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Plantas de interior


Cuidados y mantenimiento



Las plantas de interior se cultivan generalmente en suelos especiales llamados compost, no en tierra natural.

Una buena mezcla de sustrato para macetas incluye acondicionadores de suelo que suministren a la planta nutrientes, soporte, drenaje y aireación adecuados.

La mayoría de estos compost contienen una combinación de turba y vermiculita o perlita.

Si se opta por utilizar tierra natural de la zona se debería, como primera medida, esterilizar por calor, metiendo el sustrato en un horno a 90ºC durante el menos 30 minutos.

Esto evitará que la tierra contenga bacterias dañinas. La mayoría de las tierras, en especial aquellas con una alta proporción de arcilla, no drenan lo suficiente como para ser consideradas un medio de crecimiento adecuado para plantas de interior.
Por eso se utiliza turba o la fibra de coco para aumentar la aireación y hacer más absorbentes los suelos pesados.

La vermiculita y la perlita ayudan también al drenaje aunque es más recomendable la perlita, ya que no se desmiga tan fácilmente.

Si es necesario también se puede usar arena gruesa o gravilla como sustituto para aumentar el drenaje.

Estos tres ingredientes se pueden mezclar en varias proporciones para crear diferentes tipos de sustrato de enmacetado.

Para plantas que requieran un drenaje rápido, como los cactus, se utiliza más cantidad de arena gruesa, gravilla o perlita.

La mayoría de las plantas de interior son especies tropicales seleccionadas por su adaptación al crecimiento en un clima que varía entre los los 15º a los 25°C, similar al que existe en la mayor parte de las casas.

La humedad es algo más difícil de controlar que la temperatura. La mayoría de las plantas prosperan con un 80% de humedad relativa, mientras que la mayor parte de las casas mantienen entre un 20% y un 40%.

Además de comprar un humidificador, hay alguna formas caseras que pueden aumentar la humedad.

La fórmula más común consiste en colocar pequeños guijarros sobre una bandeja con agua y colocar en ella la maceta, evitando que la base la entre en contacto con el agua.

Otro de los métodos es agrupar las plantas en lugar de colocarlas aisladas en zonas con corrientes de aire.

En los contenedores los nutrientes de la tierra llegan a agotarse al cabo del tiempo y los fertilizantes suministran estos nutrientes artificialmente.

Sin embargo, añadir fertilizantes innecesariamente puede ser perjudicial para la planta, por lo que hay considerar algunos síntomas como crecimiento lento, hojas amarillentas o caída de hojas nuevas, para juzgar si el abonado es necesario.

Los fertilizantes se marcan normalmente con números, como 20-20-20. Estos indican el porcentaje de nitrógeno, fósforo y potasio, elementos necesarios para el crecimiento vegetal.

La combinación 20-20-20 es generalmente adecuada para plantas verdes, mientras que 10-20-10 es habitualmente mejor para plantas de flor.

La seguridad de un fertilizante depende de la disolución que se pueda hacer del producto.

Aunque se puede producir alguna variación dependiendo de la marca, una regla general es diluir una cucharada por cada 3,5 litros de agua.

En todos los casos, es más seguro una escasez de abono que excederse al fertilizar.

Las necesidades de abonado pueden variar entre quincenales hasta cada tres meses.




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