Duranta repens


Duranta

Excepcional arbusto de muy rápida evolución, fuerte y con una condición perenne, es muy apreciado en jardinería por su floración.

Está agrupada dentro de la familia de las Verbenaceae. Su hábitat natural se encuentra en regiones de América del Sur y se la puede localizar en jardines tropicales de todo el mundo.

Si se la deja crece hasta los 4m de altura y prácticamente lo mismo en anchura, en contenedores su crecimiento es mucho más moderado, pero casi más decorativo.

No requiere de atenciones especiales, le gusta las disposiciones cálidas, por ello, el mejor desarrollo lo ofrece en zonas de climas anuales templados.

En jardinería es muy interesante los diferentes acomodos que se realizan con esta planta.
De tal modo que se presenta perfecta para formar un seto separador, un cercado alrededor de un árbol, o formando pequeñas agrupaciones.

A través de los recortes de formación se puede configurar como un pequeño arbolillo con un resultado muy decorativo.

Es también admirable cuando se cultiva en macetas espaciosas.

Produce varios troncos principales, erguidos, con largas ramas delgadas pero fuertes, arqueadas y vigorosas.

Florece de manera ininterrumpida desde mediados de la primavera hasta finales del verano.

Las flores son pequeñas y se presentan agrupadas en largos racimos colgantes.

Se puede encontrar diferentes cultivares con las flores en colora zul violeta, moradas o blancas.

A la floración, le sucede unos vistosos y pequeños frutos redondeados de color anaranjado.
​Los frutos permanecen en la planta todo el invierno, a veces coinciden en la mata con el final de la floración.


Los frutos contienen sustancias tóxicas, esta circunstancia hace necesario que se mantenga cierta precaución con los niños y las mascotas.

Cuando la Duranta alcanza la madurez puede presentar espinas axilares, que generalmente carecen los ejemplares jóvenes.

Le agrada las situaciones a pleno sol donde florecerá con riqueza, puede recibir algo de sombra pero la floración será notoriamente menor.

Es primordial regarla con mesura, esperando que la tierra se seque ligeramente antes del siguiente riego.

Es capaz de resistir heladas no demasiado intensas o prolongadas.

A finales del invierno es conveniente practicarle una poda más o menos rigurosa, eliminando toda la parte seca y recortando las ramas que hayan
crecido de manera desigual.

La poda de formación frecuente establecerá una planta armoniosa y además propiciará una floración más abundante.

Se multiplica a través de semillas sembradas en primavera, o bien por esquejes semi-leñosos tomados a finales del verano.

Es conveniente emplear en los esquejes un poco de hormonas de enraizar, facilitará el tiempo de arraigo.





Lista de bulbosas - Anemone blanda - Claves del trasplante - Bulbos para interior -