Siembra de semillas
Cuando se tiene la fortuna de disponer de tiempo para recoger las semillas que producen nuestras plantas es un auténtico placer, pero eso no siempre es posible.
Afortunadamente, hoy en día es fácil encontrar en tiendas del ramo semillas de muy buena calidad, libres de contaminaciones o plagas, ya que las someten a rigurosos controles de calidad.
Además, de esta forma nos permite seleccionar una amplia diversidad de especies más vigorosas y con una mayor garantía de arraigo.
Las semillas son los elementos que originan nuevas plantas mediante la propagación en condiciones apropiadas.
Hacer semilleros es una tarea fácil y económica para conseguir una buena colección de ejemplares por muy poco dinero, sobre todo de vivaces y anuales.
Dentro de la infinidad de semillas que podemos encontrar, hay que desechar aquellos sobres que aparezcan con un color amarillento, ya que lo más probable es que hayan estado expuestos al sol.
La exposición al sol deshidrata las semillas y pierden capacidad de germinar.
En cuanto al tamaño de los recipientes para hacer semilleros dependerá de la cantidad de siembra que se pretenda hacer.
Una pequeña maceta si se trata de poca cantidad, o una bandeja de siembra para una mayor producción.
En cualquier caso, deben tener necesariamente en la parte inferior uno o más agujeros por donde se elimine el agua de riego sobrante.
Las bandejas modulares especiales para sembrar semillas, están provistas de un buen número de celdillas, generalmente son de plástico y tienen el tamaño adecuado.
En el caso de las macetas o semilleros fabricados en turba prensada facilitan el transplante, porque se deshacen en agua y son ideales para cultivar semillas.
Además se pueden plantar en el suelo o en macetas sin necesidad de sacarlos del recipiente, ya que la turba se funde con el sustrato y sirve de alimento a las plántulas.
Es conveniente colocar etiquetas si se cultiva más de una especie, de esta forma se tiene localizada cada nueva planta.
Los semilleros no necesitan de mucha luz para germinar, de hecho algunas semillas germinan mejor en la oscuridad, y a casi ninguna les gusta el exceso de luz.
El apartado de la temperatura es quizás el más importante, lo ideal es que se mantenga lo más constante posible. entorno a 18-20ºC.
Esto se garantiza con la utilización de semilleros con termostato.
Hay que recordar que las semillas germinan gracias al calor.
A la hora de regar la siembra es imprescindible no mover la tierra, lo mejor es utilizar un pulverizador para no arrastrar las semillas.
Es preferible humedecer el sustrato con una regadera que disponga de una alcachofa con varios agujeros muy pequeños.
Las semillas necesitan un sustrato rico y ligero, pero nimgún tipo de abono abono.
Existen sustratos especiales para semilleros, a base de turba vegetal, que estimula una rápida germinación y garantiza el enraizamiento. El sustrato debe estar bien asentado antes de esparcir las semillas.
Las semillas han de plantarse separadas unas de otras, de lo contrario se estorbarían al crecer y sería difícil separarlas sin romperlas al repicarlas. No hay que enterrarlas demasiado.
Lo normal es hacerlo a una profundidad que sea el doble de su tamaño.
Nada más sembrar hay que regar las semillas y controlar que tengan una humedad constante.
Como media, las plántulas estarán listas en unas seis semanas, pero eso dependerá de la especie.
En cuanto aparezcan las plántulas hay que entresacar o repicar: esto consiste en eliminar algunas dejando las más maduras y mejor formadas.
Afortunadamente, hoy en día es fácil encontrar en tiendas del ramo semillas de muy buena calidad, libres de contaminaciones o plagas, ya que las someten a rigurosos controles de calidad.
Además, de esta forma nos permite seleccionar una amplia diversidad de especies más vigorosas y con una mayor garantía de arraigo.
Las semillas son los elementos que originan nuevas plantas mediante la propagación en condiciones apropiadas.
Hacer semilleros es una tarea fácil y económica para conseguir una buena colección de ejemplares por muy poco dinero, sobre todo de vivaces y anuales.
Dentro de la infinidad de semillas que podemos encontrar, hay que desechar aquellos sobres que aparezcan con un color amarillento, ya que lo más probable es que hayan estado expuestos al sol.
La exposición al sol deshidrata las semillas y pierden capacidad de germinar.
En cuanto al tamaño de los recipientes para hacer semilleros dependerá de la cantidad de siembra que se pretenda hacer.
Una pequeña maceta si se trata de poca cantidad, o una bandeja de siembra para una mayor producción.
En cualquier caso, deben tener necesariamente en la parte inferior uno o más agujeros por donde se elimine el agua de riego sobrante.
Las bandejas modulares especiales para sembrar semillas, están provistas de un buen número de celdillas, generalmente son de plástico y tienen el tamaño adecuado.
En el caso de las macetas o semilleros fabricados en turba prensada facilitan el transplante, porque se deshacen en agua y son ideales para cultivar semillas.
Además se pueden plantar en el suelo o en macetas sin necesidad de sacarlos del recipiente, ya que la turba se funde con el sustrato y sirve de alimento a las plántulas.
Es conveniente colocar etiquetas si se cultiva más de una especie, de esta forma se tiene localizada cada nueva planta.
Los semilleros no necesitan de mucha luz para germinar, de hecho algunas semillas germinan mejor en la oscuridad, y a casi ninguna les gusta el exceso de luz.
El apartado de la temperatura es quizás el más importante, lo ideal es que se mantenga lo más constante posible. entorno a 18-20ºC.
Esto se garantiza con la utilización de semilleros con termostato.
Hay que recordar que las semillas germinan gracias al calor.
A la hora de regar la siembra es imprescindible no mover la tierra, lo mejor es utilizar un pulverizador para no arrastrar las semillas.
Es preferible humedecer el sustrato con una regadera que disponga de una alcachofa con varios agujeros muy pequeños.
Las semillas necesitan un sustrato rico y ligero, pero nimgún tipo de abono abono.
Existen sustratos especiales para semilleros, a base de turba vegetal, que estimula una rápida germinación y garantiza el enraizamiento. El sustrato debe estar bien asentado antes de esparcir las semillas.
Las semillas han de plantarse separadas unas de otras, de lo contrario se estorbarían al crecer y sería difícil separarlas sin romperlas al repicarlas. No hay que enterrarlas demasiado.
Lo normal es hacerlo a una profundidad que sea el doble de su tamaño.
Nada más sembrar hay que regar las semillas y controlar que tengan una humedad constante.
Como media, las plántulas estarán listas en unas seis semanas, pero eso dependerá de la especie.
En cuanto aparezcan las plántulas hay que entresacar o repicar: esto consiste en eliminar algunas dejando las más maduras y mejor formadas.
Mira que coincidencia Carmen, precisamente ahora estamos poniendo semilleros de girasol, de zinnia y de tomate. Mi nieta y yo estamos aprendiendo a hacerlo es un tiempo hermoso el que estamos pasando juntas, ella pronto cumplirá los 6 años y le encanta estar al pendiente de nuestra tarea.
ResponderEliminarComo siempre te agradezco la entrada y me despido de ti con mucho cariño.
Hasta la próxima
Que bello Chomp!! Me parece magnífico que pases el tiempo con tu nieta y de paso disfrutéis de las plantas.
ResponderEliminarTe felicito y te mando un besazo para tu nieta y otro igual de grande para ti.