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Pilea peperomioides


Planta de misionero - Planta china del dinero


Esta Pilea poco frecuente de encontrar y de reducido tamaño posee una naturaleza siempreverde.

Es una excelente planta para jardines sombríos además de tener un admirable comportamiento en interior.

Pertenece a la familia de las Urticaceae que recoge plantas herbáceas, anuales o perennes, que con frecuencia presentan pelillos urticantes. Procede del sur de China.

La historia de esta especie es realmente singular: Se dice que fue introducida en Europa por un misionero a mediados del siglo XX, extendiéndose por diversos países gracias a la costumbre de regalarla entre amigos y entusiastas de esta planta.

En su lugar origen progresa en lugares sombríos con ambientes y suelos altamente húmedos.

En su porte guarda un gran parecido con la Peperomia polybotrya, lo que ha llevado a nominarla botánicamente con ese apelativo. En ocasiones también ha logrado algunos equívocos entre profanos.

Todo el interés de esta Pilea radica en su follaje, dado que las flores son insignificantes como sucede con todos los componentes de este grupo.

Las hojas son carnosas, redondeadas, de superficie lisa al igual que los bordes, lustrosas, de color verde intenso, sostenidas por largos pedúnculos suculentos de color verde pálido, que surgen de un tallo leñoso.

La cara superior de la hoja muestra un pequeño punto de color verde amarillento, lugar de unión entre el pedículo y la hoja.

La evolución natural del tallo es quedar desnudo a medida que las hojas sucumben.

Confinada en un lugar poco apropiado es normal que no florezca, pero si lo hace muestra unos tallos rojizos poco ramificados con agrupaciones de florecillas rosadas.

No requiere ningún tipo de poda, sólo ir eliminando las hojas que se mustien o estén algo deslucidas.

En cuanto al abonado debe ser limitado, aportando pequeñas dosis de fertilizante líquido cada tres semanas.


Es una planta que se siente a gusto con temperaturas bajas, de hecho, le estimula pasar algo de frío durante invierno para retomar la temporada con impulso.

Requiere un emplazamiento sombrío y fresco con riegos frecuentes y abundantes.

En periodos de calor es especialmente importante vigilar que el sustrato no se seque nunca.

Gracias a la facilidad de su propagación a sido posible una desbordante distribución por buena parte de Europa, sobre todo en los Países nórdicos.

Lo normal es tomar los retoños que surgen alrededor de la planta madre con sus propias raíces y plantarlos en un sustrato fértil, manteniendo cierto cuidado hasta que se consoliden.

Esta tarea se puede realizar prácticamente durante todo el año en climas anuales moderados, en el resto entre la primavera y verano.





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