Ceropegia woodii


Enredadera rosario - Rosario de corazones

Esta pequeña planta es muy común y apreciada en muchos países. Es originaria de las regiones tropicales de África, principalmente de Sudáfrica.

Formaba parte de la familia de las Asclepiadaceae, en la actualidad se encuentra botánicamente incluida en la Apocynaceae.

Es una planta trepadora, aunque en su estado natural tienen un carácter rastrero que ayuda a los tubérculos a echar raíces en el suelo.

Desarrolla tallos muy finos como alambre de tonalidades verde rojizo y que pueden alcanzar más de 3 m de extensión.

Resulta una magnífica planta de interior muy decorativa y apropiada para maceteros colgantes, para cubrir espalderas o bien colocada sobre un estante donde pueda colgar de forma natural y libremente.

Sus tubérculos alcanzan un tamaño aproximado de 2 cm o un poco más, estos reproducen delgados tallos que soportan pequeñas hojas muy distanciadas, las cuales surgen opuestas las unas de las otras.

Las hojas tienen forma de corazón y son de color verdes grisáceas, con nervios plateados, jaspeadas de manchas, la parte opuesta tiene un color plateado.

En la axila pueden aparecer otros tubérculos pequeños aéreos donde tienen su reserva de agua.

Demanda situaciones muy bien iluminadas incluso emplazamientos donde reciba algo de sol, procurando que en verano no le llegue el sol de forma directa en las horas centrales del día.

Para que las hojas conserven un color verde intenso es necesario que reciban una adecuada cantidad de luz o en su defecto las hojas se tomarán de una tonalidad bastante pálida.

Durante el verano precisa de un riego moderado, vigilando de no saturar nunca el sustrato, ya que es su principal inconveniente para gozar de un buen desarrollo.

En invierno hay que limitar los riegos y hacerlo sólo cuando el sustrato se perciba seco, la planta muere si se deja en este periodo con demasiada agua.


Es durante esta estación cuando la planta inicia una fase de descanso o de semilatencia, hasta que con la llegada de la primavera, retoma nuevamente su crecimiento.

Pese a no tolerar un exceso de agua en el sustrato porque acaba por dañar a los tubérculos, sí necesita de una humedad ambiental elevada.

Eso hace que sea muy beneficioso humedecer a menudo sus hojas, sobre todo en verano.

Cuando se encuentra en interior es importante procurarle una buena ventilación.

Genera unas flores poco decorativas pero tremendamente originales por su raro aspecto; este es el motivo principal que hace a esta planta tan atrayente.

La flor de unos 3 cm de longitud posee una corola tubular larga que es un poco abultada por la base y termina en 5 pétalos en punta de color marrón violáceo y cubiertos de una fina pelusilla.

La planta sólo florecerá si se la expone a una buena dosis de luz. Las flores emergen al final del verano.

Hay que efectuarle un abonado con un fertilizante propio para cactus que sea muy suave, de tarde en tarde y siempre en época de crecimiento.

Es mejor que la Ceropegia permanezca en macetas o contenedores pequeños y poco profundos.

Esta planta se propaga entre marzo y mayo por esquejes, por pequeños tubérculos que se producen en la base de las hojas.




Ceropegia sandersonii - Cuidados cotidianos - Tiempo de abonar - Plantas en otoño