de pequeñas flores de color blanco. La floración es la típica de muchas especies del género que no son especialmente llamativas.
Necesita de humedad ambiental elevada, pero no conviene mojar el follaje, por lo que se puede humidificar con agua la superficie de la tierra con un vaporizador para mantener un ambiente húmedo.
Entre la primavera y verano hay que regarla con libertad, pero sin permitir que el sustrato se sature o se corre el riesgo de pudrir las delicadas raíces.
Las puntas de las hojas secas, evidencian una falta de humedad en su entorno.
Conviene situarlas en un lugar más apropiado o poniendo debajo de la maceta una bandeja o plato que contenga guijarros con un poco de agua, pero sin que llegue a tocar la base del tiesto.
Durante su máximo periodo vegetativo que abarca de abril a septiembre, se debe abonar quincenalmente con un fertilizante líquido.
No requiere de una poda propiamente dicha, pero se puede cortar los tallos han crecido en exceso.
Los restos más vigorosos del recorte pueden servir para hacerse con nuevas plantas.
El extremo de cada tallo cortado se impregna de hormonas de enraizar y se planta en un sustrato para esquejes.
Se estima que este vasto género tiene más 1500 especies además de innumerables híbridos.
Esta planta se cultiva fundamentalmente por su follaje llamativo; las aovadas hojas están sostenidas por largos peciolos de color rojizo.
La superficie de la hoja posee nervios bien evidentes, bordes ligeramente festoneados y un llamativo color gris plateado con el envés rojo púrpura.
La coloración metálica del follaje es lo que le da a esta planta su valor ornamental y la hace tan llamativa.
Al provenir de regiones cálidas las Begonias son plantas que no soportan las bajas temperaturas, por lo que requieren de protección durante todo el periodo invernal.
Durante esta fase del año hay que colocarlas en emplazamientos ´ligeramente cálidos, donde no les falte la humedad ambiental.
Luego, al llegar la primavera y con ella el buen tiempo pueden volver a un lugar sombreado del exterior.
La mejor ubicación está donde reciba una luz abundante, ligeramente tamizada, no exponerla nunca al sol directo. Prefiere vivir entre los 20 y 25º C durante el periodo activo o de floración y alrededor de los 15ºC el resto del tiempo.
Hacia mediados de la primavera produce manojos de pequeñas flores de color blanco. La floración es la típica de muchas especies del género que no son especialmente llamativas.
Necesita de humedad ambiental elevada, pero no conviene mojar el follaje, por lo que se puede humidificar con agua la superficie de la tierra con un vaporizador para mantener un ambiente húmedo.
Entre la primavera y verano hay que regarla con libertad, pero sin permitir que el sustrato se sature o se corre el riesgo de pudrir las delicadas raíces.
Las puntas de las hojas secas, evidencian una falta de humedad en su entorno.
Conviene situarlas en un lugar más apropiado o poniendo debajo de la maceta una bandeja o plato que contenga guijarros con un poco de agua, pero sin que llegue a tocar la base del tiesto.
Durante su máximo periodo vegetativo que abarca de abril a septiembre, se debe abonar quincenalmente con un fertilizante líquido.
No requiere de una poda propiamente dicha, pero se puede cortar los tallos han crecido en exceso.
Los restos más vigorosos del recorte pueden servir para hacerse con nuevas plantas.
El extremo de cada tallo cortado se impregna de hormonas de enraizar y se planta en un sustrato para esquejes.
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